Grupo Brics más fuerte y en crecimiento (+ Audio)

En momentos de gran peligro para la humanidad, tanto en la esfera económica como medioambiental, entre otros pareceres, el grupo integrado por Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica (Brics), gana peso en la geopolítica mundial, como alternativa positiva al pretendido unilateralismo de Estados Unidos (EE.UU.). América Latina y el Caribe buscan su inserción en el nuevo modelo.

Brics es el acrónimo de una asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes que en la década del 2000 eran consideradas el paradigma de la cooperación Sur-Sur. Sudáfrica fue la última en integrarse en 2011.

Este Grupo, que acaba de celebrar una reunión de sus cancilleres en Johannesburgo, previa a la 15 Cumbre de Jefes de Estado y/o Gobierno del 22 al 24 del venidero agosto, tienen en común una proyección diferente a la estadounidense en cuanto a los principios que rigen las leyes mercantiles y comerciales.

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En la comunidad mundial es reconocido que acuerdos bilaterales adoptados por el Brics y países pobres o en desarrollo poseen un basamento en el que sobresale la flexibilidad en los términos de pago y las inversiones conjuntas bajo el axioma de respeto a la independencia y la soberanía de las naciones. Un panorama bien diferente al que presenta, por citar solo un ejemplo, el prestamista Fondo Monetario Internacional (FMI), leáse caso Argentina, a la que mantiene en una asfixia sin precedentes con una deuda en realidad impagable. Bajo términos similares hace también sus negocios el Banco Mundial, un buitre, como es llamado por sus acreedores.

Los cinco miembros del Grupo poseen en común una gran población –y por ende un nido de mercados muchos aún inexplorados- . China e India sobrepasan los 1000 100 000 de personas, Brasil más de 200 000 000 y Rusia sobrepasa los 140 000 000. Sudáfrica, el más pequeño de los socios, posee una población estimada en 2022 en 59,900 000 habitantes. El potencial financiero conjunto es mayúsculo y cuando fue organizado, sus integrantes representaban el 20% de la inversión, el 53 % de la población y el 31,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo.

De suma importancia es la altísima cifra de recursos naturales que posee este bloque. Brasil cuenta con las mayores reservas de agua dulce del planeta, un producto que con los constantes cambios del clima podría convertirse en un renglón de alta cotización.

Estos parámetros brindan al Brics grandes potencialidades a nivel planetario. Prima entre ellos el principio de la unidad por sobre las diversidades ideológicos.

Por tanto, y según expresan sus máximas autoridades, ese bloque constituye un ejemplo en momentos en que distintas regiones geográficas buscan caminos diferentes a los trazados por EE.UU. para el desarrollo de sus poblaciones, en las dos últimas décadas bajo el sistema neoliberal, con excepciones que, a cambio de tratar de salir de la batuta de la supremacía estadounidense, sufren sanciones económicas, financieras y comerciales. Entre ellas están Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua.

La cita que acaba de realizarse en Johannesburgo, bajo la batuta de la canciller sudafricana, Nélida Pandor, dejó claro la necesidad de nuevos análisis y proyecciones de este Grupo que tiende a crecer,  tras el paso desgarrador de la pandemia de la Covid-19 a nivel mundial, y la operación especial de Rusia contra Ucrania, en el interés de defender a sus ciudadanos.

BANCO DE DESARROLLO DIFERENTE

La presidenta del nuevo Banco de Desarrollo de los Brics, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, advirtió que el grupo está en una posición única para liderar el camino "hacia un mundo próspero y un desarrollo sostenible".

Mientras en Washington se realizaban las llamadas reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, Rousseff, economista de profesión, asumía el cargo en la ciudad china de Shangai, con la presencia del dignatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, de visita en la nación asiática, donde se entrevistó de manera oficial con su par Xi Jiping. También viajó a Rusia y conversó con su homólogo Vladimir Putin, ya que el líder suramericano presentó varias propuestas para finalizar el conflicto bélico entre esa nación y Ucrania.

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Es destacable que mientras en las citas de los prestamistas capitalistas no hubo propuestas de soluciones a la crisis económica mundial, Rousseff  -quien liderará la institución hasta 2025, cuando su país complete su mandato- brindó un mensaje de aliento al conjunto de naciones pobres y el rol que el Banco jugaría en el desarrollo y sustentación económica de esos territorios.

La presencia de Lula da Silva fue considerada de trascendental en medios financieros, donde Brasil había perdido credibilidad, o se había retirado, bajo los criterios excluyentes de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

El regreso del gigante suramericano es visto con entusiasmo en el foro bancario, pues sus criterios distan de las instituciones capitalistas, envueltas en  críticas por el injusto sistema de pagos que exigen. Esas entidades estiman que el crecimiento promedio del PIB mundial será del 2,2% anual hasta el 2030, una disminución de casi un tercio respecto a las cifras resultantes entre los años 2000 y 2010, en tanto la inflación –según criterios brindados por sus autoridades- se mantendrá.

En torno a ese y otros dilemas habló Lula da Silva en Shangai, donde también vaticinó el renacimiento de instituciones regionales quebradas por regímenes derechistas en América Latina, como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), formada por 12 naciones, con cuyos mandatarios celebró una cumbre en Brasilia la pasada semana con propósitos integracionistas.

El líder suramericano tiene razón. Las naciones del llamado Sur-Sur tienen en el Grupo Brics la posibilidad de nuevas aperturas comerciales y mercantiles, ya que en la actualidad están en su mayoría altamente endeudados por las altas tasas de interés para pagos decretados por muchos bancos centrales.

Uno de los temas de debate en el Brics es el uso generalizado del dólar. Lula da Silva, reconocido como un conciliador de intereses a nivel global, habló en Shangai sobre la creación de una moneda única del Brics que sustituya la norteamericana en las transacciones comerciales.

El dignatario precisó que en la actualidad hay que correr detrás del dólar para exportar, y consideró al Banco de Desarrollo de los Brics una alternativa al FMI, pues no impone condiciones ni otras exigencias para prestar dinero.

AMIGOS DE LOS BRICS

Cumbres presidenciales, citas de cancilleres y reuniones bilaterales fomentan un nuevo entramado geopolítico en las narices de EE.UU.empeñado en impedir la búsqueda de un entendimiento entre Rusia y Ucrania mientras sus fábricas de armamentos junto a las de Europa, obtienen ganancias.

A ese contexto se refirió Pandor, la anfitriona sudafricana, quien enfatizó en que “No podemos permitir que un conflicto en una parte del mundo sustituya al objetivo de erradicar la pobreza como mayor desafío global y analizó la necesidad de atraer de nuevo la atención y los recursos del mundo a este hecho preocupante”.

La visión de los Brics es la de brindar liderazgo global en un mundo fracturado por la competencia, la tensión geopolítica, la desigualdad y el deterioro de la seguridad global. Es también lla de impulsar la inclusión de África y el sur global en una base mundial más justa y equitativa.

En el encuentro se analizaron los planes para la posible admisión de nuevos miembros, cuando ya existen 19 solicitudes, entre ellas la de Irán, cuyo canciller Hoseín Amirabdolahian ratificó la voluntad integracionista de Teherán. También Venezuela formalizó su intención de pertenencia a la entidad.

Irán, que asistió como invitado, al igual que Cuba, como presidenta del Grupo de los 77 más China, precisó que "entidades como  la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y los Brics pueden jugar un papel muy importante en el nuevo orden mundial que se está formando”.

En ese contexto, el viceministro primero de relaciones exteriores de Cuba, Gerardo Peñalver Portal, reclamó en Johannesburgo un nuevo orden multilateral mundial, con eje en la cooperación, la solidaridad y la integración.

Al intervenir en la reunión de titulares de Exteriores de los países Amigos del Brics, el diplomático cubano destacó ese reclamo histórico que une al G77 más China y el Grupo Brics. Este último, planteó, puede y debe contribuir de manera significativa a la necesaria reforma del actual sistema financiero internacional.

Significó que el orden heredero del colonialismo descasa en reglas, instituciones y sistemas para beneficio de las antiguas potencias coloniales y propicia las condiciones actuales de crisis económica.

En su opinión, la puesta en funciones de la institución bancaria de los Brics y su eventual expansión, puede constituir una importante alternativa para el Sur, pues su desarrollo movilizaría financiamiento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Peñalver anunció que Cuba convocó para septiembre próximo una Cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G77 y China sobre los retos actuales del desarrollo y el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en ese contexto.
 

El Grupo Brics, en pleno proceso de madurez y desarrollo, deviene esperanza para quienes se sienten asfixiados por el sistema imperialista. Sin embargo, expertos calculan que hacia el año 2050 seis de las siete mayores economías del mundo serán países emergentes.