PUERTAS ABIERTAS A LA MÚSICA Y A LO RENOVADOR
Una de las primeras instituciones culturales creadas por la Revolución fue la Casa de las Américas, en la Avenida de los Presidentes, también conocida como calle G y Tercera, en el Vedado; presidida en sus inicios por Haydée Santamaría, una de las dos heroínas de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Fue inaugurada el 25 de abril de 1959, con el fin de abrir sus puertas a la amistad con América Latina y el Caribe.
Haydée poseía un carisma y una sencillez que despertaban la simpatía de quienes la conocía. Lograba que los primeros lazos que establecía se transformaran en una amistad perdurable, a través de los años, pues ella contribuía a acrecentar los sentimientos fraternales entre los pueblos de este continente.
Dos meses más tarde de la inauguración oficial, la música entró nuevamente en este local tan visitado desde entonces. Fue así que el 4 de julio de 1959, se realizó la primera propuesta pública de la institución, que consistió en un concierto de música cubana, con el barítono William Warfield, acompañado al piano por el maestro David Garvey.
LA MÚSICA ELECTROACÚSTICA EN CASA
Haydée poseía criterios muy firmes en cuanto a la cultura y, por ello fue defensora de géneros casi desconocidos entre la mayoría de los cubanos, incluso intelectuales, y fue la principal gestora del primer concierto de música electroacústica en la Casa, el 5 de febrero de l964, con obras de compositores de excepcional talento como Carlos Fariñas.
APOYO AL CONJUNTO DE EXPERIMENTACIÓN SONORA DEL ICAIC
Integrada por músicos que han ocupado y ocupan primeros planos internacionales, el Conjunto de Experimentación Sonora del ICAIC no pudo alcanzar gran popularidad en sus comienzos porque actuaba en muy contadas ocasiones en el cine Charles Chaplin, sin contar con medios de publicidad. Tenían un público muy específico, los trabajadores del ICAIC y sus familiares y amigos.
El destacado cineasta Santiago Álvarez se percató del talento y la versatilidad de sus integrantes y los convirtió en protagonistas de la música de sus documentales.
El apego a los convencionalismos en la música impedía que el conjunto ocupara la posición que merecía, a pesar de contar un director excepcional como Leo Brouwer, guitarrista de primera línea, director coral y con una gran experiencia en el teatro musical.
Otros miembros que han trascendido en Cuba y el mundo, fueron Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Incola, Eduardo Ramos y Sergio Vitier.
Este colectivo tampoco tenía posibilidades de presentarse en la radio y la televisión, ni de actuar en amplios escenarios teatrales. Pasado un tiempo, Manolito Pérez y Octavio Cortázar entregaron a sus miembros la música de sus creaciones cinematográficas, al igual que Sara Gómez, Manolo Herrera y Sergio Giral. Posteriormente, Manuel Octavio Gómez utilizó canciones de Pablo Milanés, interpretadas por el cantautor, en su largometraje La primera carga al machete.
La Casa de las Américas le abrió sus salas para conciertos inolvidables, por iniciativa de su directora, Haydée Santamaría, quien les propició la grabación de varios discos de larga duración que hoy constituyen joyas discográficas.
EN LA MUSICOLOGÍA LATINOAOMERICANA, LA CASA ES SU VOZ
En su reciente edición, efectuada del 17 al 21 de marzo del presente año, el Premio de Musicología Casa de las Américas fue presidido por el lema “todos los caminos conducen a Casa”, pensamiento que concilia al centenar de expertos que acudieron, participaron y elogiaron la seriedad y profundidad de los análisis. El evento denotó el conocimiento de musicología de los invitados, y reflejó lo genuino de los géneros nacidos y recreados en el continente, como era el objetivo de su fundadora, Haydée Santamaría, y del maestro Argeliers León, director del Departamento de Música de Casa de las Américas.
Tal como plantea el documento elaborado por los especialistas de la Casa, para la decimocuarta edición del Premio de Musicología Casa de las Américas 2014: “…con la presentación del libro Herencias cervantinas en la música vocal iberoamericana. Poiésis de un imaginario cultural de Susan Campos, galardonada en 2012, la Colección Premio alcanza los veintiún títulos de este certamen, que ha logrado visibilizar a escala internacional la contribución teórica y metodológica de la musicología del continente y ha devenido el más alto reconocimiento de la disciplina en la América Latina y el Caribe”.
LA OBRA MAESTRA DE LA CASA
El Premio Casa de las Américas, convocado el mismo año en que nació la institución, es la expresión de los objetivos de una institución que abraza al continente en un hermanamiento de pueblos, etnias, lenguas, tradiciones y costumbres diferentes; pero con la savia de un pensamiento único latinoamericanista, que se ha materializado en las obras concursantes y más aún en las ganadoras.
Este Premio ha aglutinado a escritores debutantes y a consagrados, quienes hoy son símbolos de la literatura latinoamericana y caribeña, no solo en español, sino en otras lenguas y dialectos. Las obras en concurso atesoran el caudal de imágenes que colorean nuestros paisajes geográficos e imaginados. Entre los cómplices de Haydée, heroína y mujer de hermosos sentimientos, hay muchos. Harían falta muchas cuartillas para enumerar nombres significativos de quienes supieron responder a su llamado con la pasión que ella reclamaba: “Queremos que ustedes nos ayuden a que el Premio Casa de las Américas, que hoy por hoy es el Premio de nuestro continente de másprestigio, conserve ese prestigio. Porque el Premio Casa de las Américas no es solamente de Cuba, de nuestra patria; es de Latinoamérica, y todos están en el deber de ayudar a que este Premio no se estanque, no se haga aburrido, no se haga tradicional”.
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