Afirman conocedores de la política interna norteamericana que, con la cercanía de algún duelo comicial, vuelven al candelero los intentos de cada quien para atraerse simpatizantes en temas tan sensibles y nunca resueltos como el de la llegada masiva de inmigrantes al país.
De un lado se mueven los que entonces se “acuerdan” de los derechos humanos y de “suavizar las reglas” para el flujo de los que se hacinan en las fronteras de la Unión, y de otro los que atizan el temor y la intriga ante semejante trasiego a partir de que –dicen- el recién llegado constituye una carga adicional para los contribuyentes y un ente corruptor y delincuencial dentro de una pretendida sociedad equilibrada y cultora de los más altos valores.
En pocas palabras, el infeliz que huye de lo que le crearon en su país de origen durante siglos de dependencia con respecto a los grandes poderes globales, y de los grupos sectarios locales la mar de las veces amparados por tales intereses, trasiega entonces hacia el statu de una simple ficha electorera de mero orden coyuntural y utilizable a capricho por el sacrosanto pragmatismo de factura Made in USA.
De hecho, hay que advertir que ya no deben quedar muchos “autóctonos” entre nuestra especie, teniendo en cuenta que los humanos venimos de un tronco común que la ciencia ubica en Africa, y que fue poblando las diferentes regiones del orbe justo a través de sucesivas migraciones.
Y USA no escapa ni por asomo a esa tendencia…el gringo puro no existe, ni siquiera habitó desde sus orígenes como “raza” el territorio que hoy ocupa.
Pero demás, los órdenes socio económicos establecidos hasta hoy sobre los cimientos de la imposición de unos a otros, no han hecho otra cosa que impulsar el trasiego masivo e involuntario de gentes en busca de refugio y un porvenir que imaginan más promisorio.
Y dicho esto, sería como para pensar que, de haber equidad, justicia, respeto y solidaridad humanas, tal vez el despotrique migratorio de nuestros días sería, en todo caso, simple ficción.
¿Y por qué USA es un polo receptor? Porque sus círculos de poder real han hecho mucho para quebotras realidades ajenas resulten un caos, y porque el “escape” atraído por la venta de una imagen propia de extrema prosperidad entre hambreados y exprimidos ajenos, ha sido y es un negocio económico y político para no pocos segmentos dentro de la primera potencia capitalista.
De ahí que ahora mismo, a la vuelta de la esquina las elecciones legislativas donde Demócratas y Republicanos se repartirán la torta parlamentaria, cada quien agita de nuevo el tema migratorio a tono con los escenarios públicos que quiere dominar.
Así, nadie se acuerda ni habla de que en la concreta, por ejemplo, entre el primero de octubre de 2021 y el 31 de julio de 2022, un millón ochocientos mil extranjeros fueron apresados en el intento de acceder a USA desde México.
La notas, recogidas por la entidad UN OCHA, especifica textualmente que “en el año fiscal 2019, las detenciones de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos de migrantes procedentes de países distintos de México y el norte de Centroamérica se situaron en el 9 por ciento, cifra que aumentó al 22 por ciento en 2021, y alcanzó un 40 por ciento en 2022.
Pero para los contendientes partidistas eso es bueno en materia de publicidad. Biden, por ejemplo, significa que la “flexibilización migratoria” es un logro de su partido, de manera de asegurarse el voto de una parte de implicados en esta trama, mientras que los Republicanos han adoptado la modalidad de utilizar caos para incentivar el rechazo conservador a semejante “invasión” foránea, al punto de remitir a migrantes ilegales detenidos en sus respetivos Estados hasta la puertas de la Casa Blanca, la propia residencia de la vice presidenta Kamala Harrys, o a instalaciones de ciudades gobernadas por sus oponentes del partido azul y autodenominadas “santuarios” para refugiados externos, pero que ya empiezan a gritar por lo que se les puede venir encima. En fin…el show por delante.
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