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martes, 24 de diciembre de 2024

El día después de Daniel Noboa en Ecuador

El presidente electo deberá hacer magia durante 18 meses para trazar pautas sobre problemas económicos y de criminalidad, entre otros...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 28/10/2023
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Motín carcelario en Ecuador
La criminalidad y los motines en las cárceles ecuatorianas serán algunos de los graves problemas que enfrentará Daniel Noboa. (Tomada de Desalineados - Rebelión)

El presidente electo de Ecuador, el millonario empresario Daniel Noboa, de 35 años, enfrentará un proceso gubernamental de apenas 18 meses, el cual considera un preámbulo para su posible reelección en 2025, pero un tiempo demasiado corto para demostrar que cuenta con el calibre para enderezar una nación azotada por una crisis generalizada.

Noboa, que se autodeclara un político de centro-izquierda, creció junto a su padre Álvaro, un magnate del banano a nivel regional, y fracasado aspirante a la presidencia del país en cinco ocasiones. Ahora su joven hijo, sin discursos altisonantes ni atacar al partido Revolución Ciudadana (RC), obtuvo un 52, 60% de los votantes que lo eligieron en balotaje frente a la izquierdista Luisa González. El ganó en 18 de las 24 provincias de la llamada nación meridiana del mundo.
 

A los 18 años, había formado la empresa llamada DNA Entertainment Group en un salto hacia los negocios. Formado en universidades de Estados Unidos (EE.UU.), el joven se vinculó a la política hace solo dos años cuando ocupó un escaño en la Asamblea Nacional (AN) del país. Sin embargo, con métodos sutiles, y sin los habituales ataques políticos entre aspirantes, ganó la simpatía de los electores, en especial los más jóvenes.
 

Noboa sustituirá al banquero y actual mandatario Guillermo Lasso, quien en mayo pasado alteró el proceso normal electoral al dictar la figura constitucional conocida como muerte cruzada para cerrar el legislativo y adelantar comicios. Acusado de corrupto, se libro de un juicio parlamentario en el cual sería destituido.
 

En un lenguaje dirigido en especial a los más jóvenes, el candidato del partido Acción Democrática Nacional (ADN) convenció de sus ideas a quienes no vivieron la etapa de bonanzas y dignidades cuando gobernó el líder de RC Rafael Correa. Ese líder popular, exilado ahora en Bruselas, fue traicionado en sus ideales por su amigo y sustituto en Carondelet Lenin Moreno, que instauró el neoliberalismo en el país;  y luego a Lasso, quien jamás logró la estabilidad interna en sus tres años de gestión.
 

En pleno proceso de transición gubernamental, todavía no hay un día indicado en firme para que Noboa, casado, con un hijo y su esposa embarazada, asuma su nueva misión, pero con la mirada puesta en la reelección dentro de año y medio cuando concluya su mandato, la fecha en lo que lo haría Lasso.
 

Antes de que ocurra el cambio oficial, la nueva AN tomará posesión, si no hay cambios, el próximo 8 de diciembre, y ese mismo día podría comenzar sus labores. En la primera sesión deberá instalarse, escoger a sus autoridades, y repartir a los ganadores en las 15 comisiones permanentes, hasta 10 días después. La AN deberá posesionar a Noboa y a su vice Verónica Abad, quien no niega su ideología de derecha. Aún la fecha está por definirse.

En esta nueva Asamblea, de 137 miembros no tienen presencia los partidos CREO, de Lasso, y la Izquierda Democrática (ID).

 

La RC sigue ocupando el mayor número de  escaños, con  97, seguido por Construye, con 28, del asesinado candidato presidencial Fernando Villavicencio, el pasado 9 de agosto.
 

De ahí que si Noboa intentará conseguir los apoyos que le permitan fuertes puntales. De lo contrario le será difícil sacar adelante sus propuestas.
 

En opinión de analistas, tendrá que buscar alianzas, y ahí entra en juego el reparto de ministerios e instituciones políticos para obtener votos en la AN que le permitan implantar sus anunciados programas.

 

¿FAVORECERÁ NOBOA A LOS MAS POBRES?
 

Algunos observadores de la situación social actual en Ecuador, situado en la línea imaginaria que divide al planeta, consideran que su discurso se aleja de los de su padre, más agresivo y poco conciliador.

Este joven pertenece a la tercera generación de una familia de empresarios multimillonarios de Guayaquil, la región más importante del país.
 

Su abuelo, Luis Noboa Naranjo (1916-1994) fundó la Exportadora Bananera Noboa, y fue considerado, como su hijo Álvaro (1950), uno de los hombres más ricos de Ecuador. La familia controla ahora un entramado multinacional de empresas bajo la insignia del Grupo Noboa.
 

Resulta difícil imaginar que a pesar de su proyección pública diferente a la de su progenitor, el joven de carrera política meteórica, hará cambios sustanciales en la sociedad ecuatoriana, con su procedencia clasista capitalista.
 

Para tratar de entender la posición del futuro mandatario, el politólogo Roberto Calderón indicó que Noboa, postulado por la alianza tripartita Acción Democrática Nacional (ADN) no es calificado como un anticorreísta, sino como un político hábil que muestra posiciones conciliadoras y pragmáticas, absteniéndose de lanzar ataques frontales a sus rivales.  
 

“Su practicidad en el discurso y alejarse de la polarización correísmo-anticorreísmo, afirmó, le ha servido muchísimo. Esto revela que el electorado quiere escapar de la polarización, de la inseguridad, de la violencia de todos los días y apuntar a soluciones sumamente prácticas e inmediatas”.
 

 “Daniel, precisó, marca cierta distancia con Álvaro a nivel simbólico, a nivel .-discursivo y a nivel de lo práctico que necesita en este momento el país”.
 

En sus distintas intervenciones públicas, el ahora mandatario mostro rasgos centro-izquierdistas, más que todo porque la etiqueta de derecha podría relacionarlo con la continuidad del saliente Ejecutivo signado por la corrupción y la impopularidad.
 

En su victoria para pasar a las finales, resultó decisivo el debate previo a la primera vuelta electoral, 11 días después del asesinato de Villavicencio y luego de que RC fuera acusado por los conservadores de cometer el homicidio en Quito, la capital.

Noboa resultó convincente con su oratoria tranquila y capaz de calar entre el electorado, en especial los jóvenes.

“Tuvo la oportunidad en pocos minutos de mostrar su conocimiento de ciertos datos determinantes sobre la actualidad del país y eso le hizo verse como un tipo muy formado y preparado para acceder a la presidencia”, asegura el periodista Cazar Baquero*.

 

¿QUÉ ECUADOR RECIBIRÁ NOBOA?
 

"Tenemos un plan ambicioso de eliminar la desocupación juvenil, así como impulsar la generación de empleo. Por ejemplo, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) diferenciado para materiales de construcción, el incentivo a la inversión en esa área y retomar la obra pública abandonada los últimos dos años, en conjunto, puede generar empleo muy rápido", dijo Noboa en una reciente entrevista con el medio ecuatoriano Primicias.

La creación de puestos de trabajo es uno de los dos ejes principales de su programa. El otro es la lucha contra el crimen, para la que prometió "mano dura" y "devolver la paz a las familias".
 

En esa conformación de planes, González, la candidata de RC que recibió el 47.73% de los votos, recordó al nuevo mandatario que podía contar con su partido ¨para reconstruir esta nación sudamericana¨, pero le aclaró que   no aceptaría en la AN propuestas como la privatización de la salud o la educación¨.
 

En el plano económico,  prometió mantener la dolarización y atraer inversionistas a la nación, pero sin esclarecer como en corto tiempo disminuirá la pobreza que ahora ronda el 27,0 y la pobreza extrema el 10,8% a nivel nacional.
 

Recibe también este año un país sumido en la peor crisis de seguridad de la historia, lo cual será difícil de solucionar en 18 meses.

Solo en los primeros siete meses de este año hubo 3500 homicidios, la mayoría son solucionar, según datos oficiales de la Policía. Bandas criminales como Los Lobos, Los Tiguerones, los Choneros o la mafia procedente de los Balcanes dominan barrios enteros y cárceles, desde donde dirigen sus actividades ilícitas a veces incluso con la complicidad de las autoridades.
 

Al respecto, Noboa se pronunció por crear un programa de segmentación adecuado, con la creación de barcazas, o cárceles flotantes, para tener aislado al 17% considerado mas violento de los delincuentes, según dijo a Primicias. "Las cárceles barcazas serían una medida transitoria para ubicar a los delincuentes más peligrosos, mientras reestructuramos todo el sistema carcelario¨, y recordó que ahora los bandoleros, protagonistas de motines casi continuos, ¨viven como en hoteles cinco estrellas, con aire acondicionado, pantallas y suites¨. Desde las barcazas perderán contacto con el exterior.
 

También adoptará regulaciones como penalizar el consumo de drogas a pequeña escala, crear un sistema de jurados para delitos graves e invertir en avances tecnológicos para neutralizar la delincuencia en vías y fronteras.

En su campaña, Noboa también dio especial énfasis a la idea de potenciar la educación, con un aumento de la inversión en el sector formativo, políticas de incentivos a escuelas y universidades, y programas para vincular el ámbito educativo con el productivo.
 

Se prevé que el mandatario electo legislará negociando únicamente con los articulados de ley y presentará proyectos urgentes cada mes para presionar a la Asamblea y que esta no atienda cuestiones secundarias.

Un tema sobre el cual aun no se ha pronunciado es que Ecuador está obligado a recibir tropas de EE.UU. según un acuerdo firmado por Lasso. Los militares extranjeros ingresarán al país para realizar operativos de corta duración, según el canciller Gustavo Manrique.
 

La firma de esta versión de la doctrina Monroe impone de nuevo la presencia norteña en Ecuador, que bajo el gobierno de Correa cerró la base militar de Manta.  Ahora regresan bajo el viejo pretexto de combatir el narcotráfico cuando en realidad representan un peligro intervencionista en la región.
 

De cómo actué Noboa –aunque después cambie su posición- en estos 18 meses dependerá en un triunfo en su perseguida reelección. Por lo pronto, tendrá que trabajar muy duro para demostrar que no mintió y que no es tan neoliberal como lo describen politólogos de vasta experiencia.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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