A telón abierto en Festival

Una panorámica del acontecer teatral en el planeta, con exponentes de cuatro continentes convierte al KTorce Festival de Teatro de La Habana en una mirada certera a la actualidad de las artes escénicas, a partir de la profusión de concepciones en lenguajes y géneros que convierten esta edición en la más abarcadora de la historia del evento, el cual se efectuará en La Habana, como sede principal, desde este viernes 28 de octubre hasta el 6 de noviembre, en teatros y espacios al aire libre, unidos a coloquios, foros, encuentros y talleres.

En otras tres provincias existirán subsedes del festival, lo cual ampliará la geografía de su programación al presentar Me desordeno amor, con Carmen Prieto y Malucha Pinto, de Chile, en Matanzas; Rosilyn, la hija del carnaval, por el Ruby Theatre, de Francia, en Cienfuegos; Las Pericas, con Gestus Teatro, de Ecuador y El Conde Klaus, de Cangrejo Producciones, de Chile, en Villa Clara.

UN FESTIVAL QUE REQUIERE LO MÁS CERCANO AL DON DE UBICUIDAD

Resultan tan tentadoras sus propuestas para este año que los asistentes desearán adquirir dotes sobrehumanas que les permitan ocupar varios lugares en el espacio, para presenciar títulos como Andre y Dorine, de Kulunka Teatro, de España, dirigida por Liuba Cid, una de las tramas más conmovedoras, protagonizada por la actriz Yolandita Ruiz. Lo importante de este grupo es que, gracias a la eficaz gestión de Mayda Bustamante como productora, este colectivo está integrado por artistas cubanos y se mantiene vigente en la península ibérica.

La versión de Las Pericas, del grupo Gestus Teatro, de Ecuador, regresa a la escena cubana, interpretada por un elenco masculino y una actriz en el rol de Panchita, que mantienen su tono de farsa y roza el grotesco con gran finura, en una versión muy peculiar del texto. Se escenificará, este fin de semana, en la sala Hubert de Blanck, donde tributarán un homenaje al autor Nicolás Dorr, en sus 50 años de vida artística, quien la escribiera a los catorce años, lo cual le permitió convertirse en un niño prodigio de la dramaturgia cubana, quien festejará el aniversario con su opera prima.

La danza ocupará importantes espacios en la programación, con la presencia del Ballet Lizt Alfonso, dedicado al vigésimo aniversario de la compañía, este fin de semana en el Karl Marx, con un programa concierto que incluirá Amigas, su más reciente estreno. Danza Contemporánea de Cuba presentará tres obras del joven coreógrafo George Céspedes, multipremiado en eventos internacionales, quien mostrará un estreno mundial de su autoría en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, donde la compañía de Antonio Gades protagonizará la gala de clausura el 6 de noviembre, a las 5:00 p.m.

GÉNEROS POCO HABITUALES EN AÑOS ANTERIORES

El gran musical ocupará varios escenarios habaneros, como Canción de Rachel, inspirada en la novela homónima de Miguel Barnet, en una puesta que se adentra en las sugerencias del texto y articula una excelente puesta, interpretada por Mephisto Teatro, que se escenificará en la sala Tito Junco del complejo cultural Bertolt Brecht, bajo la dirección de Tony Díaz, una agrupación que también ha asumido una versión muy especial de Cats, intitulada Gatos, interpretada por niños en su casi totalidad, con todos los temas que incluye la partitura, y con las actuaciones protagónicas de dos consagrados de la escena cubana: Heidy Villegas y Carlos Pérez Peña, con la dirección artística de Alejandro Milián.

Este género también será representado por la compañía Broadway Ambassadors, de Estados Unidos, una empresa a la cual pertenecen 38 teatros y que cultiva esta especialidad de las artes escénicas desde 1950. La puesta podrá ser vista en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, del 3 al 5 de noviembre y permitirá una mirada a esta manifestación en la actualidad. Integrantes de la agrupación impartirán talleres acerca de las características de sus procesos creativos y las concepciones que sirven de base a la arquitectura teatral de sus montajes y a la producción de espectáculos musicales.

En tan diverso panorama de las artes escénicas, el humor tendrá un espacio importante en el teatro Astral durante los dos fines de semana que incluye su abarcador conjunto de opciones y estará representado por el Centro Promotor del Humor, en Reír es cosa muy seria, con las actuaciones de los actores Kike Quiñones e Iván Camejo, el colectivo Pagola la paga y el respaldo musical de la Orquesta del ICRT, que irá más allá del evento y continuará en cartelera hasta el 30 de noviembre.

El lirismo inscrito en la cuarta pared es otra de las novedades que trae a escena esta edición con dos montajes de gran calidad: El chupito de poesía, en una hermosa recreación de Intxizu Bengoa, de España, en el café Brecht, el martes primero y el miércoles 2, a las 5:00 p.m.: y también los versos reinarán en escena, en una concepción que incluye poesía cubana y latinoamericana y lleva por título Me desordeno amor, el poema más conocido de Carilda Oliver Labra, Premio Nacional de Poesía, en las actuaciones de Carmen Prieto, actriz y cantante de gran prestigio internacional y de Malucha Pinto, de Chile.

Dos espectáculos unipersonales, en teatro dramático permiten validar el talento de dos intérpretes cubanos que se desdoblan en la multiplicidad de facetas de dos personalidades de gran fuerza expresiva. En ¡Ay, mi amor!, Léster Martínez revive a Adolfo Llauradó, en la escenificación de Carlos Díaz para Teatro El Público, en un montaje donde las grabaciones adquieren la dimensión de recuerdos sonoros, en el Café Brecht, este viernes y sábado, a las 5:00 p.m.; y María Teresa Pina asumirá a la Lupe, en el propio Café Brecht, los día 30 y 31, en una transfiguración visceral, que denota un trabajo de total interiorización, bajo la dirección de la maestra y primera actriz Verónica Lynn.

Una de las vertientes que ha ido multiplicando posibilidades, talento y repercusión en el público, abarcará tres funciones en la sala Lecuona del Gran Teatro de La Habana, a las 7:00 p.m., en un foro donde los cultores de este género poblarán el recinto escénico, de historias y leyendas bien contadas, al recrear atmósferas y otorgarles el toque de magia que precisa visualizar matices e inflexiones vocales con la apoyatura de la gestualidad.