El empresario declaró que su empresa —que se dedica a la producción de material médico a base de celulosa— ha colaborado con Cuba durante más de tres años. Tras el inicio de la pandemia de COVID-19, Schaeffer entendió que era necesario "hacer algo para salvar vidas humanas", y ese fue el momento en el que se enteró de la existencia de dicho medicamento.
"Entendimos que el desarrollo y la producción de otros fármacos o vacunas serán imposibles en el futuro próximo", declaró Scheffer, quien agregó que su empresa está trabajando en obtener el permiso para importar el medicamento cubano.
"No queremos que en Alemania se repita lo mismo que pasó en Italia, y la evolución de la situación en Italia nos demuestra que tenemos razón: ahora, allí trabajan los expertos de Cuba y China", subrayó.
Scheffer agregó que su empresa necesita el apoyo de las compañías que tienen permiso para importar el Interferón alfa-2b, ya que en la UE la importación de dicho fármaco solo está autorizada en España.
El emprendedor alemán subrayó que Cuba siempre "ha tenido algo de qué presumir" en lo que respecta a sus investigaciones médicas, y hasta exportó medicamentos a la República Democrática Alemana durante la Guerra Fría.
Las farmacéuticas cubanas BioCubaFarma y Labiofam, que colaboran con la empresa de Scheffer además de con los representantes de la Cámara de Comercio de Alemania, Lehr y Neubert, están dispuestos a prestar apoyo a Profümed Deutschland, señaló el interlocutor de Sputnik. Asimismo, Cuba está lista para enviar a sus médicos a Alemania o autorizar la producción del medicamento en el país europeo.
Pero, ¿tienen que ver las complicaciones relacionadas con la importación del fármaco a Alemania con las sanciones políticas de EEUU? Scheffer expresó su esperanza de que "los intereses políticos de EEUU y el bloqueo comercial a Cuba no prevalezcan sobre el problema de salvar de vidas humanas".
El empresario, quien subrayó que las mayores empresas farmacéuticas alemanas solo podrían tener una vacuna contra el coronavirus para finales de año, supuso que "las personas que toman decisiones supuestamente no están adecuadamente informadas del fármaco cubano" y que "la situación está a punto de cambiar".
Scheffer subrayó que Cuba será capaz de exportar el Interferón alfa-2b sin privar del medicamento a su propia población. "Además, tenemos la oportunidad de fabricar el fármaco en Alemania". "También tenemos buenos investigadores y médicos alemanes que, sin duda alguna, nos apoyarán", concluyó
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