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lunes, 4 de noviembre de 2024

A 130 años de los Versos sencillos

En este 2021 los Versos sencillos están cumpliendo 130 años de haberse publicado por vez primera; y junto con Ismaelillo, dedicado a su hijo, son los únicos textos que vieron la luz en vida de José Martí...

Magaly Cabrales en Cubasí 24/04/2021
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Versos Sencillos
Facsímil de la primera edición de Versos Sencillos.

Aunque su autor le dio el nombre de sencillos, los Versos… escritos por José Martí en 1890 poseen tanta carga emotiva y madurez literaria que la destacada escritora cubana Fina García Marruz los definió como el Testamento Poético del Apóstol. ¿Qué asuntos ocupaban la mente de su escritor por aquella época?  ¿Qué angustia consumían su alma y su cuerpo?  ¿Qué le hacía sentir nostalgia o pasión?  ¿Por qué odiaba tanto la ingratitud o la traición? Con esas y otras interrogantes nos encaminamos al Centro de Estudios Martianos, donde conversamos en exclusiva con la doctora Marlene Vázquez Pérez, directora de esta institución e investigadora titular del Centro.

“Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del corazón”, son estas las primeras consideraciones de José Martí recogidas en el prólogo de su libro Versos sencillos, cuyos orígenes están “en aquel invierno de angustia, aquel invierno de 1889 y 1890 en que se estaba desarrollando el Congreso de Washington, llamado también Conferencia Panamericana”. Aquel invierno de angustia, como él mismo asegurara en el prólogo, cuando todos vimos como “el águila temible apresaba en sus garras a los países de nuestra América”.

La investigadora titular del Centro de Estudios Martianos, refiere que “Martí reconoce como nuestra América, el territorio comprendido entre el río Bravo y la Patagonia. Y comprendió inmediatamente, porque estuvo presente, que aquel Congreso celebrado en Washington ponía en riesgo de manera total la soberanía de nuestros pueblos; y en medio de esa agonía existencial que él vivía, durante la cual llegó a enfermar incluso físicamente, escribió los Versos sencillos. En realidad era un hombre de una salud endeble, no era un hombre físicamente fuerte, lo que lo hace todavía más grande, porque era capaz de superar, incluso, ese obstáculo que tanto lo hacia sufrir que era su salud precaria. La salida que encontró entonces para todas esas tormentas del alma, esa angustia espiritual, fue la escritura de este libro, dado a conocer oficialmente en 1891”.

José Martí, 1943. Jorge Arche. Colección Museo Nacional de Bellas Artes.
 

En este 2021 los Versos sencillos están cumpliendo 130 años de haberse publicado por vez primera; y junto con Ismaelillo, dedicado a su hijo, son los únicos textos que vieron la luz en vida de José Martí. La mayor parte de los versos fueron escritos en agosto de 1890, en Nueva York, donde Martí se reponía de su debilitada salud y todos los estudiosos de la obra martiana coinciden en afirmar que son puramente autobiográficos. “Muy autobiográficos”, subraya Marlene Vázquez. Y seguidamente añade: “el propio Martí, en una carta que le envía a su madre, junto con un ejemplar de su texto, le dice: ‘lea este libro de versos, es pequeño, es mi vida’. Lo cual le da a este volumen un carácter autobiográfico. Pero es una autobiografía escrita de una manera muy peculiar, porque abarca miles de inquietudes vitales. Aunque comienza definiéndose así mismo como el hombre sincero, de la misma manera deja bien definida su procedencia que es de Cuba, la que considera como el lugar ‘donde crece la palma / y antes de morirme quiero / echar mis versos del alma’. Es ese primer verso que cada cubano, no importa cómo piense o dónde viva, sabe de memoria”.

A juicio de la Directora del Centro de Estudios Martianos, los Versos sencillos, redactados cuando su autor tenía 38 años de edad, tienen grandes méritos. Entre otras muchas razones por su pluralidad temática. “Estos versos no son para nada simples. Tienen una complejidad tremenda, y por su musicalidad llegan al oído y a los sentimientos, lo cual los hacen muy fáciles de memorizar. Pero su complejidad es realmente honda. Es para ponerte a pensar, y la lectura que hiciste de ellos cuando eras un niño, cuando eras adolescente, o un joven; no es la misma que haces de adulto, incluso en diferentes momentos de la adultez encuentras en cada lectura miles de connotaciones, que quizás no fueron vistas en acercamientos anteriores. Entonces no son para nada simples, son sencillos, pero es una sencillez elegante, una sencillez profunda realmente y es una sencillez que tiene vínculos también con otras zonas de la obra de Martí.

“En mi caso, por ejemplo, no pudiera decir con exactitud cuántas veces he leído los Versos sencillos y en cada nueva lectura, en dependencia del propósito que me haya trazado, descubro nuevos elementos. Lo que sí puedo asegurar es que me subyugan cada vez que voy a ellos. Gabriela Mistral decía de la obra martiana que es una mina sin acabamiento. Reitero esta definición y agrego que, si en algún lugar de la obra de Martí se cumple aquello que dijera Gabriela Mistral, es en los Versos sencillos”.

Donde el verso es un ciervo herido, 1996. Adagio Benítez. Colección Casa Natal José Martí.
 

La también integrante del equipo de investigadores encargados del estudio de la Edición Crítica de las obras Completas de José Martí destacó igualmente durante nuestra conversación el valor poético y literario de los Versos sencillos. Tomando fragmentos de algunos de ellos, dijo: “La sonoridad de estos poemas es inmensa, porque junto con esa introspección, ese retratarse a sí mismo, está también esa comunión del sujeto lírico con la naturaleza, ese hombre que está deslumbrado por la naturaleza, por el verdor del paisaje, por esos momentos de la vida diaria que a veces las personas no valoran, como contemplar el amanecer, o ver y disfrutar del vuelo de la abeja en medio de la naturaleza, de las flores.

“El hecho mismo de que toda la erudición del mundo no puede impedir el disfrute de esa cotidianidad a veces tan simple. Hay una estrofa que considero paradigmática y es en la que Martí escribe: ‘yo sé de la historia del hombre y de sus rencillas / y prefiero las abejas volando en las campanillas’. O por ejemplo esta otra: ‘yo sé de Egipto y de Persia / y prefiero la caricia del aire fresco del monte’.

“En ambas puede apreciarse que Martí realmente es un hombre de una sabiduría y de una erudición enorme. Pero al mismo tiempo es un hombre que tiene la sensibilidad para disfrutar, para admirar esas bellezas cotidianas. Por otro lado está su dialéctica, reconocida, entre otros muchos estudiosos de la obra de nuestro Apóstol, por Cintio Vitier, a quien en una ocasión le escuché decir que en los Versos sencillos estaba el centro de la dialéctica martiana. Un pensamiento muy dialéctico tanto en lo político, en lo racional, como en la poesía. Martí era un hombre de un pensamiento extraordinariamente dialéctico y Cintio ilustraba esta afirmación con una estrofa de este libro, aquella que dice: ‘todo es eterno y constante, / todo es música y razón / y todo como el diamante / antes que luz es carbón’.

“En realidad es muy interesante la urdimbre poética de estos versos. Pero igualmente en ellos está la historia de Cuba, la memoria de la guerra de los Diez Años, en un poema como el que comienza señalando: ‘sueño con claustros de mármol’. Sencillamente describe su encuentro con los héroes que murieron en la contienda y él se siente culpable por no haber participado en esta gesta. Es el compromiso con esa tradición heroica de continuar luchando por la libertad de Cuba.

Retrato de Martí hecho por M. Caro.
 

“Hay también hechos referidos a su etapa juvenil, como la estancia en España en su primera deportación cuando habla de Zaragoza. De lo que significó para él estar en aquel país, que es la nación, la tierra de sus padres, y es la cultura a la que se sentirá ligado de por vida. Y vuelvo a referirme a algo que dijo Gabriela Mistral, ‘Martí es el leal insurrecto, es un insurrecto desde el punto de vista político. Quiere la libertad para su Cuba y va a luchar por su soberanía hasta caer en combate, sin embargo, es leal a esa tradición cultural porque, entre otros valores, de ella heredamos el idioma’. Y se trata en definitiva de ese amor de Martí por Zaragoza, por Aragón, franco, fiero, fiel, sin saña; en ese extenso poema de los Versos… que termina con la expresión: ‘amo la tierra florida / musulmana o española, / donde rompió su corola / la poca flor de mi vida’.

“En esos versos encontramos el resumen de sus años juveniles, el aprendizaje de sus primeros amores. Hay también otra referencia vinculada con su juventud y es la que está relacionada con los sucesos del teatro Villanueva. Ese pasaje de su vida, específicamente de su infancia llegando a la adolescencia —porque esos hechos se produjeron en el año 1869— está recogido en este texto. Indudablemente en los Versos sencillos hay de todo; amores, desamores… hay cosas que yo consideraría alucinantes. Y tomo como ejemplo el famoso poema donde él habla del paje ‘que me cuida y que me gruñe’ y concluye asegurando que este paje es un esqueleto. Son estrofas tan difíciles de desentrañar, que uno llega a darse cuenta de que lo lírico, el subconsciente, todo eso está en los Versos sencillos”.

Aunque en este volumen, que ha sido traducido a más de una decena de idiomas, hay poemas dedicados a la naturaleza, a pintores, a médicos, al amigo y al maltrato del esclavo, entre otros temas, en muchos de ellos es la mujer el principal eje temático. “En los Versos sencillos aparece efectivamente el tema de la mujer, tanto la mujer adulta como la mujer niña, tal es el caso de María Mantilla. Está también María García Granados, la niña de Guatemala, un verso realmente polémico”. No obstante, la Directora del Centro de Estudios Martianos asegura que, “a mí no me gustaría incursionar en ese terreno. Prefiero quedarme con esos poemas preciosos que nos han conmovido a todos a lo largo de generaciones. Y si aceptáramos que es un tema recurrente, lo vería desde el ángulo de ese espíritu caballeresco que caracterizó a Martí. Desde ese sentido ético del hombre que jamás empañará su vida diciendo mal de mujer. Es decir, a la mujer hay que respetarla y precisamente es esta una de las tantas lecciones de estos Versos... Muchas personas aseguran que esos poemas dedicados a la mujer fueron relaciones amorosas de Martí. Por el contrario, yo considero que es un tema más dentro de los Versos… que tienen, por supuesto, ángulos diversos”.

Para celebrar el aniversario 130 de este volumen que Martí dedicara a sus amigos Manuel Mercado, de México y al uruguayo Enrique Estrázulas, la institución dirigida por la doctora Marlene Vázquez Pérez, “prepara algo especial. Para el mes de mayo tenemos prevista la realización del Coloquio Internacional los Estados Unidos en la pupila de José Martí, que se efectuará vía online, por supuesto, por la situación epidemiológica que vive el país. En el contexto de este Coloquio va a haber un espacio temático para los Versos sencillos y también para ‘Nuestra América’, porque son dos textos paradigmáticos en la obra martiana. No son los únicos, pero sí son dos de los que están cumpliendo 130 años. Los dos fueron publicados en 1891. Ambos están al alcance de los lectores en nuestro Portal José Martí y tendrán mayor divulgación por las redes sociales en el transcurso del año. Asimismo en el Portal… se dará a conocer un grupo de estudios realizados por nuestros especialistas y colaboradores, relacionados con los versos de José Martí, al tiempo que compartiremos, también a través de las redes sociales, musicalizaciones de los Versos…”.

A propósito de la musicalización de varios poemas de los Versos sencillos por parte de algunos cantautores cubanos, nuestra entrevistada reconoce como muy acertada la que hiciera años atrás la inolvidable trovadora Sara González y más recientemente Eduardo Sosa. Igualmente dignifica las puestas en escena de no pocas poesías de la inconmensurable obra del más intelectual de los cubanos, cuya fructífera vida ha sido también llevada al cine en laureados filmes como José Martí, el ojo del canario, del realizador Fernando Pérez.

“Todas estas vías permiten un mayor conocimiento, un mayor acercamiento a la obra de José Martí —asegura Vázquez Pérez. Obra que tiene el gran mérito de poder situar toda su diversidad temática, toda esa enorme carga de metáforas en la copla popular y que la hace accesible a cualquier tipo de locutorio, reafirmando su carácter universal. Los Versos sencillos fueron escritos por un cubano, un cubano muy cubano, pero también muy cosmopolita”.

Finalmente enfatiza en la necesidad “de leer a Martí, leerlo a conciencia, con la profundidad que merece su quehacer literario y sobre todo poner en práctica su manera de hacer y de pensar. Eso, cuando menos, nos ayudará a ser mejores personas, mejores seres humanos”.

Y si bien el leopardo tiene, como escribió nuestro Apóstol en uno de los cuarenta y seis poemas que conforman sus Versos sencillos, “su abrigo en el monte seco y pardo; yo tengo más que el leopardo”, porque en el Centro encontré una mano amiga, amante y promotora de la sencillez martiana, que con sabiduría y prontitud dio respuesta a mis interrogantes.


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Magaly Cabrales

Periodista


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