Los argentinos, de manera libre y democrática decidieron qué país quieren para los próximos cuatro años, y lo hicieron al elegir al economista ultraderechista Javier Milei como su nuevo presidente. En manos del también llamado El Loco o El León queda el destino de 35 000 000 de personas que ahora enfrentarán, según se deriva de sus palabras, situaciones extremas, si es el que cumple sus promesas electorales, entre ellas la eliminación del Estado, la discriminación de género, la privatización de las empresas estatales, la educación y la salud, la dolarización de la economía, entre otras medidas que se avecinan.
El político que enarbola la motosierra como amenaza para arrasar con la izquierda y el peronismo, asumirá el próximo día 10 con el respaldo de un 56,7 % de los votantes, mientras Massa, que prometió un gobierno de unidad nacional, alcanzó el 44,21% tras el conteo del 95,3 % de las mesas.
Los votos en blanco alcanzaron el 1,6 %, mientras que la Cámara Electoral indicó que participó un 76 % del padrón de un universo de 25 000 000 de convocados.
Con las cifras alcanzadas, Milei se convierte –según algunos medios de prensa- en el candidato más votado de las últimas cuatro décadas en la también llamado tierra del tango.
El ganador, del partido La Libertad Avanza (LLA), que tuvo tras la primera vuelta ganada por el ministro de Economía Sergio Massa,de Unión por la Patria (UxP) recibirá la banda presidencial de manos del mandatario saliente Alberto Fernández, el 10 del próximo mes, justo el día en que Argentina cumple 40 años de transitar hacia la democracia luego del fin de la última dictadura militar (1976-1983).
La victoria de Milei, que para expertos constituye un retroceso para millones de ciudadanos, era casi desechada por todas las encuestas por su flaco desempeño en el segundo debate entre los dos aspirantes, hace una semana, en los que hizo gala de sus pocos conocimientos sobre temas centrales, como la economía y la política exterior.
Su presentación de dos horas en la Universidad de Buenos Aires puso en evidencia sus contradicciones y su baja concentración, lo que evidenció, según sus detractores, su al parecer insuficiencia mental.
La vicepresidenta electa es Claudia Villarreal, una defensora de los represores del último régimen militar y que prometió liberar a los genocidas condenados por sus crímenes durante ese período.
Esta política se mueve de provocación en provocación y se entusiasma con poner en jaque los consensos que la sociedad argentina construyó durante los últimos 40 años. En poco más de una semana, la número dos de LLA dio señales de lo que será su agenda: presentación de los represores como víctimas, darle otro destino al Espacio Memoria y Derechos Humanos que se montó en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la reivindicación de las fuerzas represivas y una eventual derogación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
Este lunes es feriado en Argentina, pero los expertos esperan la reacción de los mercados ante la victoria del ultraderechista.
Horas después de conocerse su victoria, Milei se dirigió a sus seguidores en una corta intervención desde un hotel capitalino en un inesperado tono calmado, en el que, para sorpresa de los analistas, convocó a la oposición a acompañarlo en su nueva gestión.
Poco después de conocerse los resultados, el ministro Massa felicitó a Milei y le recordó que Argentina tiene un sistema democrático fuerte y transparente que respeta siempre los resultados, que obviamente, precisó, ¨no son los que esperábamos¨.
El ministro indicó que ¨Había dos caminos. Nosotros elegimos el camino de seguridad en manos del Estado. Elegimos la salud la educación, elegimos defender a la industria nacional y al trabajo argentino, a las pymes y a los trabajadores como la mejor forma de construir progreso para nuestra nación.
Massa precisó que ¨los argentinos eligieron otro camino. La tarea de dar certezas y garantía sobre el funcionamiento de la Argentina es responsabilidad del presidente electo¨
Milei, 53 años, quien reside con su hermana Carina y varias mascotas caninas, alcanzó la presidencia en poco tiempo, ya que su carrera política hace solo dos años cuando se postuló por primera vez a un cargo de elección popular y obtuvo una diputación.
En su elección, según expertos, influyó la situación interna de la economía nacional, lacerada por la deuda heredada del ex mandatario Macri con el Fondo Monetario Internacional, ascendente a 45 000 millones de dólares y que trajo consecuencias difíciles y poco controlables al gobierno de Fernández.
El presidente electo se autodefine como anarco-capitalista y liberal.
A fuerza de amenazas, insultos y descontrol psíquico actuó contra periodistas y la clase política tradicional, a la que calificó de ¨la casta¨, ganó un lugar importante entre los votantes en un país donde la pobreza supera el 40 %, y la inflación el ciento por ciento.¨
En las elecciones primarias, abiertas, y obligatorias de agosto último alcanzó el primer lugar con un 29,98 %, superando a la exsenadora Patricia Bullrich y a Massa, en el tercer lugar.
Sin embargo, el oficialista remontó en la primera vuelta y logró la cima, lo que permitía predecir su triunfo este domingo. El mandatario electo lo siguió en el conteo y la Bullrich salió de la jugada.
Para luchar contra Massa, Milei selló un pacto con su antigua enemiga y con Macri –que según dijo será su representante a nivel global-. Su actuación, en los próximos cuatro años, para muchos es todavía un enigma.
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