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Jefa del Comando Sur que ha sido la primera mujer en comandar las operaciones militares de Estados Unidos en América Latina bajo los pilares de "Libertad, democracia, leyes e igualdad de género" que, dijo, compartía con sus aliados
Jefa del Comando Sur que ha sido la primera mujer en comandar las operaciones militares de Estados Unidos en América Latina bajo los pilares de "Libertad, democracia, leyes e igualdad de género" que, dijo, compartía con sus aliados.
"Lidero este equipo en tiempos de muchos cambios, con amenazas que no tienen fronteras: pandemias, organizaciones ilegales existentes en su área de rastreo y cambio climático”.
Desde hace 35 años sirve en las filas castrenses y para ser designada recibió el respaldo de Mark Miller, jefe del Estado Mayor Conjunto y militar de más alto rango de EE.UU., con base en la zona norte de La Florida.
En defensa de quien promovió, Miller aseguró que "es la persona indicada, en el momento indicado, para tomar el control" del Comando Sur.
Richardson aseguró que Latinoamérica es un vecindario y precisó que "trabajamos codo a codo para asegurar este hemisferio. Quien se oponga a nuestra seguridad, a nuestra prosperidad o la de nuestros aliados tiene que enfrentarse al Comando Sur".
Antes de ocupar el actual cargo fue aviadora del Ejército, pilotó helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk. En 2011 fue ascendida a general de brigada. Sirvió en varios mandos en Fort Hood (Texas) y como jefa de personal de comunicación en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán. También operó en Iraq.
En junio de 2017 alcanzó los grados de teniente general y fue nombrada comandante general adjunta del Mando de las Fuerzas del Ejército de EE.UU. (FORSCOM). En octubre de 2018 pasó a ser la comandante en funciones, hasta marzo de 2019. En julio de ese año Richardson se convirtió en la primera mujer designada para comandar el Norte del Ejército de los Estados Unidos, cargo que ocupó hasta septiembre de 2021. Unos meses antes fue nombrada por el presidente Joseph Biden para ser la nueva jefa del Comando Sur. En agosto el Senado la confirmó en el cargo.
El Comando Sur es una de las 10 unidades de las Fuerzas Armadas de EE.UU. cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe. Se trata de una herramienta de diplomacia militar del Pentágono para combatir lo que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región. Está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región —la ilegal de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras—, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe.
También está vinculada a la Escuela de las Américas, operada por el Ejército de EE.UU. para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en "contrainsurgencia", que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia —en el sureste de EE.UU— y por la que han pasado más de 80 mil militares latinoamericanos.