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miércoles, 30 de octubre de 2024

2014: un buen año para el cine nacional

La producción cinematográfica cubana dijo al fin presente y colmó las expectativas de un público fiel durante el 2014....

Yeneily García García en Exclusivo 27/12/2014
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Solo hubo que ir a las salas de proyección en el recién concluido Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano para darse cuenta. La producción cinematográfica nacional dijo al fin presente y colmó las expectativas de un público fiel, que el año anterior esperó para ver una mayor muestra del quehacer de los realizadores del patio.

La mayor presencia de los filmes cubanos en competencia fue un signo de la buena salud del cubano, inyectado ahora con nuevos ímpetus, proveniente de los nuevos realizadores y la ayuda de las tecnologías y las nuevas maneras de producción. Cinco cintas en concurso, cuatro de ellas: La pared de las palabras (Fernando Pérez), Fátima o el Parque de la Fraternidad (Jorge Perugorría), Venecia (Enrique “Kiki” Álvarez) y Conducta (Ernesto Daranas) en el apartado de Largos de Ficción, mientras que Vestido de Novia (Marilyn Solaya) aspiró a un lauro en Ópera Prima. Aunque no lo alcanzó, sí fue reconocida por los espectadores con el Premio de la Popularidad.

Conducta, la gran favorita del público y de la crítica durante todo el año, que además fue anunciada como la propuesta de Cuba para los Oscar y los Goya; logró traer a casa el Coral más codiciado, y hacer historia. Armando Valdés, el adolescente que encarnó al entrañable personaje de Chala, se fue a casa con el Premio al Mejor Actor Masculino en Papel Protagónico, el más joven en los 36 años del certamen.   

Significativo también resulta que sea este 2014 el año del aniversario 55 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), una institución que trata de mantener vivo el legado de tantos y tantos cineastas que contribuyeron a construir y fortalecer la leyenda cinematográfica cubana.

 Como parte de las celebraciones se le entregó el Premio Nacional de Cine a Juan Carlos Tabío, y se proyectaron documentales como Me dicen Cuba, de Pablo Massip; y Humberto, de Carlos Barba, y la gustada Boccacerías habaneras, de Arturo Sotto. También se recordó a Pablo Massip, fundador del ICAIC y Premio Nacional de Cine, que falleció a inicios de 2014.

La celebración del Festival de Cine Pobre Humberto Solás de Gibara, dedicado este año al realizador Jorge Molina, la actriz Luisa María Jiménez y el cantautor Santiago Feliú, dirigió las atenciones de directores, actores, actrices, técnicos, fotógrafos y aficionados a ese concepto de hacer películas, hacia la ya legendaria localidad holguinera, donde una vez más brilló el espíritu del realizador de Cecilia.

Como cada año, mayo trajo el Festival de Cine Francés, esta vez en su edición 17, con estrenos aclamados por el público y la crítica. El filme Como hermanos fue presentado en La Habana por su director Hugo Gelin y sus protagonistas Francois-Xavier Demaison y Pierre Niney, jóvenes actores que ya se han labrado un nombre en las tablas y las pantallas del país galo.

Entre los invitados especiales de este año estuvieron los hermanos Odiseo y Demián Bichir, pertenecientes a una de las familias reales del cine, las tablas y la televisión mexicanas,  que vinieron a compartir con los cubanos una retrospectiva de sus largometrajes.

Demián, el segundo mexicano en ganar un Oscar por su papel en A better life (2012), reconoció entonces la influencia del cine cubano en la región y aseguró que le hubiera gustado traer la cinta que dirigió, Refugio, al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Además de este ciclo, organizado por la Cinemateca Nacional de Cuba, esta institución, -que en el 2015 cumplirá 55 años- también celebró el centenario del escritor Samuel Feijóo con la reposición de la versión de Julio García Espinosa de Las Aventuras de Juan Quin Quin, considerada una de las películas más taquilleras en la historia del séptimo arte en Cuba.

En cuanto a los estrenos cubanos, este año fue para recordar.

Conducta, de Daranas, fue exhibida con gran éxito de audiencia. Semanas después de su primera función todavía se hacían colas fuera de las salas de cine para verla. Luego de seis años de trabajo, al fin se terminó y proyectó Meñique, el primer largometraje cubano hecho en animación 3D. Eduardo del Llano mostró al público su más reciente filme, Omega 3, una incursión en el género de ciencia ficción, casi sin precedentes en el ámbito cinematográfico doméstico.

Cremata también reveló al público, un poco antes del comienzo del Festival, su versión del clásico del teatro cubano, Contigo pan y cebolla, en homenaje a su autor, el dramaturgo Héctor Quintero.

Ya en la cita habanera se estrenaron Venecia, La pared de las palabras, Fátima… y Vestido de Novia, con el mencionado éxito de audiencia.

El puertoriqueño Benicio del Toro, quien vino a recoger un Coral de Honor, los españoles Paco León y Hugo Silva, y el norteamericano Matt Dillon pusieron el glamour a una fiesta que este 2014 tuvo de todo: tributos al Gabo, ganadores de Oscars y Emmys ofreciendo conferencias, proyecciones únicas de la película silente de Alfred Hitchcock, El Inquilino (1926), y Guardianes de la Galaxia, la primera superproducción de los Estudios norteamericanos Marvel en ser programada en un Festival habanero, y a Geraldine Chaplin agradeciendo un Coral y disculpándose por no poder recogerlo “en su Habana querida”.

Aunque extrañamos la esperada proyección de Regreso a Ítaca, del director francés Laurent Cantet y guión del Premio Nacional de Literatura, Leonardo Padura, el festejo mayor del cine en Cuba, fue un buen cierre para un año donde los cinéfilos estuvieron de plácemes.


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.


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