Farándula reafirma la necesidad de un teatro más natural (+Fotos)(+Video)

Jazz Vilá lo sabía desde el principio. La obra Farándula, estrenada el 2 de marzo de 2018 en la sala Adolfo Llauradó y que justo por estos días termina (presumiblemente) su tercera temporada en la sala El Sótano, ha sido un fenómeno de la escena cubana contemporánea.

Sin ánimo de colocar en la palestra elementos que nos permitan “juzgarla” con la mirada crítica, esta obra ha sido vista por veinticinco mil personas, no solo en La Habana sino también en otras provincias del país y en Texas, Estados Unidos. Eso basta para deducir que el público, fundamentalmente joven, ha encontrado en esa puesta una manera diferente de abordar determinados temas y, además, se ha divertido al mismo tiempo.

El director de la obra y de la compañía fundada hace cinco años, que lleva su nombre, el joven Jazz Vilá, reconoce que ha sido muy estimulante todo lo sucedido alrededor de las tres temporadas. ““Farándula sigue en el imaginario popular de la capital y de otras ciudades del país, y el éxito increíble que hemos logrado no ha sido solo para nosotros sino para el público que lo disfruta. Para los actores, la obra ha sido también un ejercicio constante de superación, porque hemos tenido que conformar varios elencos, teniendo en cuenta que la mayoría tiene muchos compromisos y lo curioso es que no coinciden. Por ello sienten que la obra está viva, se prueban unos con otros, y eso es importante, porque en los límites de mi creación liberan sus ideas y le aportan a la obra”.

Escena de la Obra "Farándula". (Foto: Luis Joa /vistarmagazine.com).

- Después de todo el éxito que te ha acompañado con Farándula, ¿qué es lo más importante que te ha dejado la obra?

- Tengo que confesarte algo. La obra se basa en una historia personal. A partir de un episodio triste de mi vida logré Farándula, pues convertí aquella tristeza en lo que luego le ha traído alegrías a tantas personas. Creo que eso es lo que me ha dejado, fundamentalmente porque ha valido la pena haber vivido ese suceso terrible en mi vida si luego ha sucedido todo esto. Además, considero que Farándula reafirma la necesidad de un teatro más cercano, más natural, más atractivo, con menos artificios y más ingeniosidad.

“Podrías preguntarle a los actores porque ellos también han sentido esa gratitud de los espectadores, la relación directa con quienes vienen al teatro ha sido muy rica. Imagino que sus respuestas pueden ser muy interesantes”.

Jazz Vilá, dramaturgo cubano y director de la obra "Farándula. (Foto: Canal Caribe)-

-¿Qué propones después?

- Estamos preparando cosas nuevas, aunque tengo la sensación de que Farándula no termina su proceso ahora. Las reposiciones han tenido tanto éxito como el estreno, así que creo que la mantendremos viva.

“Amor es la nueva obra. Es un drama que conserva el sentido minimalista que me gusta potenciar y mantengo la premisa de atraer jóvenes al teatro. Será como un regalo íntimo, es una manera de descubrir cómo la incapacidad de reconocer el amor nos hace daño. Es nuestro homenaje al maestro Nicolás Dorr porque parte de un texto que me regaló para que yo lo montara, Diez canciones de un amor y un poema esperanzado.

”Otro proyecto es Vestuario o maquillaje, una especie de teatro interactivo a través de las redes sociales, un nuevo experimento que vamos a tener con la compañía. En el verano tendremos Brook, el último troll, dirigida al público infantil. Estaremos En Guayabera, en Alamar, para que no se concentre todo en el epicentro de la ciudad. Retomaremos después del verano la obra Habana Duende, estrenada el 25 de abril, en homenaje al aniversario 500 de esta ciudad, y la llegada de García Lorca a La Habana, por lo que deseo presentarla en la sala que lleva su nombre en el Gran Teatro. Jazz Vilá esta en todos los teatros, en las calles, en los grandes escenarios y donde quiera que el público esté para llorar, reír, sentir…”.