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viernes, 22 de noviembre de 2024

La Jaba que invadió la City

LaJabaCity es un nombre ya de marca, es, de cierta manera, un reflejo de la ciudad en que vivo, un homenaje a La Habana o a La Jabana...

Diana Ferreiro en Cubasí 15/03/2017
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La Jaba City
LaJabaCity es un nombre ya de marca, es, de cierta manera, un homenaje a La Habana o a La Jabana.

LaJabaCity apareció un día en Facebook y lo revolvió todo. Llegó en forma de mensajes gráficos que deconstruían las marcas más conocidas (Apple, Nike, Canon, Lacoste, Coca Cola…), convirtiéndolas en iconos del costumbrismo cubano. Bastaba un Like para que la sección de noticias amaneciera cada día con sugerentes diseños sobre postales, camisetas y bolsas. Pero ¿qué —quién— era LaJabaCity?

“LaJabaCity es Cuba. Es ingenio, choteo, gozadera. Una jaba bien grande para echar de todo”, “Imaginación y sentido del humor. Algo diferente, ingenioso. Excelente!!!!!”, se puede leer en la página de Facebook donde el diseñador Arnulfo Espinosa y la periodista Lisandra Fariñas publican y comparten LaJabaCity.

Desde su formación académica, la tipografía se convirtió en una obsesión para Arnulfo Espinosa, porque siempre le pareció, de todas las herramientas del diseño (fotografía, ilustración, etc.) el patrimonio que más “pertenecía” a los diseñadores.

“No es que los artistas no la usen, pero de alguna manera, cuando llegó la era de la informática, el oficio del tipógrafo fue heredado por el diseñador, quien tenía que formarse y especializarse en algunos casos como tipógrafo, y eso me gustaba mucho”, explica.

De la mano vino, por supuesto, el interés por las marcas, buena parte del cual reflejó en su tesis de graduación del ISDI, y desde entonces, desde ese 2001, Arnulfo no se ha apartado de la pasión que le provoca trabajar con los caracteres. 

“Nunca —asegura— he diseñado un proyecto que no tenga presente la tipografía, y si sabes trabajar bien con ella podrás resolver cualquier problema de diseño”.

Luego vino su estudio Arnulfográfico, y todo el trabajo en el desarrollo de marcas gráficas y sistemas de identificación de empresas, instituciones, eventos, editoriales, entre otras.

Casas y sellos discográficos como la Serie Tambó, o los Estudios de Grabaciones y Ediciones Musicales de la Egrem, la Oficina Leo Brouwer, las revistas Cultura y Desarrollo, Ábaco o la 29 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, llevan su firman, visualmente hablando.

EL ¿PROYECTO?

“LaJabaCity al principio no era ni siquiera un proyecto, era la mezcla de mi carácter, porque yo siempre ando armando juegos de palabras con el mundo de las marcas…, y de hecho, LaJabaCity es un nombre ya de marca, es, de cierta manera, un reflejo de la ciudad en que vivo, un homenaje a La Habana o a La Jabana.

“De niño recuerdo un chiste que decía que la anatomía de un cubano era diferente a la de las demás personas del mundo, que un cubano se dividía en cabeza, tronco, extremidades y jaba, y por ahí empezó la cosa”, cuenta.

Arnulfo tomó entonces cuanta marca puedo encontrar —marcas de ropa, zapatos, autos, tecnología, etc.— y jugó con ellas. Las modificó a su antojo, creó ingeniosos juegos de palabras a partir de su incorrecta pronunciación en español o, simplemente, chistes a partir del cambio de algunas letras. Y esos diseños los llevó a soportes de uso cotidiano como camisetas, bolsas y postales. Ironizando a veces. Reflexionando otras. Brindando, quizás, una alternativa ante la hegemonía que ejercen las marcas a nivel mundial.

“Que la gente reaccionara bien en las redes sociales fue el detonante para que ahora yo esté todo el tiempo pensando en nuevos diseños de LaJabaCity. Eso ha hecho también que empecemos a corporizarnos, porque la gente se preguntaba: `¿qué es LaJabaCity?´, quizás porque construí una marca y las marcas generalmente son intangibles, pero representan algo tangible, y ahora estamos pasando de eso intangible a convertirlo en algo tangible, que sea un proyecto más pensado, mejor intencionado.

“Tengo mucho diseño hecho, diariamente se me ocurren cinco o seis, pero como negocio es algo muy nuevo para mí, muy incipiente. Como diseñador siempre he trabajado por encargo, generalmente en diseños de identidad de discos, carteles, libros, empresas… Y ahora yo soy el cliente también, porque tengo que empezar a pensar como el que encarga; es muy curioso, me ha ayudado a comprender muchas cosas que a veces, desde el lugar del diseñador, uno no entiende bien. Y me estoy acercando a estructuras que están creadas para este tipo de negocios, aunque yo todavía no le llamaría negocio”.

Lisandra Fariñas, en cambio, desde el principio sí lo tuvo claro como emprendimiento. Pero Arnulfo confiesa que lo único que él tenía claro eran los chistes y mensajes que tenía concebidos. Fueron moldeándolos entonces y pensando en la posibilidad de participar en una feria (de artesanía), en adquirir tecnología propia para producir, etc.

“Ahora mismo el proyecto vive más en las redes, viendo si funciona de veras, si la gente se ríe de las mismas cosas que nosotros, si interpreta lo que nosotros, porque a veces para ti funciona de una manera y otra persona descubre un sentido en el que tú no habías pensado”, dice Lisandra.

La estrategia es simple: tratar de no saturar a la gente, pero que tampoco se olviden de que están ahí.

“La gente nos pregunta si vendemos bolsas y pulóvers; pero realmente lo que ofrecemos a las personas son mensajes gráficos, que hoy están en una bolsa o pulóver, mañana en una postal, pasado en una notificación de Facebook que es gratis… Entonces a veces es un poco difícil ponerle pies o cabeza a eso que es más un espíritu. Nosotros tenemos muy claro lo que estamos haciendo, pero no nos consideramos diseñadores de moda, ni mucho menos”, dice Arnulfo.

DEFINIENDO

“Es una mezcla de cosas y todas esas cosas forman parte de la identidad del cubano. No es lo mismo llevar un pulóver que pretende ser de una marca —y no lo es— a uno que te dice por lo claro: No es de Lacoste, es de la Ciénaga de Zapata, aunque lleve el cocodrilo que caracteriza esa marca”, cuenta Lisandra.

“Es ver la otredad. El cubano tiene en sus genes esa cosa de que vive en una isla y no ve otro ser humano a menos que brinque ese charco o venga alguien. Y lo mismo sucede con las marcas, a veces llegan marcas de las que no tenemos ni idea, y LaJabaCity puede trabajar con eso”, interviene Arnulfo.

“A su vez, es la pequeñez invertida que nos caracteriza, es decir: `El mío no es menos que el tuyo´. Pero realmente es algo que vive mucho más en el imaginario colectivo que en el mundo físico ahora mismo.

¿Qué esperan de LaJabaCity?

“Yo espero un día ir caminando por la calle y reírme con un chiste de LaJabaCity que alguien lleve. Uno que hace rato hice y no recuerde” (Arnulfo).

“Que la gente recuerde un poco el choteo —el cubano se ríe de todo— y que lo lleve encima” (Lisandra).


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Diana Ferreiro


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