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lunes, 23 de diciembre de 2024

Un taller con las puertas siempre abiertas

Poco más de un año ha transcurrido desde que el Taller Experimental de Gráfica de La Habana (TEGH) decidiera echar a andar un programa de exposiciones con obras de grabadores de otras provincias de Cuba...

Adalys Pérez Suárez en Cubarte 17/08/2024
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Galería del grabado
La diversidad de técnicas y de estilos distinguieron cada uno de estos proyectos, todos los cuales han dejado en evidencia la pujanza del grabado cubano a lo largo y ancho del país

Poco más de un año ha transcurrido desde que, como parte de las acciones por el aniversario 61 de su fundación, el Taller Experimental de Gráfica de La Habana (TEGH) decidiera echar a andar un programa de exposiciones con obras de grabadores de otras provincias de Cuba.

La iniciativa surgió con el propósito, según palabras de la directora de esa institución, Yamilys Brito Jorge, de suplir en cierta medida y coyunturalmente eventos que, como los Encuentros Nacionales de Grabado, ofrecían una panorámica del quehacer de dichos creadores en otras partes del país.

La primera provincia invitada, en abril de 2023, fue la de Pinar del Río, la cual se hizo presente en la gran nave del Callejón del Chorro con una muestra que bajo el título de “Emprendimientos de una bitácora gráfica” reunió piezas de una docena de artistas, entre los que figuraron Laercio Frade Gómez, José Alejandro Fernández Rosell, Tamara Campo Hernández, Marcos González Yaber, Miguel Ángel Couret Hernández, Odelbis Gato Lima, Yasser Curbelo Rego y José Luis Lorenzo Díaz.

A esta exposición siguieron, en el mes de julio, dos con grabadores de la provincia de Cienfuegos: “Herencia gráfica”, en la Sala Principal y “Raspas”, en la Rhino.

De carácter colectivo, la primera exhibió obras de una treintena de grabadores de la Perla del Sur, como Alexander Cárdenas y Rocío Villafaña, al igual que de artistas de otras partes del país o del mundo que han dejado su impronta artística en esa región, entre ellos el cubano Octavio Irving y la española Carmen Pau.

En el ambiente íntimo de la Sala Rhino, en lo que constituyó un homenaje al fundador y director de la Sociedad Gráfica de Cienfuegos, el público pudo apreciar entonces una especie de retrospectiva de la obra de Rafael Cáceres.

También con dos exposiciones irrumpieron los santiagueros en el TEGH en septiembre pasado: la colectiva “La expresión de lo inusual” y “Estampida”, esta última en la pequeña Sala Rhino con el más reciente quehacer de Miguel Ángel Lobaina, excelente artista y maestro de varias generaciones de grabadores.

En esa ocasión, la Sala Principal se vistió nuevamente de lujo con las obras de quince miembros del Taller Cultural “Luis Díaz Oduardo”, de la Ciudad Héroe, junto a las que se exhibieron piezas de dos santiagueros que han hecho su carrera fuera de ese oriental territorio: el Premio Nacional de Artes Plásticas Eduardo Roca Salazar (Choco) y Ricardo Silveira.

La más reciente invitación se cursó a la provincia de Villa Clara, cuyos artistas han mantenido estrechos vínculos con el Taller habanero a través de los años, tal como lo atestigua la muestra de carácter histórico que, con obras pertenecientes a la colección del TEGH, está instalada hasta finales del actual mes en la Sala Rhino con grabados de muy prestigiosos creadores nacidos en ese territorio como Wifredo Lam, los Premios Nacionales de Artes Plásticas Lesbia Vent Dumois, Alfredo Sosa Bravo y Zaida del Río, así como de Rocío García, Raúl Santoserpa y Flavio Garciandía, entre otros.

Las nuevas promociones de grabadores villaclareños ocupan la Sala Principal con piezas de 15 de sus representantes en este proyecto que, de manera integral, lleva por título “Vestigios”, como haciendo énfasis tanto en las marcas de tintas que subsisten en la matriz de las litografías, como en la huella dejada por quienes los precedieron.

La diversidad de técnicas y de estilos distinguieron cada uno de estos proyectos, todos los cuales han dejado en evidencia la pujanza del grabado cubano a lo largo y ancho del país; expresión visual que tiene en el TEGH no solo a la institución insignia, sino el hogar que abre las puertas para compartir espacios, experiencias, públicos y la eterna pasión por imprimir los sueños.


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Adalys Pérez Suárez


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