El nombre de Amílcar Salatti ha quedado registrado en importantes propuestas de corte dramático como los largometrajes Esteban e Inocencia, las telenovelas Latidos compartidos y Entrega, así como los policiacos como Patrulla 444 y U.N.O. A esa lista se suman también las teleseries De amores y esperanzas, en su primera temporada, y Zoológico, además del recordado teleplay Paso firme.
Todavía faltan muchas vidas que merecen ser recreadas por su ingenio, de hecho, hay dos próximas propuestas, donde Salatti es uno de los guionistas: la telenovela Vuelve a mirar y la serie Promesas, ambas por salir aún en la pequeña pantalla. Cada una con sus propias exigencias son representantes de cuidadosa toma del pulso a la realidad.
Para Salatti este compromiso se ha expandido hasta insertarse en el complejo universo del humor. De ahí que decidiera colocar a los personajes de Indira y Miguelito en la serie Al habla con los muertos.
Se trata de su próximo gran reto en la pantalla por la seriedad que implica hacer reír, y ante un salto como este, luego de tantos aciertos dentro del drama, resulta muy grato saber el por qué de “aventurarse” en el humor.
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“Tomé el riesgo con el humor porque era una inquietud que tenía desde hace tiempo. Después que los personajes de Indira y Miguelito cobraron vida en la telenovela Latidos compartidos, decidí entonces que si me iba a lanzar, pues lo haría con spin-off de ellos dos y allá vamos”, explica Salatti.
“Ciertamente el humor es muy difícil”, confiesa, “lo que a mí me da risa, al otro le puede resultar indiferente o al revés, quizás de ahí su dificultad. Uno de los tantos retos a la hora de asumirlo desde la escritura es, justamente, intentar hacer reír o al menos sonreír”.
“También llevamos muchos años en Cuba con un mismo tipo de humor de corte social, costumbrista y Al habla con los muertos se distancia de esas propuestas. No hace crítica social, tiene elementos de humor absurdo, algo de comedia negra y todo a partir de una situación que se genera”, detalla el reconocido guionista.
“Tal vez ante el hecho artístico, el mayor reto y el mayor temor se parecen: `no ser pesados´. Si al menos logramos sacar una sonrisa en el público, que pase un momento agradable y que se enganche con lo que se cuenta, pues nos daremos por afortunados”, añade.
- Al habla con los muertos coloca sobre la palestra el dueto de trabajo Salatti-Luberta ¿podría seguir dando frutos creativos para la televisión?
- “Sí, puedo adelantar que con Alberto Luberta habrá más proyectos. Será cuestión de planificarnos bien. Si todo sale como hemos soñado estaremos trabajando en la segunda temporada de Al Habla…, y en otros proyectos a más a largo plazo”.
- Primera vez que escribes pensando en la actriz Yaremis Pérez. ¿Qué sensación final te dejó la experiencia?
- “Escribir para Yare, y de paso para Ray es un lujo. Facilita las cosas, motiva la creatividad y sabes que los guiones van a crecer y salir enriquecidos. Son dos actores extremadamente creativos y profesionales que te sorprenden cuando le dan vida a Indira y Miguelito.
- Tendremos pronto la telenovela Vuelve a mirar y la serie Promesas, ambas con guiones de su autoría. ¿Algo en común en historias tan diferentes? ¿Cuál sería un próximo motivo de inspiración?
- “Por suerte, creo que las propuestas no se parecen. No tienen puntos en común. Son géneros y tonos distintos, estructuras diferentes. Que se unan proyectos así siempre es riesgoso, y los motivos de inspiración, pues, van apareciendo por el camino, con los días, el azar, la gente con la que te cruzas, los cambios sociales, las luces y las sombras de lo que me rodea”.
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