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martes, 19 de noviembre de 2024

¿Qué nos dejó Aquelarre 2018?

Un humor sano y reflexivo es y será el pilar que sustenta el arte que se hace en Cuba. Habrá que defenderlo con garras y dientes...

Yuliet Teresa Villares Parejo en Exclusivo 14/07/2018
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Aquelarre-2018
La importancia del Aquelarre radica en hacer una curaduría que respete el criterio de los públicos, pero también la opinión de los especialistas.

Ella se ríe de manera desmedida frente al televisor. El programa humorístico de la televisión cubana Vivir del cuento es parte de su casa. Llama a otros para que compartan su alegría, la inmensa sonrisa que deja soltar desde la sala, el butacón.

A los niños les encanta divertirse, y a los padres nos es fácil hacerles reír cuando son bebés, pero a medida que crecen y empezamos a sentir la responsabilidad de su educación, poco a poco podemos alejarnos de las expresiones diarias de alegría con las que nos dirigíamos a ellos cuando eran pequeños.

Hay momentos en la vida que nos roban la alegría. Las circunstancias inesperadas, el desempleo, ruptura de relaciones familiares o una crisis de enfermedad son solo algunas de las situaciones que se presentan a diario y traen consigo sentimientos de tristeza, coraje, frustración y desánimo. En muchas ocasiones son procesos que no podemos evitar, como puede ser la pérdida de un ser querido. Sin embargo, en medio de cada experiencia negativa surge la oportunidad de hacer algo que nos haga sentir mejor: reír… y reír a carcajadas.

Tras estas cortas escenas pareciera que reír es inevitable para el ser humano. Es parte del proceso de relacionarnos, actuar, convivir y proyectarnos. También ha sido una manera de aunar a muchos, que con cierta comicidad, lo hacen oficio.

La XXIV edición del Festival Nacional del Humor Aquelarre 2018, esperada por todos, fue momento de disfrute de lo mejor para reír de verdad.

FESTIVAL NACIONAL DEL HUMOR AQUELARRE 2018

Los debates teóricos apuntaron sobre la vulgaridad del género musical de moda: el reguetón, y algunos excesos de la oferta de la televisión cubana y de programas específicos como el popular Sonando en Cuba. La crítica fue el ejercicio para seguir en el camino, sobre el humor y las maneras de hacerlo, las formas de repensar espacios y momentos… Un humor sano y reflexivo es y será el pilar que sustenta el arte que se hace en Cuba. Habrá que defenderlo con garras y dientes.

La vida entera es imitación, y realmente preocupa la copia y difusión de ciertos patrones dentro de la sociedad cubana, solo ilustrativos de incultura e ignorancia. El humor ha sido (y es) una de nuestras principales fortalezas dentro de la cultura cubana, con marcada presencia en las diversas manifestaciones artísticas.

No es de extrañar entonces que el encuentro estuviera dedicado a la música y al béisbol, dos expresiones de nuestra idiosincrasia, las cuales fueron abordadas y debatidas en las sesiones del evento teórico, como parte indisoluble de lo que llamamos cubanía e identidad nacional.

Esa sandunga popular y capacidad de reír nos ha permitido tener otra mirada ante situaciones difíciles. Desde el teatro vernáculo hasta el más contemporáneo, el humor ha latido con una poderosa fuerza para continuar con una de sus metas fundamentales: ganar en audiencia y originalidad.

Con participantes de todo el país como Komotú, Caricare, Etcétera, La leña del humor, Teatro Tuyo, La Oveja Negra, Avispas, Pagola la paga, Teatro callejero Andante, Carcajada y 40 megas, fue lugar idóneo para subir la parada del humor que se hace en la Isla, desde los más avezados hasta los más jóvenes.

De acuerdo con el director del Centro Promotor del Humor, Luis Enrique (Kike) Quiñones, la importancia del Aquelarre radica en hacer una curaduría que respete el criterio de los públicos, pero también la opinión de los especialistas.

Al aludir a los tipos de espectáculos, Quiñones dijo no estar de acuerdo con ciertas categorías como la de humor inteligente o, en sentido contrario, la de limitado o ineficaz. “La condición de inteligente no me gusta mucho, porque el humor necesita pensamiento, elaboración; y, por otra parte, vimos en el evento teórico cómo hubo una separación significativa entre lo cómico y lo humorístico.

“Considero que quienes marchan en esa cuerda de las vanguardias artísticas siempre van un paso adelante, y aunque por lo general involucran a menos personas en su membrecía, continúan siendo la avanzada de un movimiento”, comentó.

Ajustar tiempos en el que la mayoría asista y disfrute, lugares al que puedan acceder no solo en la capital, sino en otros parajes del territorio nacional; formas y el respeto al público, pudieran ser la meta para próximas en ediciones seguir trabajando sobre lo que han considerado importante, y regalar, cada vez, lo mejor al pueblo cubano.


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Yuliet Teresa Villares Parejo

Licenciada en Estudios Socioculturales. Escritora avileña y correctora de prensa.

Se han publicado 1 comentarios


Cubana que piensa
 18/7/18 14:53

 Tuve la oportunidad de estar presente en la mayoría de los espectáculos presentados en esta edición del Festival Aquelarre. Y me consta la calidad de las propuestas, tanto escénicas como las del evento teórico. Soy además estudiosa del tema del tratamiento al humor, y seguidora del pulso de este género en Cuba. Me sentí feliz, al ver la participación este año tanto de artistas como de público. Lo que no acabo de entender, es la falta de concordancia entre lo que sucedió en el festival y lo que pudimos observar en el espectáculo de clausura. No hubo representación significativa de ninguna muestra de las obras premiadas como solía suceder en ediciones anteriores, exceptuando el caso de Onelio Escalona quien muy a última hora fue llamado a interpretar su premiado monólogo, pudimos asistir a una clausura pobre en creatividad, me sentí casi violentada con los chistes del maestro Berasaín, con una excelente trayectoria humorística que esta vez optó por chistes manidos de internet con una alta carga de grosería explícita que el mismo justifica con que todos los presentes eran mayores de edad, será entonces que por mayores de edad estamos aptos para la falta de respeto? Quien asiste a un teatro para ver humor espera al menos ver algo distinto de lo que se consume en los cabaret, y esta vez estuvo muy cercano pues el plato fuerte de la noche a decir del director del Centro Promotor de Humor lo constituyó la intervención cabaretera de Robertico, con un fragmento del mismo tipo de espectáculo que lleva al cabaret, incluida la interacción violenta con el público, violando incluso espacios privados de los espectadores. Esto para mí fue una falta de respeto, teniendo en cuenta que dijo esto al terminar la presentación de Nelson Gudín (El bacán)con una muestra de su acostumbrado talento y simpatía, y sito sus palabras al terminar el Bacán: Lo mejor lo hemos dejado para el final… Y en eso: Robertico. Cubanos y cubanas, si luego de haberse presentado en la sala los maestro Miguel Moreno, Nelson Gudín y Onelio Escalona, usted dice que lo mejor lo ha dejado para el final y presenta entonces a Robertico, eso nos deja más que claro cuál es la política que defiende el Centro Promotor del Humor, que dista mucho de la que oficialmente se promueve. Otro aspecto interesante fue que a pesar de que uno de los hechos significativos del certamen fue la presencia de las mujeres en las muestras en competencia y que las mismas arrasaron con la mayoría de los premios, y me permito resaltar a las muchachas de “La Cita” que dignamente representaron el humor hecho por una mujer, y actuado por mujeres, el espectáculo estuvo totalmente masculinizado. Las mujeres son jurado, las mujeres ganan premios, pero las mujeres no tienen visibilidad en el espectáculo al que asiste una mayor cantidad de público, este es solo para hombres. Me habría encantado que el público viera al menos, un fragmento del espectáculo que se llevó la mayoría de los premios del Aquelarre.

¿Y qué está pasando con la intervención de la prensa? ¿Dónde estaban los periodistas este año? Exhorto a una mayor publicidad por parte de nuestras fuentes de información, del Humor que se hace en el teatro, dónde están los críticos, los especialistas, no podemos subestimar la importancia histórica que ha tenido el Humor en nuestro país, y el significado simbólico de ignorarlo y minimizarlo. De las premiaciones me reservo el comentario, pues es un asunto, relativo y muy personal del jurado, mismo que se está haciendo muy frecuente, y que amenaza con no variar, no sé hasta qué punto esto sea saludable para la calidad de los veredictos. Lo que sí puedo decir es que espectáculos que me parecieron brillantes, efectivamente brillaron, pero por su ausencia en las menciones y premios otorgados, pero ya eso es una cuestión de apreciación, ellas sabrán lo que hacen… 

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