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lunes, 18 de noviembre de 2024

Bolivia: ¿sí o no? por el futuro

Más de 6,5 millones de bolivianos, de ellos 258 mil residentes en el exterior, están convocados este domingo a un referendo que podría reformar de manera parcial la Constitución Nacional...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 21/02/2016
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El referendo solicitado por los movimientos sociales para reformar un artículo de la Carta Magna que permitiría una recandidatura del presidente Evo Morales y su vice Álvaro García Linera en el 2019, tiene lugar este domingo en Bolivia, en lo que se considera la oportunidad del oficialismo de alcanzar las metas de la Agenda de Desarrollo para 2025.

Morales especificó en diferentes escenarios locales que su interés no es perpetuarse en el poder, sino dejar concluido un proceso de crecimiento sostenible (desde hace varios años en un cinco por ciento anual), el que contribuye a que ahora Bolivia sea considerada uno de los países más prósperos de América Latina, dejando atrás la época en que ocupaba el segundo lugar de pobreza en la zona, sólo superado por Haití.

La consulta popular puede ser también un parteaguas en la política de la nación andina, pues la derecha boliviana, a la que se considera debilitada, medirá sus fuerzas con el proyecto socialista en marcha.

Aunque la mayoría de los especialistas estiman que el pueblo escogerá el “Si” también podría ocurrir lo contrario, debido a las continuas campañas manipuladoras de los medios contra el líder indígena, más aun luego del triunfo en las urnas de sus representantes en la presidencia de Argentina y de la Asamblea Nacional de Venezuela. Sin Morales, los conservadores buscarían una victoria en el 2019.

No es secreto que Estados Unidos intenta la reconversión de los gobiernos democráticos por otros de corte neoliberal que les permita, como confirmó el actual Secretario de Estado Jhon Kerry, mantener a Latinoamérica como su “patio trasero”, para apoderarse, como hizo históricamente, de sus enormes riquezas naturales y dirigir las políticas internas, situando Presidentes aliados al capitalismo.

Desde hace meses, contra Morales la derecha interna y regional –nadie duda de que lo hace con la colaboración cercana de Estados Unidos- lanzó una guerra sucia basada en el desprestigio del Mandatario por los recovecos de su intimidad, la cual es rechazada, por insólita, por prestigiosas figuras de América Latina. También sin éxito han tratado de situarlo en escenarios de corrupción y de tráfico de influencias, sin éxito.

La boleta de votación tiene una sola pregunta: ¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?.  Dos opciones y una sola marca.

El binomio Morales-García Linera, que comenzó en 2006 su primer período gubernamental, interrumpido por el articulado de la nueva Constitución Nacional que exigía nuevas elecciones, ha logrado avances impensables en Bolivia, como dejar atrás la etapa del neoliberalismo, y devolver a su siempre discriminado pueblo la dignidad y la soberanía.

Ellos constituyen una dupla considerada imbatible en las urnas. Hasta ahora en anteriores elecciones gubernamentales alcanzaron impresionantes porcentajes de votos:   53.7% en 2005, 64% en 2009 y 61.3% en 2014.

Entre los éxitos del gobierno del partido Movimiento al Socialismo (MAS)  sobresale la nacionalización de los recursos naturales, hasta entonces en poder de consorcios internacionales, y cuyas ganancias se utilizan ahora en la mejoría de la calidad de vida de la población. Dos millones de personas dejaron de ser pobres desde el 2006 hasta hoy, y el Ejecutivo continúa en esa línea de eliminación absoluta de la pobreza.

También bajo el mandato de la dupla, el antes empobrecido país dejó atrás el analfabetismo, y garantiza de manera gratuita la educación y la salud pública, con la desinteresada colaboración de Cuba.

Otro dato importante de este período es la inversión pública del gobierno del MAS.  Entre 2005 y 2014 este renglón aumentó más del doble, sobretodo en hidrocarburos, carreteras, vías como el teleférico de La Paz, escuelas, hospitales, agricultura y otros importantes renglones.

Respetado en el ámbito político internacional, el ex dirigente de los cocaleros bolivianos es un líder regional antiimperialista, de discurso claro, amigo de sus compañeros de lucha, de comportamiento sencillo y dedicado, al igual que su vice, a cambiar, y lo hacen, las estructuras añejas de la sociedad boliviana.

En recientes declaraciones en podio público, el Presidente destacó  que “los que favorecemos el “Sí” estamos para seguir avanzando. Los que están con el “No” quieren volver al pasado”.

Una investigación de la empresa Ipsos demostró que 58 por ciento de la población aprueba la gestión del Mandatario. El porcentaje obtenido entre tres mil personas en 10 ciudades capitales confirma que ningún dirigente obtuvo antes tal nivel de aceptación popular.

En esta década de injerencia extranjera, Morales resultó víctima de un intento de golpe de estado departamental, cuando territorios dominados por la derecha intentaron separarse del Estado Plurinacional, derrotado gracias al apoyo de su pueblo y de organizaciones regionales con Chávez al frente.

A la celebración del referendo asisten como invitados más de un centenar de observadores internacionales, entre ellos 25 de la Unión de Nacional Suramericana (Unasur), encabezada por su secretario general, el expresidente colombiano Ernesto Samper.

En declaraciones la víspera, el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, indicó que los resultados del referendo pueden ser conocidos  48 horas después de que cierre el último centro de votación, pero hay un margen de hasta siete días para que los cómputos sean concluidos y otras dos semanas más como máximo para conocer  los números finales, aunque este último caso, apreció, sería excepcional.

Aunque reina la calma en las localidades bolivianas, están movilizados más de15 mil policías y 12 mil militares para garantizar un exitoso día de elecciones, esta vez por el futuro.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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