domingo, 8 de septiembre de 2024

Las pesadillas del candidato Capriles (II): Caso Caldera (+Video)(+Infografía)

Para Capriles Radonski, el candidato opositor a las polarizadas elecciones en Venezuela, los malos ratos no terminan con las deserciones en sus filas....

Julián Alonso en Exclusivo 21/09/2012
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Caldera, Julio Borges y Capriles
Caldera —a la izquierda—, junto al diputado Julio Borges y el candidato Capriles Radonski.

Para Capriles Radonski, el candidato opositor a las polarizadas elecciones en Venezuela, los malos ratos no terminan con las deserciones en sus filas.

El diputado Juan Carlos Caldera, con “mucho futuro político dentro de la oposición” —según analistas—, jefe de campaña de Capriles en el Estado de Miranda y candidato a la alcaldía del municipio de Sucre, fue captado en un video casero recibiendo soborno o coima, colocándose así como el caso más sonado en los medios nacionales e internacionales dentro del marco de la campaña electoral.

Si conectamos esto con la inmediata actitud del candidato Capriles de condenar, sin derecho a la defensa a su aliado cercano, se evidencia su capacidad más pragmática y antiética de manejar los asuntos de consecuencias fuertemente adversas a él, en los que tiene responsabilidad y no es capaz de aceptarla públicamente.

Capriles aplicó un rápido “control de daños” con palabras que buscaban impactar en el electorado: “El diputado Juan Carlos Caldera no tiene derecho a utilizar mi nombre ni este proyecto para beneficiarse.

Queda fuera de la campaña electoral y queda excluido como representante nuestro ante el Consejo Nacional Electoral”.

Interesante contraste entre un Chávez que ante la adversidad dijo “me responsabilizo” y asumió su cuota de castigo por el levantamiento cívico militar del 4 de febrero de 1992 y un Capriles que solo evade: ante la acusación del asedio a la embajada de Cuba dijo “yo no estuve”; cuando se denunció el documento del paquetazo neoliberal señaló “yo no lo redacté, es un papel chimbo”, ahora un cercano colaborador recibe dinero y el no vacila “ese dinero no lo recibí, ese no es asunto mío, allá Caldera”.

Mientras, Primero Justicia separaba a Caldera e intentaba huir del escándalo hacia adelante, con acusaciones furibundas al gobierno y al propio presidente Hugo Chávez de impulsar una guerra sucia contra la oposición; Caldera ofrecía una conferencia de prensa, suerte de mea culpa en la que cargó con todas las de perder, aceptó que recibió 40 mil bolívares —alrededor de 10 mil dólares— pero solo para financiar su campaña.

En el video, un empresario entrega dos sobres, uno cerrado y otro en el que se ve un fajo de billetes como pago por “una tarea que aún no ha sido culminada”, tal y como dice Caldera en el material audiovisual. “Lo hacemos discreto pero le echamos bola”, se escucha al diputado justiciero.

Caldera repitió una y otra vez que Capriles nada tiene que ver con el dinero que recibió de manos de quien identificó como Luis Peña, supuesto emisario del empresario venezolano Wilmer Ruperti. Entonces, ¿a dónde fue a parar el dinero? ¿Quién lo recibió? ¿Estaba realmente Capriles ajeno?

Caldera, entre sollozos y risas nerviosas, alegó su propia “ingenuidad” como culpable de sus actos. Lo contradictorio es que mientras afirmaba en la rueda de prensa que el dinero era para su propia campaña, insistía en que la prioridad por ahora para el Comando Venezuela “era la candidatura de Capriles”.

Finalmente, una periodista cuestionó: “¿Y cuál fue el destino final de ese dinero, diputado?”. La respuesta de Caldera fue categórica: “Otra pregunta, por favor”.

Dentro del espectro de la MUD y sus allegados ha habido incluso quienes ven como normal su actitud. Para Mercedes de Freitas, directora de la ONG Transparencia Venezuela, hay que descartar la teoría del soborno, “si uno ve el video, no se ve alguna propuesta que el diputado pudiera hacerle, considerando la posición que tiene la oposición en la Asamblea, no parece tener poder de decisión para ofrecerle algo a un empresario”.

Sin embargo, para el vicepresidente ejecutivo de la República, Elías Jaua, con este tipo de justificación “se pretende naturalizar la corrupción: decir que recibir dinero de un empresario privado no es corrupción para un funcionario, claro que lo es, está tipificado en la Ley Anticorrupción (…) si era para la campaña electoral, ahorita no hay campaña para alcalde, de manera que ese dinero estaba siendo recolectado para la campaña de Capriles Radonski y bueno, ahí la tarea del diputado de sacrificarse”.

El candidato que recibe dinero ilegal está hipotecando su soberanía, queda atado de manos y vende la soberanía del pueblo al mejor postor.

El pueblo venezolano ha rechazado categóricamente el soborno que recibió el diputado. Lisbeth Luna indicó que “esa es la desesperación que tiene esa gente para acabar con el pueblo de Venezuela, con los pobres, con los más allegados a nuestro presidente. Esto, lo que acabaron de hacer es grave… aquí está un pueblo que despertó y maduró. No queremos más corruptos”.

Otro venezolano, Víctor Cova, hizo un llamado a la Asamblea Nacional para que investigue a Caldera. “Esa es la política vieja que empleaban los adecos y copeyanos”, que se alternaron en el poder durante varias décadas en Venezuela, al más puro estilo de los demócratas y republicanos en Estados Unidos. “El cambio que Capriles está pregonando es el de la cuarta República para saquear al pueblo”, sentenció Cova.

Para el politólogo Nicmer Evans, “el deterioro de una oposición decadente se acelera, y la afectación moral de los simpatizantes y maquinaria de Capriles es inminente. Pero aún la historia no termina, faltan 3 semanas” para el 7 de octubre, cuando el pueblo decidirá quién los dirija para el venidero sexenio.


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Julián Alonso

"Aprendiz de todo maestro de nada, pero irremediablemente periodista".


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