jueves, 19 de septiembre de 2024

Museo y Comunidad: retos del siglo XXI

El mayor reto que tienen los especialistas de las instituciones museales es convertir esos recintos en espacios inclusivos, que dialoguen con las comunidades y contribuyan a la transformación social...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 09/11/2019
0 comentarios
Museo Nacional de Bellas Artes-Cuba
Comenzó una nueva edición de los talleres infantiles en el edificio de Arte Cubano del con el propósito de contribuir a la apreciación estética de los niños. (bellasartes.co.cu).

El Departamento de Servicios Educacionales del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), —que durante muchísimos años tuvo como directora a Elba Gutiérrez— lleva más de medio siglo llevando a cabo un trabajo muy destacado, fundamentalmente con los niños.

Organizado por la subdirección de Extensión Cultural del MNBA, con la colaboración del Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se ha celebrado entre el 6 y el 8 de noviembre el I Foro Museo y Comunidades: integración y experiencias interactivas.

El foro tiene como antecedentes las bienales de talleres comunitarios y se enmarca dentro de las acciones por los aniversarios 30 de la Convención de los Derechos del Niño y el medio milenio de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

“Este evento muestra una de las diferentes aristas que desarrolla el MNBA como parte de su labor educativa”, señaló Ana María Fuentes, una de las organizadoras de la cita, quien a propósito del trabajo que realiza el Departamento de Servicios Educacionales resaltó:

“Todos sabemos que el mayor reto de los museos del siglo XXI son sus públicos, aunque no pueden abandonar su actividad fundamental que es preservar, conservar y promover el patrimonio que atesoran”.

Al encuentro asisten especialistas de todo el país e invitados internacionales que provienen de Canadá, México y Argentina, con vistas a compartir sus experiencias acerca de los museos como espacios de inclusión para todas las comunidades (adultos mayores, personas con necesidades educativas especiales, estudiantes de todos los niveles de enseñanza y grupos en desventaja social).

Otras de las temáticas abordadas han sido: los museos como espacios alternativos desde la educación no formal, el discurso institucional y el diálogo con las comunidades como puente hacia una retroalimentación, el arte y la educación como herramientas de transformación social...

En el marco del foro, la cantautora Liuba María Hevia regaló a los presentes un concierto que sirvió de preámbulo al homenaje al caricaturista Cecilio Avilés. Ellos dos constituyen ejemplos de profesionales del mundo artístico vinculados al trabajo comunitario con la infancia.

MOMENTOS PARA RECORDAR

El curador Máximo Gómez fue uno de los precursores del Departamento de Servicios Educacionales, antiguo Departamento de Educación del Museo. Hoy Máximo ya está jubilado, pero recuerda con gratitud aquellos años fundacionales de los cuales fue testigo:

“Oscar Morriña y María Elena Jubrías eran profesores de la Universidad de La Habana y trabajaban en el museo. La gran tarea de ellos era desarrollar una labor educativa desde el MNBA. Yo empecé como guía a los 19 años en 1970. Ellos me tomaban la visita dirigida.

”Una vez estando en el vestíbulo, una señora pasó cerca con su hijo. El niño se le escapó y entró al museo. La madre, aterrada, lo sacó diciéndole que ahí no se podía entrar. Entonces María Elena y Morriña lucharon por atraer a los niños al museo. Así comenzaron los talleres infantiles”, rememora.

Con el tiempo, Gómez se convirtió en curador del museo, pero siempre se mantuvo cerca de los primeros talleres de artes plásticas que se impartieron en la institución:

“Reuníamos crayolas, papel, tempera, acuarelas. Me acuerdo que había unos delantales de mezclilla y unos tablones con patas de burros que funcionaban como mesas, donde los niños dibujaban al principio.

”La sala didáctica fue diseñada con una museología y una museografía adecuadas. Allí se les explicaba a los niños lo que eran las texturas, los colores, los volúmenes. Los enseñábamos a apreciar una obra de arte”.

Muchas fueron las visitas dirigidas que organizó Gómez, no solamente para los niños sino también para los adultos que no entraban al museo porque decían que no entendían nada. Así, gracias a Morriña, Jubrías, Máximo y tantos otros nombres que se pierden en la memoria… muchos cubanos tuvieron la posibilidad de acercarse por vez primera al mundo del arte.

Por estos días comenzó una nueva edición de los talleres infantiles que tendrá lugar hasta el 21 de diciembre en el edificio de Arte Cubano del Museo todos los sábados entre las diez de la mañana y las doce del día, con el propósito de contribuir a la apreciación estética de los más pequeños de casa.


Compartir

Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


Deja tu comentario

Condición de protección de datos