El cuidado del patrimonio en Cuba es una de las prioridades y objetivos del gobierno cubano. Así queda claro en la Constitución de la República de Cuba en el Artículo 13, inciso h, cuando plantean que el Estado tiene como fines esenciales “proteger el patrimonio natural, histórico y cultural de la nación”. Mientras tanto, en el Artículo 90 de la Carta Magna se especifica que la protección del patrimonio es también un deber de los ciudadanos.
No obstante, ya desde el año 1974, Cuba contaba con una Ley de Protección al Patrimonio Cultural, con el objetivo de determinar los bienes que, por su especial relevancia en relación con la arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, la educación, el arte, la ciencia y la cultura en general, integran el Patrimonio Cultural de la Nación, y establecer medios idóneos de protección de los mismos.
Tres años más tarde, en 1977, se aprobó en el país la Ley de los Monumentos Nacionales y Locales, que rige el otorgamiento de esa distinción a toda construcción, sitio u objeto que, por su carácter excepcional, merezca ser protegido mediante disposiciones legislativas.
En 1979 entró en vigor el Decreto 55 o Reglamento para la ejecución de la Ley de Monumentos Nacionales y Locales y en 1983 se puso en práctica el Decreto 118 o Reglamento para la ejecución de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural donde se precisó en el Artículo 27 que “se entiende por protección de los bienes culturales, todas las medidas de carácter legal e institucional, incluidas las medidas técnicas, de restauración y otras, que tiendan a mantener la integridad de los bienes culturales frente a los distintos agentes que puedan poner en peligro la perdurabilidad de todo o parte de un bien considerado Patrimonio Cultural de la Nación o de valor museable”.
De esta forma, en las diferentes regiones del país se garantiza la protección del patrimonio nacional, desde pequeña escala a través de museos locales hasta grandes inversiones para la conservación inmuebles o mantenimiento de parques naturales.
Por ejemplo, importante ha sido estos años la labor de las oficinas de los historiadores de La Habana y Camagüey, y del conservador de la ciudad de Santiago de Cuba. No solo desde el punto de vista de la preservación de bienes históricos, sino también por su invaluable actividad cultural y contribución a la mejoría de la calidad de vida de sus ciudadanos, como fue el caso de la multitud de obras realizadas en La Habana por su aniversario 500.
CUBA EN EL PATRIMONIO MUNDIAL
Nuestro país cuenta además con una variedad de sitios y tradiciones declarados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio de la humidad en sus varias categorías: cultural; natural; cultural inmaterial y paisaje cultural; cultural y natural subacuático; solo con excepción de este último, aunque el “Sistema de Arrecifes en el Caribe cubano” fue inscrito en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO en febrero de 2003.
A continuación Cubahora comparte por su interés estos lugares o manifestaciones culturales de gran valor para nuestra nación y el mundo.
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