Cuando a inicios de marzo, los medios de comunicación cubanos anunciaban el estreno de una nueva telenovela, poco imaginaron sus creadores, y los propios televidentes lo que ocurriría meses después en los hogares, y los sitios de redes sociales de muchas familias.
El rostro de los días, con dirección general de Nohemí Cartaya, se acercó durante 83 capítulos a temáticas como el envejecimiento poblacional, la natalidad, la maternidad y paternidad, así como los roles institucionales al respecto.
Sobre el tema investigó Ángel Luis Martínez Rodríguez, quien a cuatro manos fungió como guionista junto a Serguei Svoboda Verdaguer.
La maternidad, la paternidad, el machismo y la violencia doméstica, fueron temáticas abordadas por el audiovisual (Foto: Portal de la Televisión Cubana)
Por aquel entonces, la esposa de Svoboda estaba embarazada, por tanto, este se convirtió en padre durante el proceso de escritura. Aunque en el guion están todos sus esfuerzos, estudio, creatividad y dedicación, es imposible recoger la maternidad y la paternidad en una sola obra, incluso si es extensa como una telenovela, aseguró Seguei, quien accedió a conversar con Cubahora vía Messenger.
Sin dudas, una de las subtramas abordadas por la telenovela que más impacto han causado en la sociedad han sido las relacionadas con el aborto y el abuso sexual. Personajes como Irma (Lesvy Samper), Lía (Iliana Sosa) y “El Machi” (Roberto Sebazco), se mantuvieron por semanas en el vox pópuli.
— ¿Cree que en la Cuba del 2020 existan muchas madres como Irma? ¿Qué les inspiró a crear un personaje como este?
Creo que en cualquier lugar y en cualquier momento, habrá madres (y padres) como Irma. Ella cometió un error, o mejor dicho, varios errores: en primer lugar, se enamoró del tipo equivocado. Luego lo trajo a vivir a su casa apresuradamente, sin pasarlo suficientemente por el filtro del día a día y el conocimiento de su verdadera personalidad. En tercer lugar no confió en la llamada de alerta de su hija. No por esto Irma es una mala madre... Pero cometió un error grave. Eso, aunque no debe ser, le puede pasar a mucha gente que no es mala o indolente.
En cuanto a lo que nos inspiró a crear esta subtrama, creo que Ángel Luis (coguionista y autor de la idea principal) y yo, percibimos siempre el potencial dramático de esta historia. Era de esas subtramas que sabíamos que el público la odiaría con rechazo total o la sufriría con empatía por la adolescente Lía. Por suerte, la tele audiencia se decantó por la segunda opción.
A poco más de una semana de haber finalizado el dramatizado, varias han sido las reacciones de los espectadores. Aunque aún no se conoce el resultado de las encuestas del centro de investigaciones sociales del Icrt sobre el impacto del audiovisual, quien convive en Facebook a menudo puede tomarle el pulso. Comentarios que han rozado la ofensa, memes, chistes, personas que agradecen, debate en fin.
No es la primera vez que estas temáticas se abordan en la televisión cubana, sin embargo, por su sensibilidad en todos los sectores de la sociedad, siempre provocan gran impacto.
“Puedo hablar de los comentarios de conocidos y amigos, quienes vieron esto (el embarazo adolescente) como correctamente manejado en la historia. No somos los primeros en llamar la atención ni seremos los únicos. El embarazo en la adolescencia es algo muy negativo, peligroso y está ocurriendo con bastante asiduidad, según nos asesoraron”, comentó Serguei.
— ¿Considera que aún existen en nuestra sociedad mitos o tabúes para tratar el tema del aborto?
Espero que no. Estamos en pleno siglo XXI. Cada persona es dueña de su cuerpo y una mujer no debería tener la más mínima presión para tomar esas decisiones.
— ¿Qué les llevó a demorarlo tanto en el guion?
Si te refieres a por qué esa situación se "estiró" tantos capítulos, sigo creyendo hoy que hicimos lo correcto. Ese "estiramiento" nos permitió explorar más profundamente la psiquis y las reacciones de Lía, la víctima, del "Machi" como victimario que se degenera, de la madre de Lía (con su error dramático) y también de la amiga y el novio de Lía como aliados de Lía. Sin contar con que, en cada capítulo que transcurría, aumentaba no solo el rechazo al Machi, sino la conciencia colectiva sobre este problema.
— ¿Existió en algún momento la posibilidad de que una adolescente asumiera el rol de madre?
No recuerdo si sopesamos esa posibilidad (siempre supimos que Lía no tendría el hijo de Machi), pero en la trama hay madres muy jóvenes (aunque adultas) y madres poco preparadas para asumir la maternidad, lo cual nos permitió abordar situaciones similares. Y creo que con el solo hecho de plantear la posibilidad, logramos proyectar en la mente de los espectadores lo duro de ese dilema.
ABUSO SEXUAL ANTE LOS OJOS DE TODAS Y TODOS
Para algunos espectadores, el momento de clímax del audiovisual ocurrió cuando uno de los personajes fue víctima de abuso sexual. Lía, la adolescente actriz que interpretó Liliana Sosa, puso rostro a cientos de niñas, niños y adolescentes que han vivido semejante experiencia.
Lía, la adolescente actriz que interpretó Liliana Sosa, puso rostro a cientos de niñas, niños y adolescentes que han vivido semejante experiencia (Foto: Portal de la Televisión Cubana).
Un asunto sensible y preocupante, en una sociedad familiar por idiosincrasia y en el que las cifras hablan por sí solas. Según el último informe del país sobre la prevención y enfrentamiento a la trata de personas y la protección a las víctimas, desde 2016 hasta mayo de 2019 los abusos sexuales contra menores en Cuba crecieron en un 24 %. Aun cuando desde instituciones, televisados, organizaciones de masas y espacios de socialización el tema ha sido tratado con anterioridad, muchas son las dudas e incertidumbres para actuar ante situaciones como estas.
— ¿Considera que en una sociedad como la nuestra se habla poco de abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes?
— Sí, debiera abordarse con más asiduidad y franqueza. A los problemas no se les huye, ni se tapan, porque crecen a la sombra y ante la indiferencia de la sociedad. Sin caer en un enfoque amarillista o escabroso: hay que hablar de esto y educar a todos sobre sus características, causas y consecuencias. Es mejor que un adolescente sepa que si está frente a una actitud sospechosa debe decirlo a sus padres o tutores o a una autoridad, a que no tenga la más mínima idea de qué hacer en esta situación.
— Desde el dramatizado se acercan bastante al funcionamiento de instituciones estatales y de salud en el tratamiento a estas temáticas. ¿Considera que aún el trabajo que se realiza desde ellas es insuficiente, fundamentalmente para ayudar/apoyar/educar a la sociedad?
—Sinceramente, no sabría cómo calificar ese trabajo. Pero, en general, falta mucha más educación sobre estos temas. Creo que podría valorarse incluso que estos asuntos los abordaran en escuelas, porque en definitiva son los menores de edad los directamente perjudicados. ¿Por qué no enseñarles sus derechos y enseñarles a defenderse?
— ¿Considera que aún madres, padres, niños y niñas desconocen qué hacer ante el aviso de un abuso sexual?
— Supongo que sí, que hay quienes no saben qué hacer o siquiera se enteran de que ha ocurrido una tragedia de este tipo, aunque sea casi delante de sus narices. La única solución es la educación, la franqueza para hablar de cualquier situación por dura que sea y la constante vigilancia de los responsables de los niños.
Aunque satisfecho, sintió que se quedó mucho por decir. Este tema es gigante y amerita volver a él constantemente para poder reflejar una familia que evoluciona. Deberíamos hacerlo no solo porque es posible o interesante, sino porque es necesario para nuestra sociedad, sentenció a modo de despedida. Una sociedad que, por su parte, ha vuelto a preocuparse por un asunto, que por antiguo que sea, no deja de doler.
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