La generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos (EE.UU.) arremetió contra tres órganos internacionales de prensa antihegemónica que, reconoció, poseen gran influencia en la región latinoamericana y asumió replantearse el flujo informativo con un amenazante "tenemos que hacer algo mejor que eso".
Las palabras de Richardson reproducen los intereses del aparato ideológico capitalista que busca quebrar la unidad alcanzada en una zona donde residen más de 600 millones de personas —o sea, un gran mercado comercial— y cuyos países poseen algunas de las mayores riquezas naturales del planeta.
La militar de cuatro estrellas, que conoce al dedillo la realidad política latinoamericana, reitera ideas recogidas en la antiquísima doctrina Monroe de querer apoderarse a cualquier costo de los países del Norte, Centro y Sur americano y el Caribe, como si los preceptos de hace 200 años fueran los actuales, una equivocación que –salvo con los regímenes aun existentes de derecha- le está costando caro al Departamento de Estado.
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EE.UU. está empleando en la Latinoamericana del 2023 una repetición de su añeja política exterior que, es notable, no causa temor entre la mayoría de los gobiernos progresistas de esa zona geográfica, más preocupados por resolver sus problemas internos que por directrices de un régimen fomentador de las guerras regionales y destructor de procesos sociales. El presidente Joseph Biden sabe que debe salir de su propio atolladero interno con una economía de sustos si es que se presenta a una reelección de la cual sus asesores no parecen muy convencidos debido a sus muestras de deterioro mental –dada su avanzada edad– y sus erradas decisiones en política exterior.
Ahora le tocó el turno a la generala Richardson de meterse en un terreno que no le es propio –al menos eso parecía-. En la práctica cada funcionario estadounidense es un enemigo de los procesos revolucionarios, socialistas y progresistas de América Latina. Y esta mujer de uniforme se desdobló en una comunicadora defensora de la antidemocracia capitalista.
EE.UU. controla a los grandes monopolios comunicacionales, incluido el internet del planeta, y casi todas las redes sociales. Este poder lo usa para desestabilizar a quienes no se le arrodillan y transmiten la realidad sin tapujos de los pueblos del Sur global.
En un reciente evento organizado por la Fundación para la Defensa de las Democracias la generala consideró que "no practican el periodismo" las cadenas RT en Español, la agencia rusa de noticias Sputnik y el canal de televisión Telesur, tres grandes medios antihegemónicos que ejercen, reconoció, gran influencia en América Latina y El Caribe.
Durante su intervención destacó que el contenido de sus materiales "está en conflicto en el dominio de la información" que, según analistas, debían responder a los intereses estadounidenses en el área.
En un ataque contra los tres medios antihegemónicos, Richardson proclamó que "en América Latina tenemos más de 31 millones de seguidores de Sputnik Mundo, RT en Español y Telesur” y, como si fuera una experta en comunicación, acusó a esos medios de no practicar el periodismo de justificación o de verificación.
En una intromisión sobre el funcionamiento de las tres multiformas comunicacionales, se atrevió a decir que "difunden desinformación. Socavan las democracias en todo el hemisferio y tenemos que hacer algo mejor que eso, que sea muy específico, que promulgue las democracias y cómo las democracias benefician a la gente".
En marzo pasado Richardson solicitó al Congreso Nacional de su país recursos adicionales para contrarrestar la supuesta "amplia campaña de desinformación" rusa en la zona bajo su responsabilidad. En aquel entonces, se mostró preocupada por la popularidad de RT en Español y Sputnik Mundo en América Latina.
Destacó en el momento que la cantidad de seguidores de los medios eslavos creció después de la operación especial desplegada por Rusia en Ucrania, pues los públicos recibían información inmediata y de primera mano.
La jefa del Comando Sur mostró también en aquella oportunidad su dominio sobre los intereses geopolíticos de Washington en la región. Destacó el interés por el triángulo del litio, la concentración de “las reservas de petróleo más grandes”, “los recursos de Venezuela, con petróleo, cobre, oro”, los bosques de la Amazonia con “los pulmones del mundo” y “el 31 % del agua dulce del mundo”.
La motivación de la militar por el mineral del litio la ha acercado a Chile. En abril de 2022 realizó una gira en la que visitó esa nación austral y Argentina, dos de los tres países (junto a Bolivia) que contienen la mayor cantidad de reservas de litio en el mundo.
Ante el Congreso Richardson refirió que "la región del Comando Sur es de importancia estratégica para los intereses vitales de EE.UU." —uno de ellos robar las materias primas de los países— y que por ello uno de sus objetivos es "sincronizar nuestro enfoque de cooperación en materia de seguridad, trabajando en todos los comandos combatientes para reducir las brechas que nuestros competidores están explotando", según un comunicado de Defensa.
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REACCIONES CONTRA UNA AMENAZA
Las declaraciones de la alta militar estadounidense fueron rechazadas de inmediato por directores, periodistas, funcionarios públicos, lectores e internautas que apoyaron a los medios antihegemónicos atacados por ella.
Patricia Villega, presidenta de Telesur, cuya sede radica en Venezuela, afirmó que Richardson hace estimaciones sobre "lo que no le corresponde. Los medios que menciona, y particularmente Telesur, tienen gran reconocimiento global y regional por ser la voz de una ciudadanía cada vez más interesada en su propia historia y en comprender los contextos de la realidad. Son objetivos opuestos a la intromisión del referido Comando".
En la red social X Villegas, tras reiterar que su planta “tiene una agenda que nunca dependerá de la oficina de Richardson”, compartió un video en el que la generala cuestionó la labor informativa de los tres medios al comentar que supuestamente "no practican el periodismo de justificación o verificación, difunden desinformación y socavan las democracias en todo el hemisferio".
La presidenta del medio internacional enfatizó que "ningún intento de desacreditarnos alejará a teleSUR del camino y compromiso con la construcción de una región hecha Patria grande, con un mundo con espacio privilegiado para el Sur. Este mundo que nace es plural, con sinfonía de voces. Trabajamos en ello, sin descanso ni pausa".
Otra voz defensora de la libertad de Telesur fue la del vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien afirmó que ese multimedio es la voz de los pueblos opuestos a la maquinaria de guerra dirigida desde los centros de poder capitalista. Rodríguez señaló que el medio es un defensor de la verdad. en tanto los poderes fácticos de la industria militar, comunicacional y financiera se complotan para agredir a la humanidad.
También el canciller venezolano, Iván Gil, repudió las declaraciones de la jerarca militar, quien pretende amenazar e intimidar en nombre de su gobierno a los medios de comunicación que se opongan a sus imposiciones a través de sus portavoces e instituciones militares. Gil alertó que Latinoamérica debe permanecer atenta a declaraciones irresponsables como la de la generala, que atentan contra la paz y estabilidad de la región y aseguró que no han podido ni podrán acallar nuestra voz.
Igualmente la viceministra de Comunicación de Bolivia, Gabriela Alcón, manifestó en la red social X "nuestro profundo desacuerdo con dichas afirmaciones que parecen cuestionar la calidad de estos respetados medios”.
Intelectuales de varios países expresaron su apoyo y solidaridad a Telesur, entre ellos Aníbal Garzón, sociólogo y comunicador especializado en estudios internacionales. El presidente de la Casa de las Américas, el cubano Abel Prieto, alzó su voz para expresar su apoyo al multimedio. El directivo de la institución radicada en La Habana precisó que ”esta nueva pandillera quiere decidir no solo sobre nuestros recursos naturales sino también sobre cuáles medios tenemos derecho a ver. Cada vez que los EE.UU. anuncian que van a imponer la democracia, los cambios de régimen se producen a garrotazos y sembrando dictaduras”.
El director de Misión Verdad, el analista Gustavo Borges Revilla, aseguró que "con esta confesión de Richardson se reconfirma la agresión dirigida, velada y sistemática contra TeleSUR desde EE.UU.".
La socióloga y comunicadora Irene León comentó que "luego de pretender que los recursos naturales latinoamericanos son de su país, la comandanta estadounidense Richardson pretende darnos lecciones de periodismo y definir la democracia para esta región que no es la suya".
José Rubens Sentis escribió que ”la generala viene por el litio y la censura “.
Medios de comunicación latinoamericanos alternativos y personalidades políticas y culturales también expresaron su rechazo a las declaraciones de la funcionaria estadounidense.
Cada día crece el repudio de esta jefa de una tiranía representada por los grandes capitales que apoyan a su gobierno, ese que solo sabe resolver los destinos de otros pueblos con plomo y muerte, mientras es incapaz de mirarse hacia dentro y observar como su llamada democracia está corroída y sin una eventual salvación.
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