Chappie parece ser una mezcla de Robocop (1987) y Cortocircuito (1986): En un futuro próximo, la policía la componen robots programados. Cuando uno de estos droides, Chappie, es robado, recibe nueva programación y se convierte en el primer robot con la capacidad de pensar y sentir por sí mismo.
La primera película del director Neill Blomkamp fue District 9. Esta cinta le valió el beneplácito de la crítica y el público hasta el punto de lograr varias y sorprendentes nominaciones a los Oscar -hecho excepcional dada la naturaleza de la película, con nacionalidad sudafricana y de un género poco dado a semejantes recibimientos-. Esta, su ópera prima, creó expectativas sobre él como director -muchos hablaban de nuevo autor en ciernes a seguir muy de cerca en el género de la ciencia ficción-. En cambio, su segunda película, Elysium (2013), supuso un paso atrás en el discurso de un director que demasiado rápido se acercaba peligrosamente al cine más convencional, a conceptos manidos y poco (o nada) revolucionarios.
Ahora, con Chappie, District 9 sigue estando muy lejos de ser superado. Siguiendo los tópicos de ciencia ficción de sus películas anteriores, Neill Blomkamp establece una relación tan absurda como increíble entre la máquina y su entorno, tratando a su robot como la víctima de su propia existencia. Utiliza los viejos trucos de los dramas en los que un personaje distinto a los demás (ya sea por raza o por ideales) es maltratado sin compasión y prejuzgado sólo por su aspecto. Por ello, la cinta presenta a ratos cierta puerilidad, principalmente en ciertas escenas en las que Chappie balbucea.
Poco funciona en Chappie. Intérpretes de renombre -Hugh Jackman, Sigourney Weaver…- perdidos en arquetipos resbaladizos y básicos, personajes secundarios con demasiada presencia prestados a la más burda caricatura, y una aplastante y deprimente falta de carisma que todo lo cubre, incluyendo el bienintencionado robot que da título al filme, todo mezclado en una narración arrítmica, torpe, caprichosa, perjudicada por una labor de montaje muy desatinada.
El problema no es que Neill Blomkamp se reitere a sí mismo. Lo que realmente convierte a Chappie en un producto mediocre es su torpe conjunción entre drama y comedia, entre seriedad y choteo, que al principio de la película resulta más fácilmente distinguible, pero que según van avanzando los minutos provoca una incredulidad exponencialmente creciente en el espectador, rendido ante un encadenado de situaciones grotescas que alcanzan su cénit en el tramo final de la cinta.
Pero, al César lo que es del César. Blomkamp explora ciertas interrogantes existenciales en la película: La idea de que la inteligencia artificial también heredará nuestros defectos, debilidades y anhelos, como por ejemplo nuestros deseos de venganza, la violencia, el miedo, las ansias de ser libre, de querer y ser querido… nos hace pensar, ante todo, sobre el por qué el ser humano piensa en crear réplicas de sí mismo. ¿Por qué esa necesidad perenne de jugar a ser Dios? ¿Son ansias de poder? ¿O es que sería muy difícil establecer relaciones si creáramos a un robot con aspecto de una caja gris?
Y… ¿Queremos crear en ser vivo con sentimientos, para que nos sirva y sea, al fin y al cabo, nuestro esclavo? ¿Podremos deshacernos de él cuando no nos sirva sin que eso sea igual que una ejecución?
También, como en todas sus películas, Blomkamp explora la maldad: ¿Hasta qué punto es normal y cotidiana la discriminación, el abandono, los entornos violentos, la carencia afectiva y la necesidad de aprender a defenderse?
No obstante, las preguntas existenciales, si bien atractivas, no determinan una cinta lograda. Lejos de la genialidad de District 9, par de puntos por debajo de Elysium, y con actuaciones escuetas de Hugh Jackman y Sigourney Weaver, Chappie tiene una tesis de fondo muy válida, pero esta se desarrolla de forma un tanto primaria y muy, pero que muy, estruendosa.
BIOSAFETY
16/10/15 15:02
Se parece mucho a una novla escrita por Isacc Asimof.
ver
13/10/15 10:15
con lo linda que era Sigourney Weaver como ha pasado el tiempo
Prosate
13/10/15 10:13
con tantos problemas que hay en el mundo en vez de gastar el dinero en hacer algo por ello, se ponen a pensar en hacer peliculas de ciencia ficcion sobre robots con sentimientos. es verdad que uno se entretiene pero son millones gastados para que una industria camine mientras por otra parte hay deforestacion sequia niños muriendose de hambre no se no le veo la logica
mota
13/10/15 10:09
si... tengo chappie hace mucho tiempo, toda mi familia la ha visto al mas peque de la casa le encanta es bueno ver esto, ahora la veo diferente
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