martes, 24 de septiembre de 2024

El primer maestro que tuvo esta aula

Como el Héroe de la República de Cuba René González Sheweret, uno de los Cinco, numerosos fueron los jóvenes que integraron el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, creado por iniciativa de Fidel...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 20/05/2017
0 comentarios
Desatacamento Manuel Ascunce Domenech
Cuatrocientos jóvenes fueron los primeros en responder afirmativamente a la petición del Comandante en Jefe y nació de esa manera el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech

Una responsabilidad les caía casi de golpe sobre los hombros, y con esta aparecían sacrificios, dejaciones y emociones cautivantes para toda la vida. Querían ser médicos, ingenieros, artistas, meteorólogos, arquitectos, y quién sabe cuántas cosas más. No obstante, muchos de ellos eligieron un camino diferente dejando a un lado también la vocación, además de la presión que tenían de sus padres.

Fidel, en la clausura del II Congreso de la UJC, el 4 de abril de 1972, les había pedido que formaran parte de un movimiento para prepararse como educadores y así resolver uno de los más difíciles problemas en el desarrollo de nuestra educación. Quienes cursaban en ese entonces el décimo grado no podían quedar mal con el Comandante en Jefe y a su llamado para enseñar en las secundarias básicas en el campo.

Cuatrocientos jóvenes fueron los primeros en responder afirmativamente y nació de esa manera el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, aquel 19 de mayo de 1972. La iniciativa prendió fuerte y miles de jóvenes se incorporaron a los primeros cinco contingentes, hasta que el propio desarrollo educacional permitió formar a los docentes para el nivel medio en carreras pedagógicas universitarias, mientras aquellos completaban su preparación para alcanzar también ese nivel.

Fue la etapa del sacrificio y también de las emociones, pero poco a poco fue naciendo la vocación por el magisterio, esa de la cual jamás pudieron separarse. El Héroe de la República de Cuba René González Sheweret, uno de los Cinco, estuvo entre quienes se unieron a este revolucionador proyecto pedagógico. Él integró el II Contingente del Destacamento Pedagógico.

Recuerdo cuando hace algunos años me contó la historia mediante correo electrónico. Aun cumplía su injusta condena en los Estados Unidos y el pedido hecho a través de la Red de Universidades en solidaridad con los Cinco, radicada en la Cujae, le hizo evocar la etapa que calificó de trascendental en su vida. Rememoraba que la ESBEC República Socialista de Rumania, a unos cuatro kilómetros después de Alquízar, en la provincia de Artemisa, lo acogió como uno de sus docentes.

Allí impartió clases de Física a séptimo grado entre septiembre y diciembre de 1973. Mas, una misión tan importante como esa, el servicio militar, le señaló otros rumbos. Para René “fueron tres meses de una intensidad que nunca antes había experimentado en mis entonces 17 años. Me incorporé con un grupo de mis coetáneos imbuido de un entusiasmo casi heroico, con una disposición a hacer cualquier cosa sin pedir nada a cambio, que fue signo de la época.

”En aquellos fugaces meses enseñé un poco de Física, pero aprendí de la vida mucho más. Aquella responsabilidad, caída casi de golpe sobre mis hombros, fue como si me hubiera acostado a dormir adolescente y hubiera despertado adulto a la mañana siguiente”, afirmó en el mensaje. Y es que como tantos otros jóvenes de su tiempo, René tuvo que madurar aprisa a causa del deber que le tocó asumir, pero no perdió la energía, el vigor y la frescura.

”Fueron tres meses inolvidables, cargados de muchas satisfacciones. Descubrí una vocación por la enseñanza que aún me acompaña. Mi autoestima creció. Al término de aquellos meses era otro. Y esa maduración —se podría decir que al carburo— fructificó de inmediato una vez que salí de mi ESBEC a enfrentar otras experiencias”, afirmó en sus emotivas palabras por correo electrónico.

Tanto se enamoró René del magisterio que muchos recordarán que tras su regreso a la Patria en 2013 volvió a su ESBEC. Treinta años de ausencia de tierras artemiseñas no le hicieron olvidar aquellas jornadas en las que se formó como maestro e impartió clases de Física en la hoy escuela Antonio Núñez Jiménez. En ese entonces fue hasta el aula y tomó por asalto el pizarrón para dejar a los pequeños un mensaje: “Estudien mucho, pero sobre todo eduquen sus sentimientos. Un abrazo a nombre de Los Cinco. El primer maestro que tuvo esta aula”.

Como René son numerosos los que acuden a los recuerdos, las emociones, los rostros de la primera graduación, y tantos momentos vividos por aquellos maestros que integraron el núcleo fundacional del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Cuarenta y cinco años después, esta iniciativa consolidada ha seguido y sigue educando y creciendo con los nuevos tiempos.

 


Compartir

Yuniel Labacena Romero


Deja tu comentario

Condición de protección de datos