Versos y música por el regreso a casa (+Fotos)(+Video)

Esta vez se hizo pequeño el espacio para albergar a tanta gente. Los caricaturistas no pudieron fijar en los murales las viñetas de una exposición que pensaban dejar inaugurada esa misma tarde, debido a que el público que colmaba los pasillos, también cerraba el paso.

La convocatoria al V Espacio Audiovisual “El 5 a las 5 por los Cinco” celebrado este jueves y auspiciado por la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC), desbordó expectativas y sirvió para probar el compromiso de los artistas e intelectuales a favor de la vuelta a casa de Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando.

De vergüenza para el mundo calificó estos 15 años de encierro, Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, quien dio la bienvenida a los asistentes con su poema Empujando un país.

“Es una vergüenza también para el mundo que haya un Premio Nobel de la Paz clamando por una nueva guerra”, aseguró Barnet, refiriéndose a los oídos sordos con que el mandatario estadounidense Barack Obama ha recibido las peticiones de libertad, mientras presiona por el comienzo de los ataques a Siria.

“El próximo 12 de septiembre, cuando se cumplan 15 años del encarcelamiento de los Cinco, seremos una caravana gigante que caminará por el Monte de las Banderas y estoy muy contento que este encuentro se haya desbordado de esta manera, porque demuestra que hemos crecido, junto a ellos, junto a la solidaridad que le demuestran”.

Alex Pausides, Aitana Alberti, Pablo Armando Fernández y Lina de Feria- entre las voces más destacadas del verso en Cuba- leyeron poemas dedicados a los luchadores y el cantautor Eduardo Sosa interpretó cinco canciones para cada uno de estos Héroes, que todos corearon.

La emoción era palpable en cada rostro, sin embargo, no había persona más feliz por la multitudinaria concurrencia que René, que a pesar de ya estar en Cuba, asegura no ser completamente libre sin sus cuatro hermanos y quien instó este lunes a todo aquel que respalde la causa por la libertad, a llevar una cinta amarilla como muestra de su apoyo. 

“Yo sabía que este espacio iba a ser pequeño. Por eso propuse que lo hiciéramos en un parque”, bromeó con los asistentes, entre los que se encontraban varios Premios Nacionales de Literatura, representantes del gobierno, instituciones de solidaridad, junto a representantes y diplomáticos de unos 30 países.

Emocionado se negó a rememorar experiencias vividas en prisión y en lugar de eso quiso compartir con los presentes cómo fue que recordó la canción Tie a Yellow Ribbon Round the Ole Oak Tree (Ata una cinta amarilla alrededor de un viejo roble), sobre como un trozo de tela de este color indicaría que un ex convicto que regresaba a casa era bienvenido después de una ausencia de tres años.

“Hoy no voy a hablar de la cárcel, hoy estamos hablando de libertad, de lo que estamos haciendo ahora. Lo de la cinta amarilla lo pensé cuando recordé mi adolescencia y esta tonada muy pegajosa que se escuchaba en las estaciones de radio que a veces entraban desde Miami. Recuerdo que mi madre me comenta: ¡Qué canción mas linda, mira como habla de un preso que sale de la cárcel y le pide a la novia que le ponga cintas amarrillas si todavía lo quiere!”

 “Pasaron los años y esta experiencia que nos tocó vivir en Estados Unidos se relaciona con la historia de la cinta amarilla. Hay cosas que son así, que se van quedando ahí a disposición de la memoria para que cuando hagan falta en el momento oportuno.”

“Cuando estábamos allá y nos llegaban las cartas, las caricaturas, los poemas, uno se daba cuenta que la solidaridad que se ha generado en Cuba no cabe en ningún espacio, y yo creo que debemos reflexionar sobre eso.”

“Después que regresé a Cuba y empecé a andar toda la Isla, me encontré con Raisa, en Soroa; una campesina que sin que nadie se lo pidiera convirtió su casa en un rincón de los Cinco, porque se dio cuenta que los turistas que iban al Mural de la Prehistoria, pasaban por su bohío por curiosidad y aquella campesina que además tiene una cultura tremenda y es una gente articulada, se dijo: ese lugarcito es un buen lugar para hablar de los Cinco.

“Me encontré a una señora en Candelaria que vino corriendo y me dijo: bésame la cruz, porque hice una promesa por ustedes. Me encontré a la otra que se quitó los zapatos: ¡Porque yo hice una promesa de quitarme los zapatos por ustedes! Me encontré a la señora que se hizo santo y me dice: no te puedo abrazar pero tócame los nudillos. Me encontré con esa gente que de mil formas diferentes te dicen que te quieren, que te muestran esa solidaridad, que te inspiran”

“Creo que es bueno que reflexionemos, quiero que esta jornada sea distinta, que se produzca en las calles, porque la lucha por los Cinco pertenece a las calles de Cuba, quiero que salgamos de los lugares reducidos, que vayamos a los habitantes que llenan ese espacio grande que es la Isla, que esa es la única manera de romper esa prisión en el que están mis cuatro hermanos y tenemos que traerlos para que vuelvan a compartir ese espacio grande, lleno de solidaridad que es la Isla de Cuba.”

Los familiares de los Cinco llevaban consigo cintas y símbolos amarillos, por el regreso de Antonio, Fernando, Gerardo y Ramón. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

René González y su esposa Olga Salanueva junto a los presentes en el encuentro por los Cinco. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

René González saluda a Jorge Risquet, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

René González ha llamado a convertir esta en una Jornada única. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

Miguel Barnet llevaba un pulover amarillo con el Che por los Cinco. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

Mirta Rodríguez, madre de Tony hablando a los presentes. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)

Adriana Pérez, esposa de Gerardo también llevaba consigo el color amarillo. (Foto: Alejandro Fábregas/Cubahora)