Oye tú, ¡Tremenda muela!

“¿Le cambiarán el nombre al parque? Di tú… el parque de la muela… Ahora la gente vendrá aquí a dar muela”. Y puede que el artista visual Alejandro Darío, quien participa por primera vez en la Bienal de La Habana, no haya tenido la intención de renombrar ese espacio público, pero lo cierto es que, codeándose con la de John Lennon, su obra escultórica atrapa miradas, provoca comentarios y siembra reflexiones.

Enclavada en la glorieta del parque de 17 y 6, en el Vedado habanero, la escultura de tres metros de alto, 1,6 m de ancho y 1m de profundidad, Tremenda muela, está incluida en el programa de muestras colaterales de esta duodécima edición del evento, y hasta el 22 de junio motivará disímiles reacciones.

“La expresión popular ‘¡Tremenda muela!’ es muy común y forma parte del acervo cultural del cubano. Se puede interpretar de distintas maneras pero generalmente se asocia a la crítica de un discurso vacío o carente de fundamento, en actitud de desconfianza e incredulidad. Como metáfora que motiva a la reflexión racional, la llevé al plano escultórico y espero que muchas personas sean objeto de una apropiación emocional y estética a partir de la pieza”.

—Detalles del proceso creativo…

—Por sus dimensiones resultó muy compleja la concepción de la obra. Trabajé a partir de cuatro piezas de poliuretano expandido, recubiertas por resina epóxica, fibra de vidrio y masilla. Luego fue pintada de blanco, pues esta muela no tiene caries, y posteriormente fue ensamblada a una base metálica, como un pedestal, porque quise otorgarle un carácter monumental a la escultura.

“Fue difícil su transportación, el montaje y todo el proceso de creación, por los materiales empleados. Es resistente al sol, a la lluvia, al sereno. Sin dudas me siento complacido con este, mi primer proyecto en la Bienal, y de este formato en mi carrera, pues me he dedicado más a la pintura”.

—¿Nos adelantas información sobre otros trabajos?

—Tremenda muela me ha llevado mucho tiempo, pero sigo pintando, haciendo la serie de personajes de la calle, mezclando símbolos y estéticas pop. Ancianos, niños, personas vulnerables en la sociedad…; quiero reflejarlos en mi obra.

“Además, soy el curador de la Colección A buena hora, iniciativa que propuse al programa radial del mismo nombre en Radio Taíno, para que cada último sábado de cada mes, un artista de la plástica pinte en público mientras se realiza la transmisión en vivo desde el club La Zorra y el Cuervo. Es un proyecto a largo plazo que devendrá una exposición colectiva al paso del tiempo, y en la que confluirán distintas técnicas, estilos diversos y el deseo de perpetuar el arte.