Gabriel Dávalos: “Del periodismo y la fotografía de danza” (+Fotos)

El periodista de profesión deja atónitos a los espectadores a través de sus imágenes que podemos ver expuestas en disímiles plazas y parques de toda Cuba. Dávalos, periodista de profesión, muestra en sus fotografías lo que piensa y la interconexión que deben tener las personas con la vida.

Para el autor de varios libros, - entre esos su primogénito: Habana sensual, de la mano de Ediciones Cubanas de Artex- estos constituyen una experiencia mágica porque representan testimonios para otros tiempos.

- Del periodismo a la fotografía. ¿Qué es lo que te atrapa de esta manifestación?

- Del periodismo a la fotografía, no. Yo te diría que el periodismo y la fotografía. Con las herramientas de uno trato de desarrollar el otro. Me atrapan ambos, aunque los ejerza a mi manera, tanto uno como otro. Me cautiva la posibilidad de comunicar, expresar, conectar y con ese mensaje salvar, acompañar, curar, transmitir sentimiento y abrazar con la sensibilidad tan necesaria para estos tiempos a gente que lo necesita.  De contar historias desde el respeto y los valores.

- ¿Qué satisfacciones, riesgos e inconvenientes encuentras en la fotografía?

- Las satisfacciones siempre serán más que las insatisfacciones. Siempre si se hace de manera sincera, pues aún quien no te entiende puede llegar a respetarte.

La fotografía es un lenguaje, la danza es un lenguaje y como todo proceso de comunicación no siempre con el mensaje que uno quiere transmitir logra llegar a todo el mundo, ni es tampoco algo que uno se proponga. Lo que si uno debe tener claro es con quien tiene que conectar, a quien se debe, con quien tiene el compromiso y la seriedad, sinceridad con que uno expresa lo que quiere comunicar.

- Trabajar para el público constituye un reto. ¿Cómo se prepara para el proceso?

- La preparación personal, no solo para tener herramientas, decir algo, sino tener el conocimiento con argumentos y decirlo de la manera escogida por el actor, pero con el respeto a la singularidad, individualidad y a la colectividad. Esa es la savia de la relación con los públicos, el respeto y la preparación.

Todo creador tiene una relación muy especial, íntima, singular con la gente que va a interactuar, decodificar, desmontar esa obra que él crea y la preparación va en varios matices. Desde el respeto profundo hacia la individualidad de cada una de esas personas o a la conectividad de ese grupo de personas a través del respeto y conocimiento a la idiosincrasia, de la sensibilidad, la cultura, procesos históricos, culturales. Va desde ese respeto hasta la preparación constante, cultural, que tiene que tener un creador, un artista.

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Guantánamo la médula de Cuba. (Gabriel Dávalos)

El reconocido fotógrafo cubano corre con la suerte de sus fotografías, y por ella es y será juzgado, como aquellos versos; o nos condenan juntos o nos salvamos los dos. En las imágenes captadas a través del lente encuentra la forma para decir lo que piensa, para cómo ha expresado en reiteradas ocasiones acompañar y conectar con la gente, allí donde transcurre la vida. Su intención consiste en contarle la historia de lo que somos en esta época, porque o nos condenan juntos, o nos salvamos los dos.

Gabriel Dávalos es músico, poeta y loco, como suele decirse de las personas multifacéticas. Habana Sensual, su primer libro le llegó, según sus propias palabras, por el azar de la vida, cuando la Premio Nacional de Edición Silvana Garriga lo entrevistara, en sus inicios como artista visual, y cuando le preguntó por sus proyectos futuros él contestó sin titubear hacer un libro.

Silvana cuenta que trató de viabilizarlo porque ella quería editar ese libro, pero en esa ocasión no fue. Gabriel hizo su libro Habana Sensual, un compendio de fotografías en blanco y negro, con bailarines de ballet clásico en las calles habaneras que luego sería publicado por Ediciones Cubanas de Artex. El nombre de Habana Sensual proviene porque la danza es sensual, al igual que los cubanos.

Viengsay Valdés: Soy lo que vez, otro volumen con un grupo de personajes que trabajan en el estudio con los clásicos coreografiados por Alicia Alonso y con el auspicio de Ocean Sur.

Habana Pasión, ejemplar a colores, en parejas y en los barrios poco conocidos de la Habana, con la intención de buscar la cotidianidad y las zonas más sencillas.   

Santa Clara, vivir y bailar, llega después bajo la guía de Ediciones Cubanas de Artex, esta vez dedicado a bailarines santaclareños por el 330 aniversario de la ciudad

Santa Clara baila Cuba. (Gabriel Dávalos)

Finalmente pudo trabajar con Silvana hace poco con el libro Matria, que no es más que un resumen de los primeros 10 años de trabajo, en la ciudad de La Habana, que representa el punto de partida.

Al preguntarle sobre cuánto le aportó publicar ejemplares, afirmó al instante:” Publicar un libro representa una vivencia extraordinaria. Sin el afán de trascender uno, pero haciendo que las fotos si trasciendan incluso a uno mismo y que alguien pueda en el futuro, entender como éramos, vivíamos, pensábamos, nos relacionábamos. Cuáles eran nuestras inquietudes, alegrías y tristezas, y en mi caso de la fotografía de danza como lenguaje universal, incluso para conectar con los habitantes del futuro”.

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¿Cuánto provecho representa haber llevado la muestra fotográfica Matria a las provincias cubanas?

Llevar Matria a las provincias cubanas ha sido una experiencia extraordinaria, te permite descubrir desde la fotografía o a través de las herramientas de la comunicación, del periodismo pequeñas matrias, pequeños nichos de identidad, pequeñas singularidades, talentos en estado puro se va y aunque ya son fragmentos descubiertos por nuestros antepasados, investigadores, antropólogos, sociólogos, historiadores.

Pues, la posibilidad de hacerlo uno, desde mi experiencia personal es una sensación maravillosa. Uno se siente descubridor de tantas realidades cubanas y eso no hace otra cosa que implicarte más, comprometerte más y sentirte más apegado a la sumatoria de todas esas matrias que hacen la Patria.

¿Lo reconoce el público cubano? Coménteme al respecto

Después de la experiencia de Matria y no solo llevar las fotos a las provincias, desplegar el proceso, trabajar con los bailarines locales, conocerlos, hacer las fotos allí, descubrir sus talentos, particularidades y luego regresar con una gran exposición a sus principales plazas y parques.

Bayamo gran danza. (Gabriel Dávalos)

Después de esta experiencia de más de 10 años de trabajo yo creo que la gente si reconoce estas fotos. No es que me reconozca a mí, reconoce las fotos. En muchos casos he tenido la posibilidad de estar sentado en sus plazas y parque principales, sentado en un banco, sin que nadie me identifique y escucharlos comentar la foto e interactuar con ella y ha sido bien bonito.

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En vivencias de la vida real, en ese otro mundo ciber las fotos de Gabriel Dávalos abren las alas desde hace más de una década y muchas le han dado la vuelta al mundo a través de la gente que las comparte, las coloca en sus galerías, las pasa a los amigos, las descargan a las computadoras y a los teléfonos.

El apasionado a las fotografías de danza en una ocasión tuvo una hermosa experiencia en Estados Unidos. Cuando se dirige a la agencia para comprar un pasaje de regreso y le piden el nombre, la trabajadora le pregunta si es el fotógrafo. La respuesta al instante: sí, le voltea la computadora y tenía de fondo de pantalla una de sus fotos.

Dávalos confiesa que quedó asombrado, constituyó un suceso emocionante, pero eso no es todo. La trabajadora levanta la voz y le dice al resto de los compañeros: Miren, él es Gabriel Dávalos, el fotógrafo.  Todos tenían en las computadoras de fondo de pantalla esta foto.

Anécdotas como estas en un lugar fuera de casa, transmiten la dimensión de la fotografía de un hombre que con sus representaciones acompaña los días de las personas dentro y fuera de Cuba.

- ¿Se dedicaría Gabriel Dávalos a la fotografía si volviera a nacer? ¿Por qué?

- No sé si tendré la posibilidad de volver a nacer, como no tengo idea si estoy aquí de regreso porque ya estuve antes. No le dedico mucho tiempo a esa reflexión filosófica. Así qué no si me volvería a dedicar a la fotografía. La verdad con que me dedicara a algo que me hiciera feliz, pues para mí estaría bien. Me gustaría ser una buena persona, me gustaría hacer algo que me haga feliz, me gustaría hacer algo además que ayude a otros de alguna manera como lo hago ahora con la fotografía. Con eso estaría bien.

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Las Tunas danza alternativa garabato. (Gabriel Dávalos)

- ¿Escoges los escenarios o ellos te eligen?

- El proceso de selección de los espacios es muy diverso. Hay algunos lugares que quizás formen parte de la vida cotidiana, por donde uno pasa tantas veces y de alguna manera sabe que irá a lograr o intentar una foto allí. Y otros que aparecen casualmente un día cualquiera, con la capacidad de asombro y la curiosidad constante surge sin esperarlo.

Otros resultan de ese atrevimiento de salir a la calle con un grupo de bailarines en una ciudad que a veces no conoces tanto, pues intentar hallar esos espacios cotidianos y tan sui géneris de cada sitio es una experiencia atrevida y así de diversa es la selección de los espacios.

-¿Por qué esos escenarios y no otros?

- Escoger uno y no otros, por ejemplo, en mi caso se lo dejo al instinto, a los sentidos, al oficio, a la experiencia de observar porque no solo funciona que un lugar sea agradable a la vista, patrimonial o emblemático, sino que tiene que haber algo allí que uno no sabe cómo describir para que se junte sensorialmente con los bailarines y con la vida cotidiana para que salga de allí algo que sea impactante visualmente.

- ¿En qué estado crees que se encuentre la fotografía en Cuba?

- La fotografía en Cuba en este momento tiene una salud tremenda. Con los tiempos y esa suerte de democratización de la tecnología donde sin ser extremadamente fácil, pero cada vez más cercana a la gente se ha desarrollado un gran movimiento de fotógrafos en Cuba.

En todas las provincias creo que hay un movimiento grande de fotógrafos. Cada vez les parece más interesante a los jóvenes dedicarse a la fotografía, a todo tipo de fotografía porque merece respeto, dedicación, admiración y empeño. Creo que nunca antes ha habido un movimiento tan grande de todas las edades haciendo por la fotografía, intentándolo, contribuyendo, incluso para quien no la hace, pues consumiéndola. 

Hay un gran público también que es ya conocedor de la buena fotografía, que la busca, que se deja acompañar por ella, incluso que la exige para acompañar su vida en este mundo tan visual. No puede ser mejor.

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Desde los comienzos la instantánea de Gabriel Dávalos está asociada a la danza. La danza y no otra porque considera que es un lenguaje primario que nos acompaña desde el origen como seres sociales.  Nuestros antepasados antes de hablar; bailaban, se comunicaban a través de la danza, les pedían a sus deidades protección de la naturaleza o comida; luego cosechas, riquezas, salud.

La danza representa un lenguaje que tiene la posibilidad de sentar en la misma mesa personas que de otra manera u otra forma no hablarían, no se comunicarían por sus diferencias tanto culturales, ideológicas, religiosas. Ese lenguaje de la danza lo conecta el de la fotografía, un vehículo entrañable para comunicar ideas, enlazar mentes, corazones y almas.   

- Hablemos sobre crítica…

- Yo creo en la crítica justo como la entendía Martí: criticar es amar, decía. Yo no creo que la crítica sea para poner el dedo en la llaga, para urgar en los espacios de poca luz, destruir, poner en evidencia lo feo, lo difícil, para desgarrar.

El crítico debe despejarse de todo, del ego, y ser un practicante profundo de la humildad, sencillez y con sus conocimientos y maestría hacernos crecer a todos.

Yo creo que la crítica es para arrojar luz en los espacios donde falta, para construir desde la elegancia, el respeto, para educarlos a todos, al público que lo consume y al creador que ha puesto toda su fe en ese pedazo de creación.

- ¿Cuáles son los planes de Gabriel Dávalos? 

- No tengo la menor idea de que será de mí en un futuro, como no tengo ningún prejuicio de dedicarme a algo que me haga feliz diferente a la fotografía. Así como fui estudiante de periodismo, que se dedicó a la fotografía de danza, probablemente pueda ser un fabricante de zapatillas de ballet, cosas raras que pasan. Solo con la certeza que sea trataré de hacerlo lo mejor posible, que me haga feliz a mí, a los míos, a los cercanos y ojalá poder ayudar a todos.