El presidente argentino, Mauricio Macri, trata de ganarse la simpatía de la población más vulnerable de su país con medidas de supuesto beneficio social, en un año electoral en que su reelección aparece ahora distante como una estrella.
Macri, líder de la coalición derechista Cambiemos, pasará a la historia como el mandatario que hizo retroceder la economía nacional a los niveles de la crisis de los años 1998-2002. Su herencia es una economía endeudada tras la imposición de medidas neoliberales que dejaron en la pobreza a un 32% de la población y un 9% sin empleo.
La situación se hizo tan tensa en las últimas semanas, con continuas movilizaciones de protesta en las calles por los índices de inflación y el tope en el sistema cambiario, que el jefe de gobierno canceló la visita oficial que realizaría a Francia y Bélgica entre el 25 y el 30 de este mes.
El pasado mes hubo peligrosas alzas de la inflación (4,7% más que en febrero), lo que puso en peligro la entrega de 10 000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debía entregar este mes.
Luego de la publicidad en un video donde se observa al presidente conversando con una mujer común sobre la situación económica, el gobierno anunció la adopción de disposiciones para ¨traer un poco de alivio a los argentinos¨ pero que es visto como un acto de desesperación ante el caos socio-económico de la nación.
Los enunciados señalan, entre otros puntos, el congelamiento de los precios de 60 productos esenciales de la canasta básica, congelamiento de tarifas de servicios esenciales, subsidios a pensionados y jubilados y créditos bancarios..
La nobleza de las disposiciones está en entredicho. El politólogo argentino Claudio Chia-ruttini afirmó que la actitud del gobierno Macri es básicamente electoral,¨ tratando de mostrarse cercano a la gente que recibe el impacto de la crisis, pero el efecto de su plan es limitado¨.
Esas iniciativas, argumentó, están hechas no para combatir el conflicto financiero, sino para paliar los efectos de la inflación en algunos grupos sociales, sobre todo aquellos que después le entreguen su voto¨, según contextualizó Chia-ruttini en declaraciones a la agencia noticiosa rusa Sputnik,
Para el analista Joaquín Morales, del periódico La Nación, ¨la inflación y las encuestas llevan a Macri a tomar medidas en las que él cree poco y nada. Él nunca quiso acordar precios ni congelar tarifas. Las disposiciones no pertenecen a su formación ideológica; se ve una disputa entre el Presidente y el candidato presidencial. Hoy triunfó el candidato.¨
Morales se pregunta qué va a pasar con el dinero para el subsidio de las tarifas, que son altísimas. ¨Nada es gratis, precisó. Si la gente no paga, comentó, lo que cuestan, lo debe pagar el Estado. Se abre el interrogante de dónde va a sacar el Estado el dinero si tiene un compromiso (con el FMI) de déficit cero¨.
El fracaso Macri
Desde que Macri asumió el cargo en diciembre en 2015, más de 1,5 millones de personas ingresaron a la pobreza. De esa cifra, un 58,7 % de los menores de 17 años sufren carencias y el 38% de los niños es pobre, según datos de la Universidad Católica Argentina (UCA).
La inflación en Argentina acumuló un incremento del 11.8 % en el primer trimestre del año, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), aun con la entrega de remesas de miles de millones del FMI.
Los altos niveles de precios al consumidor que se elevó a 54,7% en un año, dijo la publicación, se dan en un contexto de recesión económica, con una caída del 2.5 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, y en medio de un duro plan de ajuste fiscal.
El Mandatario, ingeniero y empresario, ex director del club Boca Juniors, y ex gobernador de Buenos Aires, ganó la Casa Rosada por solo 680.607 votos de diferencia frente al oficialista Daniel Sciolli, debido, entre otros factores, a una campaña comicial basada en el desprestigio del gobierno de Cristina Fernández, la histórica división de la corriente política peronista y, sobre esa plataforma, un rosario de promesas de mejoramiento en la calidad de vida de la población.
Sin embargo, han pasado cuatro años y los argentinos de todos los sectores observan como el barco donde se montaron con Macri está haciendo agua.
Ahora, muchos de quienes le brindaron su confianza se la han retirado.
Noticia terrible para este político que se convirtió en vocero de la burguesía argentina, desoyó las alarmas de la calle, y en un año electoral busca una tabla de salvación para mantenerse otro cuatrienio más en el gobierno nacional.
En su carrera como presidente, hasta ahora, el gobierno de Cambiemos no ha dictado una ley para favorecer a la clase obrera –principal sustrato de la economía nacional- y, por el contrario, el desempleo creció, subieron las tarifas de servicios esenciales hasta más de un 75%, las inversiones esperadas nunca llegaron, se disparó el dólar y la inflación aumentó. Argentina no despegó y, aconsejado, dijo él, por su amigo y homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó un préstamo al FMI por 70 000 millones de dólares, de los cuales ese organismo aprobó 56 000 millones.
El plan de restricciones impuesto por el Fondo y revisado trimestralmente por sus expertos, hasta ahora no tiene resultados positivos visibles.
En un período de término de mandato, la nación suramericana vive un profundo retroceso interno, pero las cartas del juego se le han ido acabando al Presidente, aunque el insiste en que este año habrá un despegue en los números.
Pero mientras esto sucede –si llegara a pasar-, el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) reveló en su última encuesta que seis de cada 10 personas votarán en las elecciones presidenciales de octubre próximo por candidatos de oposición a Cambiemos.
El aliado de Trump en Suramérica sufrió una caída estrepitosa. De casi un 60% de imagen positiva perdió más de 20 puntos en este indicador, y otros 22 puntos en intención de voto.
En la investigación del pasado día 14, la ex presidenta y ahora senadora Fernández de Kirchner, quien aun se desconoce si participará en las presidenciales, acumula, no obstante, la intención de voto con 36.1%, mientras Macri la sigue con un 27,5.
Según CEOP, fueron interrogados por teléfono 1 111 personas de todo el país, con respeto a las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
También la consultora del Grupo de Opinión Pública (GOP) hizo una medición sobre los próximos comicios, que dio como perdedor al Mandatario.
Las elecciones primarias de agosto próximo definirán quienes se enfrentarán en la lid electoral. Si Cristina Fernández acepta enfrentarse a Macri o en su lugar lo hace el ex candidato del FpV Daniel Scioli, con buen margen de puntuación en las encuestas locales.
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