Boric, de 35 años, es el aspirante más joven al Palacio de La Moneda, alcanzó notoriedad durante las grandes manifestaciones estudiantiles de 2011 para exigir una educación gratuita, libre y de calidad, y en la actualidad es diputado por la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Kast, un abogado de origen alemán, ya se postuló como candidato a la presidencia en 2017 y es un defensor del legado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En los comicios del pasado 21 de noviembre Kast obtuvo el primer lugar, con apenas dos puntos de diferencia sobre el rival, pero las encuestas publicadas aquí después de la primera vuelta dan como favorito a Boric para el balotaje.
“Creo que va a ser una elección muy estrecha, sin embargo, en los últimos días tenemos una percepción más optimista de que Boric pueda ganar”, dijo en entrevista a Prensa Latina el director del periódico El Siglo, Hugo Guzmán.
Añadió Guzmán que durante la campaña hubo un despliegue territorial muy intenso a su favor, con actividades masivas de respaldo a su candidatura y el mundo de las artes, la cultura, la ciencia, la educación, el sector estudiantil, laboral y feminista se movilizó para apoyarlo.
“Aquí se juegan en lo fundamental dos opciones de país”, declaró el también analista político, y explicó que con Boric existe la posibilidad de avanzar hacia una nueva Constitución que deje atrás la vigente desde la época de la dictadura, y hacia un Estado que garantice derechos sociales, como la educación, la salud y la diversidad sexual.
De otra parte, Kast representa la regresión, la posibilidad de que no haya una nueva carta magna, una fragilidad en materia de derechos humanos y la instalación de políticas públicas retardatarias y represivas, afirmó.
Guzmán se refirió también a las mentiras propagadas por la ultraderecha para tratar de desacreditar al candidato de Apruebo Dignidad, tanto en los debates por radio y televisión como en las redes sociales.
“En Chile la extrema derecha usa las noticias falsas, las medias verdades, el terrorismo mediático, las comunicaciones distorsionadoras y la alteración de la realidad para imponer un mensaje que tenga efecto en sectores de la sociedad”, denunció.
De acuerdo con el analista este es un fenómeno que no solo se da aquí, sino también en otros países de Latinoamérica como Brasil, Paraguay, Argentina y México.
Las elecciones despiertan interés a nivel internacional y en días recientes personalidades como el Premio Nobel de La Paz Adolfo Pérez Esquivel o la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se pronunciaron sobre el tema.
“Creo que, particularmente por nuestra historia, hay mucha atención a que no retrocedamos a un régimen de ultraderecha, un representante del Pinochetismo”, comentó Guzmán.
Según su criterio, también hay esperanzas en un modelo progresista que se incorpore a alianzas con los demás gobiernos de izquierda del continente y que pueda contribuir con una mirada democratizadora y de derechos sociales a nivel de América Latina.
Hoy en la región tenemos desafíos como la lucha contra la pobreza, el acceso a la alimentación, al agua potable, el combate a la pandemia de la Covid-19, al déficit habitacional, un comercio más equitativo, y en eso podríamos contribuir si triunfa la alianza Apruebo Dignidad, aseguró.
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