Apenas a días del anuncio del rey Felipe Sexto de que volvería a contactar con los partidos políticos españoles en un renovado intento por establecer un gobierno nacional, el movimiento Podemos confirmó que casi el noventa por ciento de sus integrantes rechaza la idea de una alianza oficial donde aparezca el grupo de centro derecha Ciudadanos.
En efecto, según voceros de Podemos, más de 88 por ciento de su bases dijo no a un acuerdo para integrar gabinete con el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, si este insiste en ligarse a Ciudadanos, porque considera que semejante entendimiento pone insalvables límites a las transformaciones que está reclamando España en medio de una crisis económica con grave incidencia social.
En consecuencia, la nación ibérica, carente de gobierno desde los comicios generales de diciembre último, parece que se mantendrá acéfala de poder hasta inicios de mayo próximo, cuando, de acuerdo con las leyes, la monarquía deberá disolver el parlamento y convocar a nuevas elecciones.
Como se conoce, luego de las más recientes votaciones, la casa real decidió otorgarle a Pedro Sánchez, líder del PSOE, la formación de la administración nacional.
No obstante, los intentos del joven dirigente por lograr consenso con Podemos y otras organizaciones de izquierda no fructificaron a partir de sonadas diferencias en torno a la futura línea de conducta oficial, a lo que se sumó el entendimiento del PSOE con la agrupación de centro derecha Ciudadanos, considerada como una cuña a toda posibilidad de estructurar cambios radicales.
Los socialistas requerían de tales alianzas de manera de conformar una mayoría en el parlamento y poder frustrar las aspiraciones de retorno al gobierno del derechista Partido Popular, PP, y del saliente jefe de gabinete Mariano Rajoy.
Lo cierto es que en los más de cuatro meses transcurridos desde el cierre de las urnas, toda negociación ha sido inútil, y al parecer la tapa al pomo acabó de llegar con la negativa de Podemos derivada de la consulta realizada días atrás entre sus militantes acerca de tan sensible asunto.
Y si bien, según afirma la prensa, algunos voceros de la izquierda aseguran que no albergan temor con relación a una nueva convocatoria a las urnas para junio de este año, no es menos cierto que el desacuerdo vigente ayuda a fortalecer la campaña derechista acerca de la pretendida incapacidad de sus oponentes para establecer un panorama local estable, seguro y con una sólida gobernabilidad.
Como quiera, de no ocurrir lo que ya algunos califican de “milagro” en el entendimiento entre los grupos de centro e izquierda, los españoles deberán movilizarse nuevamente para tratar de poner coto a la ya larga carencia de renovadas autoridades nacionales, y nadie quita que las disputas en ese sector político pesen en alguna medidas en su contra a la hora de que indecisos o gente molesta coloquen la boleta en las urnas.
Por lo pronto, y como una leve luz al final del largo túnel, voceros de Podemos indicaron que la puerta no está aún del todo cerrada, pero que será la dirección del partido la que deberá tomar las decisiones a partir de un análisis que no obvie los criterios expresados en las urnas por su militancia.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.