Lo que no se dice sobre Venezuela

Durante dos días el gobierno venezolano presenta ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un importante informe sobre gestión e inversión social en el que expresa los avances del país en temas relacionados con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

En vigor desde el 3 de enero de 1976, el Pacto recoge en 31 artículos un grupo de parámetros que deben cumplir los países que lo suscriben para garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de sus ciudadanos; en especial los referidos a la seguridad social, la familia, la alimentación, el acceso al trabajo, la educación, la salud y las condiciones generales que le permitan una vida digna.

Venezuela se adhirió a dicho Pacto en 1978, apenas dos años después de su entrada en vigor. En esta ocasión, una Comisión presidida por el vicepresidente y ministro del Poder Popular para la Planificación y el Conocimiento, Ricardo Menéndez, expone no solo los avances sociales de la Revolución, sino también los retos y metas pendientes, las principales áreas en las que el gobierno continuará trabajando.

Por su parte, la Comisión de Naciones Unidas receptora de la información, está conformada por 18 miembros que unirán al informe del Gobierno Bolivariano, otros elementos recogidos mediante entrevistas a movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales e informes independientes sobre la situación de Venezuela en materia de los derechos básicos contemplados en el Pacto.

MÁS QUE CIFRAS, REALIDADES…

En medio de un contexto trascendental y definitivo como el que vive el país suramericano, ante la más brutal guerra económica y mediática, amenazas políticas internas y externas; muchos de los temas que refiere el informe del gobierno bolivariano no han sido abordados nunca por las grandes transnacionales de la comunicación mundial.

Durante la última década, más del 60 % de los ingresos del país han sido destinados a la inversión social, a impulsar programas que dignifican y protegen los derechos de la población, especialmente de los más desposeídos durante siglos. Uno de los más impactantes: el país minimizó los índices de pobreza hasta 5,6 %, luego de haber llegado a límites de casi 80 %.

Solo con la Misión Barrio Adentro Salud se han atendido más de 19 millones de venezolanos, más de dos millones de ellos viven aún en condiciones de extrema pobreza a donde nunca habían llegado estos servicios básicos. La unificación del sistema de Salud Pública, encabezado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, ha propiciado esta cobertura médica, además de la formación de más de 18 000 médicos comunitarios integrales, y hoy se encuentren cursando estudios otros 30 000.

Se ha garantizado la educación gratuita a millones de venezolanos, la erradicación del analfabetismo y el acceso a las universidades con una enorme ampliación de las capacidades para jóvenes de todo el país, hasta alcanzar en 2014 más de tres millones de matriculados. Las misiones Ribas, Robinson y Sucre continúan trabajando en el mapeo de la población y sus necesidades educativas para acceso a las diferentes enseñanzas.

La cultura y el deporte se han convertido en derechos esenciales para personas de todas las clases y grupos etáreos, lo cual consolida el rescate de lo tradicional, la identidad y la idiosincrasia del país. Ejemplo de ello lo son el sistema de orquestas infantiles y juveniles, las redes de teatro creadas y la restauración de obras nacionales reconocidas recientemente como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Venezuela se ha convertido también en una importante potencia regional en términos deportivos, con atletas de alto rendimiento reconocidos a nivel mundial, con profesores y activistas que masifican el deporte y la recreación a lo largo de todo el país.

Se expandió el acceso a las nuevas tecnologías de la información y se garantizó que más de tres millones de estudiantes contaran con una computadora otorgada por el gobierno revolucionario.

En 2012 se aprobó una nueva ley laboral que permitió el derecho de los trabajadores a un salario mínimo que ha ido aumentando paulatinamente, así como el respeto a las vacaciones, la recreación, la participación social, los sindicatos y la lucha contra todo tipo de discriminación racial, religiosa, por identidad sexual, género, afiliación política o alguna discapacidad.

Importantes pasos se han dado también mediante la creación de los Consejos Presidenciales Gobierno, representativos de los diversos sectores de la población, para la igualdad de la mujer, el empoderamiento femenino y de la juventud, así como la protección de sectores obreros y campesinos.

Gracias a la creación de la Gran Misión Vivienda Venezuela se han construido más de 700 000 viviendas dignas, y el gobierno se propone alcanzar al cierre de este año la cifra de un millón de viviendas construidas, hasta llegar a los tres millones para el 2019, según lo planteado en el Plan de la Patria por el Comandante Supremo Hugo Chávez.

La creación de otras misiones como Hijos de Venezuela y Hogares de la Patria permitió la protección de un importante número de madres solteras y la atención directa de más de 500 mil familias en pobreza extrema.

Más de 1 500 Bases de Misiones Sociales se han construido solo en el último año en comunidades pobres y urbanizaciones creadas por la Revolución, para llevar a la población de esos lugares —la mayoría de ellos bien apartados— la atención directa y los servicios básicos que se requieren para vivir: salud, alimentación, educación, vivienda, agua potable, desarrollo de proyectos socio-productivos locales, entre otros.

El Sistema de Misiones y Grandes Misiones que lleva el nombre del líder eterno Hugo Chávez impulsa sin cesar todo un sistema nacional que tiene como centro a las comunas, al poder popular accionando, interactuando, gobernando, asumiendo importantes direcciones regionales que inciden en la calidad de vida de la población, en la inserción social y la disminución de otros males sociales relacionados con la inseguridad, las drogas y la delincuencia.

Por solo mencionar otro indicador importante, Venezuela fue reconocida por la FAO como uno de los pocos países cumplidores de las metas del milenio, en relación con los parámetros de alimentación establecidos.

EN VENEZUELA SE CONSTRUYE LA ESPERANZA

Estos y otros muchos indicadores expone la Comisión del Gobierno venezolano ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Al decir del ministro venezolano del Poder Popular para la Planificación y el Conocimiento, Ricardo Menéndez este martes ante la ONU, en el país suramericano se libra una batalla y se construye una esperanza; y esa batalla por los derechos humanos debe concretarse en las calles, en los niños, en las mujeres, en los ancianos; en un combate que por defender lo conquistado aunque apenas se esté iniciando en el camino al futuro.

“Somos un pueblo humilde, vigoroso, digno. Somos el pueblo de Bolívar y conocemos plenamente nuestras dificultades, y cada día tenemos el desafío de enfrentarlas y resolverlas”, aseguró Menéndez, quien defendió el derecho de los venezolanos a su soberanía y autodeterminación.

Y es que en un año trascendental para la Revolución Bolivariana, en medio de un proceso electoral definitivo, en el que la participación popular, el reconocimiento de lo alcanzado y hasta donde se lucha por llegar, seguirán marcando la pauta, también se seguirá hablando de derechos humanos en todos los terrenos.

Muchas campañas mediáticas se gestarán para desacreditar lo realizado hasta ahora y para imponer la incertidumbre y la inestabilidad por encima de las realidades. En contraposición, el gobierno de Nicolás Maduro continúa dando pasos para garantizar la mayor suma de felicidad posible a su pueblo, tal como lo deseara Bolívar y lo trazara Chávez en las líneas del Plan de la Patria.