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sábado, 22 de marzo de 2025

José Antonio Rodríguez, un gigante de la escena cubana

Para la mayoría de sus colegas era “el más grande actor”...

Adalys Pérez Suárez en Cubarte 20/03/2025
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José Antonio Rodríguez, un gigante de la escena cubana
Por su trayectoria artística, José Antonio Rodríguez recibió los más altos reconocimientos que se otorgan en el sector de la Cultura, incluido el Premio Nacional de Teatro en 2003.

Nueve décadas se cumplen este 19 de marzo de que naciera en La Habana uno de los más talentosos actores con que ha contado nuestro país: José Antonio Rodríguez Ferrer.

La radio, medio que desde la conocida como “Onda de la Alegría” marcó sus inicios en el arte; el teatro, el cine y la televisión, conocieron del talento de quien en contra del deseo paternal que pretendía verlo convertido en médico se decantó por la escena, para suerte del público cubano que lo admiró siempre.

En la segunda mitad del pasado siglo comenzó a pisar con firmeza las tablas formando parte, sucesivamente, de colectivos como Teatro Universitario, el Conjunto Dramático Nacional, La Rueda, Los Doce y Teatro Estudio, hasta fundar en 1985 el grupo que, nombrado por él Buscón, en homenaje a la obra homónima del español Francisco de Quevedo, le posibilitó desempeñarse como director escénico.

El cine cubano también se benefició con las magníficas aptitudes actorales de José Antonio Rodríguez en una veintena de filmes como Cuba 58 (1960), de Jorge Fraga; El otro Cristóbal (1963), de Armand Gatti; Tránsito (1964), de Eduardo Manet; La odisea del General José (1968), de Manuel Octavio Gómez; La última cena (1976), de Tomás Gutiérrez Alea; Cecilia (1981), de Humberto Solás y Pon tu pensamiento en mí (1995), de Arturo Sotto, por solo mencionar algunos.

Más fue la televisión la que le ganó mayor popularidad nacionalmente en telenovelas como Las impuras o Doña Bárbara, aunque fue en esta última que su interpretación de Melquiades, junto a la también inigualable Raquel Revuelta, quedó para siempre grabada en aquellos que pudieron disfrutarla a finales de los años 70.

El 7 de septiembre de 2016 dejó de existir físicamente este ícono de la actuación en Cuba. Por su trayectoria artística había recibido los más altos reconocimientos que se otorgan en el sector de la Cultura, incluido el Premio Nacional de Teatro en 2003.

Sin embargo, él lo sabía, los más altos premios que recibió en vida fueron la admiración de sus colegas ─para la mayoría de los cuales era “el más grande actor”─ y el cariño de un pueblo que en silencio aún aplaude su inigualable versatilidad.

 


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Adalys Pérez Suárez


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