martes, 24 de septiembre de 2024

Tecnología: amiga y enemiga

El uso en exceso de redes sociales en edades tempranas es una situación preocupante en un entorno donde la creciente era digital se impone...

Elizabeth Sánchez Matos en Exclusivo 30/11/2021
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Conexión jóvenes
La comercialización del servicio a internet por datos móviles y las rutinas impuestas por el aislamiento social a causa de la Covid-19, son algunas de las actividades que inciden en el sobreconsumo tecnológico en la adolescencia

Si bien los adolescentes y jóvenes pasábamos el tiempo libre en un parque o tal vez en una visita al museo, hoy la realidad es muy distinta, incluso, surrealista, pues las nuevas tecnologías se adueñan de gran parte de nuestra habitualidad. En la sociedad este tema es visto, quizás, como “más de lo mismo”, pero evidentemente hay quienes aún no toman conciencia respecto al complejo escenario que es la tecnología.

Mi hermana menor tiene 14 años. Hace poco mis padres le compraron un teléfono móvil con el fin de hacer más llevadera su vida estudiantil, sin embargo, lo menos que hace es buscar información sobre temas escolares. Ella tiene un grupo de WhatsApp con las amigas donde se cuentan los “secretos de sus vidas” y comparten fotos y videos.

A cada rato se acerca a mí y me cuenta sobre algún niño que le escribe y, aunque le hablo sobre los riesgos de las redes sociales, siempre va a existir esa brecha abierta para situaciones engorrosas, pues las distintas plataformas digitales se convierten, día a día, en un lugar para todo tipo de personas.

Es precisamente los riesgos y responsabilidades que nos conciernen al manejar una red social lo que, tal vez, desconocen algunos adolescentes, por ejemplo, el envío de nudes, el hackeo de cuentas, los videos de Internet no recomendados para esas edades, por solo citar algunos casos ¿Dónde están los padres?, ¿están al tanto del quehacer de sus hijos en dichas plataformas?, ¿no les preocupa que Facebook acceda a datos personales de sus hijos por desconocimiento de su parte? Son preguntas latentes y así como a mí, hay a quienes sí les preocupa esta situación.

Los padres no deben convertir el espacio privado de sus hijos en una vigilancia constante por parte de los mismos, ya que al ser jóvenes necesitan aprender e ir descubriendo por sí mismos el mundo tecnológico. Sin embargo, su guía y asesoramiento es vital para que estos no se pierdan en el mundo amplio que constituye Internet.

En el año 2017, el Centro de Estudios Sobre la Juventud (CESI) realizó una investigación que develó que el 71 por ciento de los encuestados se conectaba a internet en aquellos momentos, el 99 por ciento poseía alguna tecnología de su propiedad y más del 60 por ciento estaba presente en las redes sociales con perfil propio.

Estos datos han variado, pues desde 2017 hasta la actualidad los progresos digitales son significativos. La comercialización del servicio a internet por datos móviles y las rutinas impuestas por el aislamiento social a causa de la Covid-19, son algunas de las actividades que inciden en el sobreconsumo tecnológico en la adolescencia.

Aunque quizás Cuba carezca de un nivel alto de conectividad como el resto del mundo, ello no constituye un impedimento para los incidentes de ciberseguridad que se dan en las redes, pues una gran mayoría se mantiene al tanto de Internet a través de los datos móviles y las redes wifi.   

Si bien hay riesgos, es necesario resaltar que en nuestro país existe una serie de instrumentos jurídicos para la Seguridad Informática, así como organismos encargados de mantener el correcto funcionamiento de los servicios de telecomunicaciones.

En la Resolución No. 64 de 2002 se evidencia que la Oficina de Seguridad para las Redes Informáticas (OSRI) subordinada al Ministerio de Comunicaciones se encarga de la prevención, evaluación, aviso, investigación y respuesta a las acciones, tanto internas como externas, que afecten el normal funcionamiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de Cuba.

 Sin embargo, no fue hasta el año 2019 que se puso en vigor el Decreto-Ley 35 y la Resolución 105. Ello constituye una respuesta a los hechos desafortunados que se dan en la gestión de la tecnología. De tal manera, incluye una visión tecnológica de lo que puede constituir una amenaza hasta la repercusión de la misma en la vida cotidiana del país.

Dicha Resolución está en consonancia con el artículo 48 de la Constitución de la República, en el que se expresa que todas las personas tienen derecho a que se les respete su intimidad personal y familiar, su propia imagen y voz, su honor e identidad, por lo que estas normas tienen como objetivo proteger los intereses de los ciudadanos en el uso de los servicios de Telecomunicaciones/Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Es deber del Estado cubano establecer procedimientos para que estas personas, incluyendo a nuestros jóvenes, puedan en este nuevo escenario de transformación digital, notificar o denunciar los hechos que les afecten.  Esto no quiere decir que la Resolución limite la libertad de expresión en el país, ni en las redes sociales, sino que su fin es el de crear una cultura cívica en el entorno digital.     

Si bien es cierto que contiene muchos riesgos, el avance vertiginoso de las tecnologías supone un mundo mejor preparado y una comunicación más fácil y eficiente. No obstante, cada día se convierte en un reto para los padres, al adentrarse, los hijos, en un mundo tan adictivo e incluso peligroso. Son tiempos en los que ser partícipes de su entorno, actuar con responsabilidad y principalmente educar con conocimiento, se imponen ante la crianza de las nuevas generaciones.


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Elizabeth Sánchez Matos

Periodista en formación y amante de la cultura cubana. La pasión por las letras me ha traído hasta donde estoy hoy


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