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sábado, 23 de noviembre de 2024

El País: Ni al pan, pan, ni al vino, vino

La reciente decisión de la dirección del Grupo PRISA de reducir un tercio de la plantilla periodística de su diario emblemático, proclamado como el “periódico global en español”, nos ha dado la oportunidad de conocer la libertad de que gozan sus avezados escribidores...

Iroel Eri Sánchez Espinosa en Exclusivo 13/10/2012
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diario El País
Se hace difícil creer en estos adalides de la libertad de expresión.

A pesar de crecientes desencantos, aún se escuchan algunas voces de este lado del Atlántico elogiando la libertad de que gozan los intelectuales españoles. “Ellos escriben en periódicos como El País columnas atrevidas donde llaman al pan, pan, y al vino, vino”, suelen decirnos. 

Pues la reciente decisión de la dirección del Grupo PRISA de reducir un tercio de la plantilla periodística de su diario emblemático, proclamado como el “periódico global en español”, nos ha dado la oportunidad de  conocer la libertad de que gozan sus avezados escribidores.

Elvira Lindo, que tiempo atrás atacaba furibundamente, y con todas sus letras, al actor Guillermo Toledo por atreverse a decir la verdad en medio de una campaña de mentiras contra Cuba, ahora ha escrito en El País una linda metáfora sobre la madurez para ¿responder? a las declaraciones del presidente de PRISA,  Juan Luis Cebrián, en el sentido de que los periodistas de más de 50 años ya no le sirven al periódico. En apenas dos párrafos, Lindo cita una extensa lista de personalidades que con más de 50 años han logrado realizaciones significativas pero, en franca violación de todas las reglas del periodismo, no alude al origen de su reflexión ni menciona una sola letra del nombre de Cebrián. 

Maruja Torres, quien en su columna de El País proclamara su molestia por ver a Fidel Castro y Hugo Chávez -también con todas sus letras- concebir planes para alfabetizar y curar la vista a millones de latinoamericanos, luego de lo cual ella ya estaba lista para  “jurar que Pinochet chochea bondadosamente” y permitir que Donald Rumsfel le “estampara un beso estilo desatascador de baño”, también “protesta” en el diario madrileño.  Escribe una universal reflexión sobre la insensibilidad de los jefes con los trabajadores que puede referirse por igual a México que a Hong Kong, lo mismo en el siglo XX que el XXI. 

“Lo que la plantilla opine sobre su director no le interesa al lector”, ha dicho Javier Moreno, director de El País, sobre la censura en el diario al hecho de que el Comité de redacción del periódico ha votado en Asamblea por  su dimisión. Pero no es solo la plantilla, los columnistas profesionales que desde sus páginas de opinión dicen juzgar lo humano y lo divino tampoco han podido referirse al tema. La misma censura se ha aplicado a los comentarios de los lectores en la web porque, según Moreno, “es un procedimiento habitual borrar comentarios ofensivos que degradan la discusión en todas aquellas informaciones en las que se produzcan”. 

Se hace difícil creer en estos adalides de la libertad de expresión cuando son incapaces de hacer por sí mismos lo que pontifican para los demás. La crisis económica, las malas decisiones de sus ejecutivos y las mentiras en masa, como acaban de evidenciar con su cobertura de las elecciones en Venezuela, hacen quedar muy mal a los defensores del que alguna vez fue un referente para el periodismo latinoamericano pero hoy no es más que otra empresa española en crisis que trata de salvarse hundiendo a sus trabajadores y para colmo  les prohíbe contarlo. En fin, ni al pan, pan, ni al vino


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Iroel Eri Sánchez Espinosa

Se han publicado 1 comentarios


pjmelián
 17/10/12 16:15

¡ Riéndome a mandíbula batiente ! El padrastro satanás dándole nalgadas al hijastro diablo. ... I never had it so good ! pjmelián

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