Para mi el teatro de títeres es uno solo (+Fotos)

El grupo Teatro La Proa acaba de arribar a sus primeros diez años de fundado, una década en la cual se ha producido un crecimiento en espiral en la creación de este colectivo liderado por Erduyn Maza, joven director de formación autodidacta, pero que ha sabido apropiarse con inteligencia de los saberes acumulados por grandes maestros del arte de figuras en el país.

Maza, graduado de Técnico Medio en Economía, ha transitado con éxito por la Universidad de la autosuperación: "He pasado muchos talleres de actuación. Aprendí todo lo que pude viendo teatro y leyendo", dice con una proverbial sonrisa que le ilumina el rostro.

Para llegar a convertirse en director, Erduyn pasó un curso de titulación, el Diplomado de teatro de Títeres, un seminario de dramaturgia e infinidad de cursos en el Taller Internacional de Títeres de Matanzas, una ciudad a la cual debe gran parte de su formación en el arte de animar figuras.

"Mi otra gran escuela fue el grupo Calidoscopio. Allí aprendí a animar títeres con la rusa Lida Nicolaeva", señala.

En el diplomado tuvo muchísimos maestros de calidad como Eberto García Abreu, Osvaldo Cano, Rubén Darío Salazar, Armando Morales, Mayra Navarro y Freddy Artiles, quien después fuera su profesor en el Seminario de Dramaturgia. Él fue quien prácticamente lo enseñó a escribir teatro.

Por eso no tiene reparos en confesar: "Puedo decir que aunque no haya pasado la Academia he tenido prácticamente los mismos maestros que imparten clases en ella".

— ¿Cómo nace teatro La Proa?

—El grupo surgió en el Centro de Teatro de La Habana, en el año 2003, casi por casualidad porque unos amigos que iban a salir del país nos dejaron a cargo su proyecto a Kenia Rodríguez y a mí.

"Cuando vinimos a hacer el contrato nos sugirieron cambiarle el nombre al proyecto. Pensamos en llamarlo ETC teatro pero enseguida nos dimos cuenta de que en España existía un grupo llamado Etcétera. Empezamos a buscar otra opción hasta que surgió el nombre de Teatro La Proa".

— ¿Cuándo llega Arneldy Cejas al grupo?

—Arneldy llega en el año 2005 cuando decide irse de Teatro Papalote y venir para La Habana. Como habíamos comenzado una colaboración que tiene que ver mucho con Matanzas las puertas de Teatro La Proa estaban abiertas para él.

"Creo que la entrada de Arneldy le da una imagen, en la factura del títere, una manera de hacer teatro que Kenia y yo habíamos soñado pero a un grupo de teatro de títeres, si no tiene un buen diseñador y un constructor, le cuesta trabajo alcanzar su verdadera identidad. Con Arneldy lo logramos. Era la pieza que le faltaba a Teatro La Proa".

— ¿Desde el principio apostaron por trabajar la línea de teatro de títeres para niños?

—Esa es la base de nuestra creación. Siempre supimos que nuestro fuerte era el teatro de figuras animadas. No obstante, empezamos más bien con el clown ligado al títere. Era un espectáculo de payasos que se titulaba Travesuras de narices rojas donde empleábamos títeres en números muy aislados.

"Después invitamos al maestro Armando Morales a que nos dirigiera un espectáculo que se llamó Los diablos en la maleta. Se estrenó en diciembre de 2004, también con clown y muñecos, basado en el texto Hay que buscar un diablito, del maestro argentino Eduardo di Mauro.

"A la llegada de Arneldy hicimos otro espectáculo de clown y muñecos, con el mismo formato de Travesuras de narices rojas pero enriquecido con más títeres. Luego vinieron ¡Cenicienta!, Aventura con el televisor, Mowgli, el mordido por los lobos y ahora, Romance en charco seco".

— ¿Se puede afirmar que Mowgli marcó un punto de giro en la carrera del grupo?

—Creo que el punto de giro lo marcó ¡Cenicienta!, nuestro primer espectáculo netamente titiritero, donde más nos arriesgamos en cuanto al tratamiento de un clásico desde una mirada diferente, buscando más allá del cuento original.

"Ese fue el riesgo que enfrentamos con ¡Cenicienta!: nos alumbró el camino que queríamos seguir. Mowgli es el resultado de las equivocaciones anteriores y de una pasión de trabajo que nos llevó a soñar con todos los ingredientes experimentados anteriormente en ¡Cenicienta! y Aventura con el televisor.

"Incluso Mowgli tiene influencias del espectáculo de variedades. Eso está presente en el uso de la música mezclada con muñecos. La sonoridad de Mowgli encuentra apoyatura en toda la experiencia anterior. Una cosa no se puede desligar de la otra".

— ¿Qué referentes han tenido a la hora de diseñar los títeres y manipularlos?

—Arneldy siempre menciona a sus maestros. El primero de todos es René Fernández, director de Teatro Papalote y Premio Nacional de Teatro. En mi opinión, la figura más importante en los últimos 30 o 40 años dentro del teatro de Títeres en Cuba.

"Además están Zenén Calero, como su segundo maestro de diseño y, en la construcción Jacqueline Ramírez, una atrezzista muy reconocida en Matanzas. No obstante, Arneldy ha logrado una identidad, un sello propio. No lo digo yo, lo ha manifestado Rubén Darío Salazar.

"En cuanto a la animación, tenemos como referentes a Lida Nicolaeva y a René Fernández. Ellos son dos escuelas muy diferentes. Nosotros lo que hacemos, constantemente, es tratar de imbricar esas dos escuelas. Eso prácticamente fluye solo cuando montamos un espectáculo. Lo tenemos incorporado a la manera de hacer de Teatro La Proa".

— ¿Por qué decidieron dar un salto e incursionar en el teatro de títeres para adultos?

—Primero que todo porque para mi el teatro de títeres es uno solo. Me gustaría que los niños también pudieran ver obras de teatro de títeres para adultos. De hecho, en nuestros ensayos hemos descubierto la presencia de pequeños y nos damos cuenta de que se divierten mucho.

"Evidentemente, los psicólogos dicen que no todos los temas son para los niños. Y esa es una ciencia que debemos respetar. Sin embargo, en Cuba la demanda de teatro de figuras animadas para niños es muy grande.

"Además, resulta muy placentero trabajar para los más pequeños de casa porque tienes que adaptar los textos y diálogos, para ese público infantil, sin hacer concesiones, sin edulcorar el tema y buscando la esencia del texto en función de una edad determinada".

— ¿Qué satisfacciones e insatisfacciones has tenido con este montaje de Romance en charco seco?

—He tenido la gran satisfacción de llevarlo a escena, de lograr aunar un equipo, que muchas personas califican de elenco de lujo, con figuras jóvenes como Claudia Monteagudo y Yani Martín, quienes se estrenan por primera vez en la manipulación de títeres.

"Otros jóvenes son Frank A. Mora y Marybel García Garzón. Todos ellos comparten escena con la experimentada Sarita Miyares. No puedo dejar de mencionar a asesora teatral Blanca Felipe.

"La insatisfacción es que cuando la obra está montada uno se da cuenta de que algunos detalles pudieron ser mejores. Esos errores los voy guardando en mi memoria, en una mochilita, y trato de tenerlos presentes para no volverlos a repetir. Soy muy riguroso conmigo mismo y me duele cuando algo sale mal. Espero que el próximo espectáculo sea mejor que el anterior".

—¿Piensas que eventos como el Taller Internacional de Títeres de Matanzas o el Festival de teatro de Camagüey, han condicionado a sus públicos locales, más que a los públicos capitalinos, a ser más asiduos a ese tipo de manifestación?

—Creo que sí. Eventos como el Taller Internacional de Títeres de Matanzas son un lujo. Para mi participar en él es un premio, como también lo es estar presente en el Festival de teatro de Camagüey o en el Festival Internacional de teatro de La Habana.

"El Taller Internacional de Títeres de Matanzas tiene una característica muy importante y es la calidad de los profesionales que imparten cursos en él. Además, ese taller ha condicionado al público matancero a ser un mejor espectador. La muestra es, que en cada función del festival matancero, está abarrotada de público común que sabe apreciar esas obras.

"Este año el taller tendrá lugar entre el 19 y el 27 de abril y está prevista la participación de grupos extranjeros y cubanos muy importantes. Nosotros participaremos con Romance en charco seco. Esperamos que el público matancero lo disfrute. Debemos tener cuatro funciones, no solo en Matanzas sino también en algunos municipios de la provincia".

— ¿Para el público habanero habrá alguna reposición de Romance en charco seco?

—Romance…está previsto que se reponga en el mes de noviembre durante la celebración de la Segunda Bacanal de títeres para adultos. Teatro La Proa es miembro del comité organizador del evento.

"Arneldy y somos los encargados del cabaret titiritero. Estamos preparando nuevos números. Habrá muchas sorpresas. El cabaret este año se muda a la sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht porque queremos que crezca cualitativa y cuantitativamente en cuanto a números, espectáculos y formato.

"Ya están confirmados cerca de veinte grupos extranjeros con espectáculos de teatro de títeres para adultos. Pienso que la Bacanal puede llegar a tomar fuerza y convertirse en un evento importante para contribuir a quitar el estigma de que el teatro de títeres para adultos no tiene público.

"Hay que cultivar a las personas. A pesar de la poca promoción Romance…ha tenido público en la sala Adolfo Llauradó, aunque no ha sido todo el que esperábamos. Existen todavía tabúes, estereotipos. La gente no va a esas puestas por miedo a que no le gusten, a aburrirse, a ver algo barato y no es así. Es todo lo contrario", concluye Erduyn Maza.

Obra Romance en el charco, grupo de teatro La Proa.