En la Bienal del Humor, otros  golpes de líneas y colores al retrógrado patriarcado…

Una vez más, con el impulso primaveral de la sonrisa, se nos convocó a San Antonio para otra edición de la primera bienal de las artes visuales que se realiza en Cuba, la de Humorismo Gráfico. En esta oportunidad para reírnos, en serio, del machismo. Para desmontar, pincel en mano, estereotipos y manifestaciones de discriminación que atentan contra el empoderamiento de las mujeres. Para señalar las ataduras y los manchones de nuestros comportamientos que las excluyen y que reproducen su sujeción a la sombra, al abajo, al “tú no puedes”.

Ya se manejaba desde anteriores ediciones, y en la vigésimatercera fue la vencida- digo el vencido.  Un gran golpe de líneas y colores, satírico y ridiculizante, al retrógrado patriarcado. Cuatro jornadas no bastan para destronarlo, pero sí para desnudarlo a orillas del Ariguanabo, en la céntrica sede de la Unión de Periodistas de Cuba o en la Casa del Alba.

Como al que no quiere café se le dan tres tazas, se inauguraron tres exposiciones colaterales con aromas de mujer: “Rompiendo las Reglas”, de la caricaturista tunera Yanely Rodríguez Escamuchero en la sede de la UPEC; “Miriam es Palante” de la fallecida palantera Miriam Alonso Cabrera en la Casa del Alba, y la muestra retrospectiva “La mujer en la caricatura”, de varios autores, en el Museo Municipal de San Antonio de los Baños.

Una trinidad de empoderadas mujeres integraron el Jurado del Salón Internacional: la caricaturista colombo-española Adriana Mosquera (Nani), la curadora y crítica de arte Yahíma Marina Rodríguez Pupo, más la reconocida la periodista cubana Dixie Edith Trinquete Díaz). De Nani se exponen creaciones en la Casa de la Cultura Raimundo Valenzuela de San Antonio y en el patio del Museo del Humor, muchas de ellas con mensajes feministas.

Fueron varias las actividades protagonizadas por féminas, unas así proyectadas y otras en las que se empoderaron por iniciativa propia, como hicieron muchas de las asistentes a la clausura en la tarde del miércoles en el Parque del Humor.

Entre las programadas hay que destacar el taller "Reír sin ser sexista en el intento", que sesionó en la mañana del lunes 12 de abril en la sede de la UPEC. Un provechoso intercambio entre los caricaturistas y profesionales de la comunicación participantes de la Bienal y las especialistas Lirians Gordillo, Beatriz Ramírez y Gabriela Milena Padrón, de la Editorial de la Mujer, y Yelen Palmero, del Centro de Estudios de la Mujer del FMC.

El ejercicio sirvió para identificar mensajes reproductores del discurso de violencia y machismo en el quehacer del humor gráfico. La periodista Gordillo Piña se refirió a las maneras de representar desde el humor gráfico las realidades de la mujer en nuestro país, cómo las relaciones de dominación se filtran en ocasiones a la obra, a veces de manera inconsciente y aunque se pretenda un mensaje positivo. Consideró que, aunque existe una mejor comprensión de estos asuntos, aún queda mucho por hacer, para una mayor justicia y equidad, para una mejor asimilación crítica del pensamiento feminista, y el cuestionar fenómenos como el acoso y la violencia contra la mujer.

No se debía en un encuentro como ese, dejar de reconocer la labor de Jorge Sánchez Armas (Jorge), el humorista gráfico cubano que más ha hecho en este empeño, con sistematicidad y coherencia, frescura y eficacia comunicativa. A propósito, mencioné su viñeta “Honores”, participante en la categoría de Humor General del Salón Internacional, en la que una mujer en una bóveda subterránea sostiene la estatua de un héroe a caballo. Esta resultó ser una de las dos obras más reconocidas del certamen: Premio del Museo del Humor, del proyecto Barro sin berro y segundo Premio del Jurado.

El autor me comentó que era una idea que tenía desde hacía tiempo, “para hacer visibles a las invisibles que también hicieron lo suyo, para hacer ver lo injusto que ha sido el patriarcado con ellas”. “Las mujeres son las grandes olvidadas de la historia. Y cuando aparecen es porque fueron la mujer de, o la madre de o la hija de…”- me compartió desde Santa Clara, horas antes de las premiaciones.

En la tarde del lunes se presentó el libro digital “Humor de camino”, de la periodista y escritora Mercedes Azcano,  directora de Palante hasta su fallecimiento el 20 de octubre de 2021. La compilación y organización de estos textos humorísticos, publicado en el Blog de la autora, corrió a cargo de la documentadora de Palante Bárbara Avendaño. Son cuentos costumbristas, colmados de la sensibilidad y comicidad de esta narradora, que retrataron su propia cotidianidad, las de sus compañeros y las de muchos cubanos.

Vale resaltar, además, que la mayoría de los premios de la duodécima edición del concurso infantil “Riamos Siempre” recayeron en pioneritas del municipio artemiseño, incluido, el primer lugar otorgado a la niña Vida Ledesma Pérez, de la escuela primaria Julio Pérez, por un dibujo en el que resignifica, con un personaje femenino, la icónica pintura “El Grito”, de Munch.

Cientos de humoristas gráficos, de ambos sexos y de todos los mundos, respondieron a la convocatoria bajo el lema “Reírnos del machismo en serio”. Aunque también pueden observarse en el Museo del Humor obras que tocan otros fenómenos globales, sobresalen los diversos acercamientos a la problemática del mal llamado “sexo débil”, con distintos estilos, técnicas y soluciones formales para denunciar o representar la situación de las mujeres o para comunicar un mensaje a su favor.

En opinión de Nani, aunque “el abordaje del machismo no es fácil sin caer en estereotipos” y “hay muchas pedagogías, muchas ideas que ya se han visto en otros concursos”, entre las obras en concurso, “reflejan la situación de la mujer en cada país y también el nivel intelectual de la sociedad, se ve cuánto se han avanzado o cuánto están rezagados, cuánto no entienden del feminismo y sus reclamos”.

Finalmente, la obra merecedora del Gran Premio Eduardo Abela resultó ser la pieza “Women”, del cartunista iraní Amin Familbaghestani. La pieza también obtuvo el Primer Premio en Humor General y el Premio colateral del Consejo Nacional de las Artes Plásticas.  Según declara el dictamen del Jurado, leído por su Presidente, el caricaturista cubano Adán Iglesias, este dibujo   muy cuidado y estético refleja el efecto de la sororidad en la sociedad y su crecimiento, “podrán cortar los recursos, el tronco, las raíces… pero la unión de sus ramas y manos mantendrá a las mujeres en pie. Esta metáfora visual la consideramos adecuada para que el público de cualquier latitud comprenda la importancia del empoderamiento femenino y a la capacidad de la mujer”.

En la Declaración Final de la Bienal, leída por la ya mencionada caricaturista y activista Adriana Mosquera, se resaltó el saldo de estas jornadas “de intercambio, reflexión y aprendizaje en torno al debate de la discriminación patriarcal, el machismo, la violencia de género, la inequidad social, el lenguaje inclusivo y el empoderamiento de las mujeres y su reflejo en el periodismo gráfico”.

“Son conceptos tan imprescindibles como la tinta china, la cartulina y nuestras computadoras para integrar nuevos conocimientos que permitan transmitir ideas más inclusivas y no discriminatorias. La Bienal no podía estar al margen del cambio social que se vive a nivel mundial: hablar desde el humor sobre los nuevos roles de género sienta las bases para la sociedad igualitaria que nos hará avanzar”.

Sin embargo, el propio certamen puso en evidencia lo mucho que nos falta por aprender y desaprender en el camino hacia toda la justicia. Sirvan dos ejemplos: en el Mural Colectivo realizado el domingo en el Parque del Humor solamente participaron dos artistas (Yanelis Escamuchero y Adriana Mosquera) y ninguna mujer estuvo entre los panelistas de la videoconferencia “Humor y Comunicación Política”, realizado el lunes.

De modo que hay que reconocer y aplaudir estas iniciativas para reírnos más en serio del machismo. Conscientes de cuánto hay que avanzar, desde el humor gráfico y la comunicación, en la conquista de la igualdad de género y por el respeto de los derechos de las mujeres y las niñas.