viernes, 27 de septiembre de 2024

El sueño de uno de los profesores de piano más buscados del mundo

Salomón Gadles Mikowsky quería inundar La Habana con los acordes de sus discípulos, jóvenes pianistas con prestigio internacional en el instrumento...

Yeneily García en Exclusivo 07/06/2014
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Solomon Gadles Mikowsky
Salomón Gadles Mikowsky, prestigioso profesor de piano nacido en Cuba. (Bryan Mandelbaum / Cubahora)

 Salomón Gadles Mikowsky tenía un sueño. Ese sueño era inundar La Habana, la ciudad que lo vio nacer hace 78 años, con los acordes de sus discípulos, jóvenes pianistas que pertenecen a la primera línea de la nueva generación de intérpretes de ese instrumento en el mundo.

Este pedagogo, incluido en la selecta lista de “los profesores de pianos más buscados de Estados Unidos” —pero que bien podría decir “del mundo” por la variada nacionalidad de sus estudiantes—, vio materializarse sus empeños en el Encuentro de Jóvenes Pianistas, que desde este jueves, 5 de junio, inauguró su segunda edición en el recién remozado Teatro Martí.

Quien no lo conoce puede difícilmente adivinar a primera vista que es cubano. Sin embargo, la pasión con la que habla de esta isla delata enseguida lo enamorado sin remedio de su cultura y, sobre todo, de su música, sobre la que ha escrito extensamente y a la que defiende a través de la enseñanza.

He logrado que una alumna china toque todas las danzas de Cervantes, más las seis danzas afrocubanas de Lecuona. Otros alumnos míos han tocado música cubana más contemporánea de Juan Piñera y Tania León”, dijo durante una entrevista sobre el programa que escogió para el I Encuentro, celebrado en esta capital en 2013.

Para esta segunda cita también se tocarán composiciones cubanas, y le tocará nuevamente al ruso Alexandre Moutouzkine, quien repite visita, interpretar melodías de Amadeo Roldán, Alejandro García Caturla, Harold Gramatges, Alfredo Diez-Nieto, Roberto Valera, Guido López-Gavilán y Leo Brouwer, entre otros.

“Alumnos míos internacionales han interpretado esta música en diferentes lugares del mundo, algo que me alegra y me enorgullece como cubano”, aseguró.

Uno de los grandes problemas que tengo es el de herir sentimientos. Cuando vienen unos, no vienen los otros. Depende mucho de las fechas, ellos están en conciertos y a veces no tienen el tiempo necesario para venir. Uno de mis alumnos, el que más ha ganado premios, hace más de dos años que está intentando venir aquí a Cuba”.

 Formado en Cuba entre 1944 y 1955 por Luis Pastoret, Argeliers León y César Pérez Sentenat, antes de recibir una beca en la famosa escuela neoyorquina de Juilliard, Salomón Gadles Mikowsky insiste en un mayor intercambio de los invitados y los pianistas locales.

“Quiero el año que viene que haya más pianistas cubanos participando. Mi primera intención ha sido la de traer lo que no se oye en Cuba. Un encuentro entre artistas nacionales pueden hacerlo sin mí, pero como este evento está creciendo en calidad y en cantidad de ejecutantes, quiero que haya más cubanos en él”.

 Unos 23 jóvenes participan en el II Encuentro, de ellos 14 extranjeros, de países como Rusia, Belarús, Estados Unidos, Filipinas, Egipto, Israel, Chipre y Armenia; todos alumnos de Mikowsky, quien acumula más de 30 años de experiencia en el claustro de la Manhattan School of Music.

Por esa conocida “habilidad mágica de convertir en artistas a los estudiantes de piano que caen en sus manos” —como señalara una publicación española— y por esa pasión que les transmite, este pedagogo puede darse el lujo de convocar a los nombres más reconocidos en esta nueva línea de intérpretes.

 Para Xiayin Wang, de China, es un honor estar en Cuba, abrir el encuentro y de paso celebrar los 130 años del “gran Teatro Martí, con muchos maravillosos músicos y compartir todo tipo de música con tantos melómanos”.

“Estoy admirada por la cultura, por la personas, no puedo esperar a compartir este maravilloso viaje con ustedes los cubanos”, dijo la reconocida pianista, que según su agenda, continuará sus compromisos internacionales con una actuación privada para los reyes de Inglaterra.

Realeza aparte, a Xiayin le fascina la habilidad que tiene la música para comunicar más allá de los idiomas.

Al preguntarle sobre qué esperaba del público cubano y de esta oportunidad, respondió que le gusta mucho pensar en la melodía como puente para intercambiar con la audiencia.

 “No importa dónde se haya escrito o por quién, creo que la disfruto de igual manera. Toda la música que toca mi corazón, la quiero compartir con toda las personas del mundo”.

Alexandra Beliakovich, de Belarús, quien compartió cartel con la china en la inauguración del evento —y el magnífico piano Steinway que Mikowsky donó al Martí— aseguró sentirse casi en casa en esta, su segunda visita a la isla.

“Estoy muy contenta de regresar, incluso cuando estuve el primer año aquí en Cuba me sentí como en casa, esta atmósfera de creatividad y celebración es absolutamente inspiradora para mí y estoy muy contenta de poder tocar y de inaugurar el nuevo piano”, agregó.

Mucho queda todavía por disfrutar en esta edición, que se extenderá en las salas del Centro Histórico de La Habana hasta el 29 de junio, cuyo propósito, al decir de Miriam Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas: “…ha sido el reencuentro y el intercambio”.

Mirando hacia el futuro, la musicóloga aseguró que el tercer encuentro será otra vez un regalo, una oportunidad de relación entre el piano foráneo y el local, y ese es el propósito fraternal que tiene el evento.

“Los pianistas cubanos son invitados y, excepcionalmente, hemos incluido este año a los más jovencitos, para darles estímulos, de estar en un programa que comparte cartelera con pianistas que tienen un reconocido prestigio. Y eso se va a repetir en el 2015, cuando nos veamos de nuevo”.


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Yeneily García


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