El selfie de Carlos Sarmiento

Un selfie es un autorretrato que intenta captar un momento importante de nuestras vidas. Así dio la bienvenida al público Carlos Sarmiento esa noche. Lo que verían a continuación los asistentes a la Sala Adolfo Llauradó estaba basado en hechos reales y relataba un pasaje navideño. 

La puesta reúne un elenco que destaca por su juventud y es la más reciente producción de Teatro del Caballero, encabezado por José Antonio Alonso. Selfie, un dinámico espectáculo con el que Sarmiento se estrena como dramaturgo y culmina sus estudios de la Maestría en Dirección Escénica del Instituto Superior de Arte.

Daniel y Fanny, los personajes protagónicos de la obra, tienen un romance. Ella vende pinturas en Trinidad y él, además de actor, trabaja como guía turístico y está de paso en la ciudad. En un primer plano, Selfie narra la historia de esta joven pareja. Sobresalen a la vista del espectador las diferencias de edad e intereses, amores contrariados en encuentros casuales, pero tienen un punto en común: la ideología.

Con una escenografía sencilla, en la que un colorido árbol de navidad llama la atención del auditorio, la obra cuenta a través del flashback y los sentimientos encontrados en el recuerdo, una especie de soledad atípica en una noche de navidad. Estas emociones, angustias e incertidumbres cambian el color de la historia.

De los valores fundamentales del texto, resaltan las inquietudes de una generación joven que se cuestiona procederes y realidades del presente, pero que no se deja vencer por convencionalismos y decide vivir en Cuba. A pesar de las razones y facilidades que pudieran sustentar la idea de emigrar, Fanny y Daniel sienten y hacen suyo el terruño, afirmando su disposición de mantenerse en un medio que se transforma.

Otra de las atracciones principales de Selfie es la posibilidad de intercambio de los actores, su director y el público. En reiteradas ocasiones, Sarmiento irrumpe en escena y conversa con los espectadores, los cuales pueden sentirse jueces y parte de los acontecimientos que cuenta la historia.

Quizás uno de los momentos más emocionantes para el público lo logra la banda sonora. "Son oscuro", del gran Noel Nicola, es reiterado con insistencia en momentos claves de la pieza. Su propósito: revelar el conflicto que conmueve a la protagonista.  

Sin dudas, esta es una de las propuestas que llega en buen momento a la cartelera de los teatros habaneros en su primera temporada. Un autorretrato pensado por y para jóvenes que describe muy bien sus retos, expectativas y necesidades, fundamentalmente los de quienes deciden “quedarse”.