El trotamundos cubano

En estos días, donde la repercusión del cambio climático con huracanes, sismos, tsunamis, amenaza la salud y la vida de las personas, y tras el reciente paso por el archipiélago cubano del huracán Irma, se hace imprescindible recordar al espeleólogo cubano Antonio Núñez Jiménez.

Sea por su incansable necesidad de investigar y compartir sus conocimientos, por su dedicación al estudio de Cuba que contribuyó sobremanera a que cada cubano conociera mejor su país, por su condición innata de maestro, o por su labor incansable como geógrafo e investigador; lo cierto es que a 19 años de su muerte su obra permanece viva.

La Sociedad Espeleológica de Cuba y la Sociedad Cubana de Geografía le otorgaron la condición de “Cuarto Descubridor de Cuba”, en 1995. Con ello, la institución reconoce la inmensa obra que a través de su vida construyó en aras del conocimiento de nuestro país, y que extendió por todo el mundo.
El trotamundos cubano, como él mismo se denominaba fundó la Sociedad Espeleológica de Cuba en 1940, peleó junto al Che y Fidel alcanzando el grado de Capitán del Ejército Rebelde. Aunque fue su intensa exploración del territorio cubano el rasgo que más le distinguió, también es el autor de más de 1 948 títulos, entre los que figuran 190 libros y folletos, unos 1 665 artículos publicados y 16 prólogos.

Ocupó importantes cargos después del Triunfo de la Revolución y representó al país en la arena internacional. Pero su pasión por la geografía, lo llevó a más allá de las fronteras de Cuba. Una vez avanzadas sus exploraciones a lo largo del país, decidió explorar el mundo.

"Para los de mi generación -dijo- es, sobre todo, el autor de Geografía de Cuba, aquel libro que prologara Armando Hart en 1959, después de que gran parte de la primera edición había alcanzado el mérito histórico de ser quemada por el ejército batistiano en el cuartel de Columbia, hoy Ciudad Libertad, en 1955", confesó a Granma Omar González, presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL) en el homenaje por el 75 cumpleaños del investigador cubano.

Entre las Investigaciones geográficas, espeleológicas y arqueológicas figuran las expediciones al Polo Norte en 1972, la Antártida en 1982, el viaje en canoa del Amazonas al Caribe entre marzo de 1987 y junio de 1988 y la Isla de Pascuas en 1990, donde estudia el arte rupestre.

Este hombre multifacético, introdujo por vez primera el concepto de "cultura de la naturaleza", que versa acerca de la necesidad e importancia de crear en el hombre una cultura de amor, cuidado y protección hacia la naturaleza; un concepto del cual él fue promotor principal y que estuvo siempre muy vinculado a su quehacer científico e investigativo.

“Fue un ser ecuménico que vio más allá de las comunes diferencias, porque su compromiso era con las cosas grandes. No creo en deudas con Núñez Jiménez, sino en un compromiso con la vida. Hay que promover el conocimiento de su obra, que está bastante ignorado, y se resume en una feliz confluencia entre las ciencias naturales y las ciencias sociales: el hombre en el centro de la vida”, dijo al diario Juventud Rebelde en una ocasión el investigador Yociel Marrero.

Es por ello que en mayo de 1994 vio la luz pública una organización cultural y científica para promover la conciencia ecológica y el cuidado medio ambiental. La Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre mantiene vivo el legado de su fundador mediante la investigación y el desarrollo de programas y acciones que fomentan valores hacia una Cultura de la Naturaleza en el ámbito local, nacional e internacional.