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viernes, 15 de noviembre de 2024

Argentina: ¿El fútbol lo arregla todo? (+Audio)

Un año casi en vilo vivieron los argentinos, pero ganar la Copa del Mundo unió voluntades casi irreconciliables...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 24/12/2022
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Argentina festeja Copa Mundial
Millones de argentinos festejaron el retorno de la Copa Mundial de Fútbol tras 36 años, y olvidaron por unos días el difícil año que acaba de vivir su país, con una economía resentida, un gobierno debilitado y un sistema judicial corrupto, entre otros grandes miles. (Tomada de El Comercio, Perú).

Luego de un año de extrema tensión política y económica (y por ende social) el pueblo argentino sintió el calor de la unidad cuando su selección nacional de fútbol ganó el Campeonato del Mundo en Qatar. Entre cantos, banderas, lágrimas y bailes, la memoria colectiva dejó atrás, al menos mientras dure la euforia, los grandes tropiezos de 2022.

Con el capitán Lionel Messi y los destacados jugadores de su equipo, que evidenciaron la cohesión de que carece la clase política local, ya con la mirada puesta en las elecciones generales del 2014, los argentinos celebraron durante varios días el retorno al país de la Copa, ausente desde hacía 36 años.

Al gobierno del presidente Alberto Fernández los festejos le vinieron como anillo al dedo –incluso decretó un día feriado- pues diciembre suele ser un mes complicado en ese país suramericano. Desde 2001, cuando el expresidente Fernando de la Rúa escapó en un helicóptero de la Casa Rosada en medio de la llamada crisis del corralito - que impedía el saque de dólares de los bancos- y hasta hoy, este mes es de reclamos económicos de quienes observan la contracción monetaria y exigen subidas salariales que compensen la inflación, ahora cercana al ciento por ciento.   

Las autoridades buscaron una serie de acuerdos de precios con las principales empresas de alimentos y productos masivos, mientras trata de controlar las alzas de los servicios públicos. De manera paralela, adoptó otras medidas de la macroeconomía, como subir la tasa de interés, mantener un control estable de alimentos. El proceso es lento, con resultados sin brillos, lo que desgasta la credibilidad del gobierno. Resolver una crisis siempre es difícil.

Para suerte de la administración del Frente de Todos empezó la Copa Mundial y el aliento colectivo estaba puesto en los siete juegos que debía ganar la Selección en busca de la dorada Copa.

EL FMI SIGUE GOLPEANDO

Para el gobierno de Fernández, 2022 fue muy complicado, pues aunque la macroeconomía tiene cierta estabilidad gracias a las inyecciones del criticado acuerdo del exmandatario Mauricio Macri en 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -estimado en 45 000 millones de dólares-, informes de organismos oficiales indican que cuatro de cada 10 argentinos sobrevive debajo de la línea de pobreza.

La relativa estabilidad conseguida por el ministro de Economía Sergio Massa, empieza a agotarse. Massa sustituyó en el cargo a Martín Guzmán, encargado de negociar, una vez más, los pagos al FMI. Ese fue uno de los motivos de disputa entre el mandatario y su vice y dos veces presidenta Cristina Fernández de Kitchner. Cristina es viuda del fallecido jefe de gobierno Néstor Kirchner, quien con inteligencia y astucia resolvió la debacle económica dejada por los gobiernos neoliberales. También recibió una enorme deuda con el Fondo, pero siempre defendió que no fuera pagada a costa del pueblo, lo que exactamente sucede ahora.

Cristina Fernández último intento de magnicidio
Aunque Cristina Fernández de Kirchner anunció que no se postulará a cargo político alguno, luego de ser condenada por un tribunal al servicio de la derecha, ello no significa que renuncia a su lucha a favor de los pobres

Cada tres meses, el país está obligado a rendir cuentas a su acreedor y mostrarle que hizo bien los deberes. Si no paga ahora los intereses de la deuda –cuyo dinero es entregado por el propio organismo, o sea que de la gran deuda aún no entregó un centavo- podría suceder que le cortaran los préstamos trimestrales.

Solo dentro de 100 años, según cálculos optimistas, el pueblo argentino pagará su deuda.

El Fondo, además, posee herramientas para orientar las políticas públicas hacia donde lo considere necesario, aun cuando la situación siga lacerando a los más vulnerables.

Massa sobrevive a una madeja de desequilibrios económicos persistentes, pero insiste en que su política dará resultados.

Hay confianza en los medios económicos oficiales en el acuerdo de información fiscal con Estados Unidos para tratar de recaudar al menos 100 000 millones de dólares no declarados en cuentas de argentinos en el país norteño. El propósito del ministro de Economía es disuadir a quienes tienen dinero no declarado a que ingresen en una especie de “amnistía” penal pero con multas económicas. Según la lectura del gobierno, si ese dinero se declara en Argentina, habría un aumento en la recaudación fiscal y buena parte de los embrollos macroeconómicos del país comenzarían a ordenarse. Pero pocos confían en la medida.

Otro de los problemas galopantes que golpea a la población es el precio del dólar, moneda que históricamente es referente de reserva y valor en el país. Ahora, se convirtió en parte fundamental de la crisis actual, ya que hay como mínimo seis cotizaciones de esa moneda, y la variación entre la menor y la mayor es tan amplia que supera en ocasiones el 100 por ciento.

Los constantes ciclos inflacionarios hacen que el peso argentino pierda gran parte de su valor, lo que llevó a la adopción del billete estadounidense como moneda de reserva. Los precios en el mercado cambian a diario.

INTENTO DE MAGNICIDIO Y PRISIÓN

El intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández –sin que hasta ahora se conozca a los autores intelectuales de esa acción el 1 de septiembre- demostró hasta dónde puede llegar la política de odio de la derecha, y destapó la corrupción del sistema judicial argentino, sus vínculos con los conservadores y con el millonario Macri. Varios magistrados y líderes de las Cortes de Justicia son asiduos del expresidente del Club Boca Juniors.

Las discrepancias de Cristina con el mandatario Fernández son conocidos, más que en principios en métodos de trabajo de quien fuera jefe de gabinete de Kirchner. Aunque en varias ocasiones hubo intermediarios, como la presidenta de las Abuelas de Mayo, Estela de Carlotto, para evitar una fracción peronista aun mayor, solo la renuncia del ministro Guzmán y su sustitución por Massa pusieron un paliativo en las relaciones.

Aunque nunca se definió como candidata a las presidenciales del 2024 –el otro Fernández sí- la vicepresidenta es considerada la lideresa más importante del peronismo en estos momentos. El mandatario lo sabe, como también que en una pugna electoral, ella siempre ganaría. Y también están impuestos de esta idea los líderes conservadores de Juntos por el Cambio, la alianza macrista que aspira a retornar a la Casa Rosada.

Hay que desaparecer a Cristina. O la mataban –lo que no lograron porque al tirador se le atascó la pistola- o la destruían en la justicia para sacarla de la vida política. La vicepresidenta, abogada de profesión y jefa del Senado, fue enjuiciada por cuarta vez por delitos no cometidos –hasta ahora siempre habían sido sobreseídos-, y así lo ha venido demostrando su defensa ante las magistraturas.

Con una vastísima experiencia política, la máxima líder del peronismo sabía con antelación que sería condenada por la causa Vialidad. No es adivina, pero videos y audios demostraron que varios magistrados implicados en la causa eran íntimos de Macri y que además visitaron Lago Escondido, una propiedad del magnate inglés Joe Lewis, para reunirse y determinar cómo acabaría el juicio. La exjefa de gobierno es acusada de obtener altas ganancias en la construcción de carreteras en su segundo mandato. Quedó demostrado que nada tuvo que ver con la asignación de obras, ni uso del presupuesto nacional en ello.

Quedó demostrado que el viaje a Lago Escondido fue pagado, hasta el avión privado utilizado, por el grupo mediático Clarín, que responde a la oligarquía argentina.

Luego de ser condenada a seis años de prisión y excluida de sus derechos políticos, por lo que no podrá aspirar a ningún cargo electivo, Fernández de Kirchner habló a la nación y públicamente acusó a los jueces y fiscales de una burda escenificación dirigida por los conservadores. Anunció también que no se presentará a ningún cargo público, lo cual no significa necesariamente que renuncie a su lucha contra las fuerzas conservadoras.

En el primer trimestre del próximo año se fundamentará la sentencia y, se espera, comenzará un proceso de apelaciones que puede durar varios años.

En ese contexto, este mes la Corte Suprema dejó firme la sentencia a 13 años de prisión a la lideresa del movimiento Tupac Amaru, Milagros Sala, en la provincia de Jujuy, aunque vive por problemas de salud en arresto domiciliario desde hace más de siete años  por una causa de supuesta asociación ilícita.

Sala acaba de sufrir una segunda trombosis vascular, y está en el hospital público regional de la capital provincial, donde, según sus familiares, es hostigada por elementos de la policía.

No contento con el episodio, el gobernador derechista de Jujuy, Gerardo Morales, y la Fiscalía del Estado de ese territorio, reclaman que vuelva a la cárcel. Con Milagro se sigue el mismo esquema que con Cristina: apartarlas de la política y desprestigiarlas ante la sociedad, como han hecho con líderes progresistas en otros países.

“Cuando escuché lo de la condena, para adentro pensaba que ya estaba. Era lo que estábamos esperando. Es muy injusto”, dijo Sala días atrás, en diálogo con La García por AM750.

Movimientos sociales argentinos reclaman al presidente Fernández que dicte un indulto para esta luchadora de origen indígena, a quien incluso visitó en junio pasado en la Clínica del Rosario, donde estuvo internada durante un primer episodio vascular.

Así está terminando el año Argentina. El pueblo en festejos por la Copa del Mundo que retornó a la albiceleste. Mientras, el presidente tiene en agenda un bono de fin de año para los asalariados de menores ingresos y otro para los millones de ciudadanos que cobran un plan social. Con esa medida se beneficiarán 4, 400 mil personas en los hogares más golpeados.

Fernández cuenta con que la alegría alcance hasta el nuevo año,  cuando, sino anda ligero, los mismos que ahora cantan y vitorean a su equipo cogerán las calles, como han hecho otras veces, para exigir que se cumplan los argumentos que lo llevaron a Casa Rosada. Y ahí sí no valdrán el balón, el tango y el mate.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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