En el mundo el 8% de las especies animales conocidas se ha extinto y 22% está en peligro de extinción. Como consecuencia de la pérdida de los mantos de hielo en los polos, el nivel del mar sigue en aumento (en 2018 a escala mundial fue aproximadamente 3,7 mm más alto que en 2017) y la temperatura también se eleva.
El pasado año fue el cuarto con las temperaturas más altas en los últimos 130 años y el más cálido en cuanto a temperatura de los océanos, como destacó Zeke Hausfather, experto de la Universidad de California en Berkley (Estados Unidos). Esto último incrementa la acidificación de los océanos, lo que afecta a los arrecifes y por ende al ecosistema marino.
Según reporta la Organización de Meteorología Mundial, solo en los primeros diez meses de 2018 llegó a los 15°C la temperatura media mundial, superó aproximadamente en 1 °C a la de la era preindustrial (había 14°C entre 1850–1900) (en 2006-2015 el incremento fue de 0.87°C) y se espera que el 2019 sea aun más cálido.
De continuar así, si las políticas medioambientales no logran su propósito, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), pronostica que el planeta puede alcanzar de 4.1 °C a 4.8 °C por encima del período preindustrial.
¿Qué significaría este incremento? Más fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, inundaciones debido a tormentas o al aumento del nivel del mar. También la pérdida de superficie terrestre, sobre todo en las islas, e inestabilidad del clima. La biodiversidad también estará amenazada por la desaparición de sus hábitat. En estos casos, los países menos desarrollados y con menor capacidad de respuesta, serán los más afectados.
INICIATIVAS PARA FRENAR EL CALENTAMIENTO GLOBAL
Para frenar los devastadores efectos del cambio climático se han tomado iniciativas como el Acuerdo de París, reafirmado por 195 países en 2015. Este pretende limitar el calentamiento del planeta a 1,5 °C o 2 °C por encima del período preindustrial (1850–1900), que era de 14 °C. Según datos de la Organización de Meteorología Mundial, esto garantizaría una mayor estabilidad climática.
Sin embargo, de momento, no se han logrado avances significativos. Así afirma el Climate Action Tracker (CAT), en su análisis de las políticas y emisiones de gases de efecto invernadero de 32 países firmantes, entre ellos los más contaminantes a la atmósfera.
Aun así, la institución concluye que grandes emisores como China, India y Estados Unidos (a pesar de las políticas de Trump el país avanza hacia un uso de energía limpia), han reducido o disminuido la velocidad del crecimiento de sus emisiones.
Otra de los acuerdos a nivel mundial es La agenda 2030 y los Objetivos de desarrollo sostenible. En total son 17 y tienen como meta enfrentar los grandes desafíos globales, por ejemplo, la pobreza, la desigualdad, la paz, entre otros.
Importantes en la agenda son los objetivos específicamente dedicados a la protección del medio ambiente en respuesta al calentamiento global y la contaminación.
Cuba, en su estrategia de desarrollo, ha incluido programas que se basan también en esta agenda global. Nuestro país se hace partícipe de ese deseo de un mundo igualitario y sostenible. Desde hace varias semanas hemos realizado trabajos sobre las políticas ambientales del país. Veamos a continuación como actúan en correspondencia con los objetivos para el 2030.
Objetivo 6: Agua limpia y saneamiento
El acceso al agua potable y al saneamiento es uno de los derechos humanos más elementales. Sin embargo, las diferencias económicas y la contaminación no hacen posible que se logre para todos en el mundo. En Cuba, desde inicios de la Revolución se ha trabajado en garantizar este acceso a la población.
La actual Política Nacional del Agua reconoce que la disponibilidad del recurso y su aprovechamiento en el país es insuficiente. Sus datos afirman que la pérdida de más de 1500 millones de metros cúbicos de agua podría ser recuperada cada año. Además, señala que las fuentes de aguas se ven afectadas por la permanencia de más de 2100 focos contaminantes y otras causas.
Es por ello que ha establecido en su acción las siguientes prioridades:
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Prioridades. |
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1. El uso racional y productivo del agua disponible.
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2. El uso eficiente de la infraestructura construida.
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3. La gestión de riesgos asociados a la calidad del agua.
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4. La gestión de riesgos asociados a eventos extremos del clima.
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¿Qué puedes hacer para ayudar? Evitar el derroche de agua, los salideros y el vertimiento de agentes contaminantes a las aguas.
Conoce la disponibilidad de agua en Cuba y cómo el estado ha trabajado en mejorar la infraestructura hidráulica y el saneamiento en este enlace.
Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante
El uso de los combustibles fósiles para energía, según la ONU, representa alrededor del 60% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos contribuyen al cambio climático y afectan a la salud humana, por lo que es necesario la reducción de estas emisiones.
Cuba ha formado parte de todos los acuerdos mundiales en cuanto a disminución de gases contaminantes. Actualmente trabaja en el ahorro y uso eficiente de los combustibles. Además del empleo de fuentes de energía renovable. La Oficina Nacional de Estadística reporta que en 2018 se emplearon 39 835,2 miles de pesos para estos fines.
¿Qué puedes hacer para ayudar? Ahorrar electricidad.
Objetivo 12: Producción y consumo responsable
La Organización de Naciones Unidas (ONU) explica que la tendencia mundial de consumo de recursos naturales, ya de por sí limitados, tiende a aumentar. Por lo que es necesario estar conscientes de cómo afecta lo que consumimos al medio ambiente.
Por ejemplo, comprar y desechar excesivamente objetos plásticos y otros materiales no biodegradables es un gran problema de contaminación, solo el plástico es uno de los principales contaminantes de los océanos.
¿Qué puedes hacer para ayudar? La ONU aconseja reducir al máximo la generación de desechos y comprar de manera reflexiva. Reciclar es una de las mejores opciones.
Conoce la política de reciclaje en Cuba en este enlace
Objetivo 14: Vida submarina
Los residuos en los océanos tienen un impacto contaminante en la vida de los océanos. También la sobreexplotación pesquera perjudica su desarrollo. Por lo tanto, el país desarrolla estrategias para reducir el impacto ambiental de la acción humana en nuestros mares.
Conoce el proyecto de ley de pesca en Cuba en este enlace.
Objetivo 13: Acción por el clima
Este objetivo hace más bien referencia al empleo de políticas, estrategias y planes nacionales, diseñados para enfrentar el cambio climático. Incluye entre sus metas fortalecer la resistencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales.
Esto es una de las acciones que ha desarrollado Cuba. Por ejemplo, destaca la Tarea Vida, dedicada a proteger y relocalizar las comunidades costeras que serían afectadas por fenómenos naturales y el aumento del nivel del mar.
Conoce más sobre la Tarea Vida en este enlace.
Mapa con zonas costeras vulnerables:
Objetivo 15: Vida y ecosistemas terrestres
Los bosques, pulmones del planeta y hogar de más del 80% de todas las especies terrestres de animales y plantas, también son afectados por el cambio climático y la contaminación.
En Cuba el pasado año se dedicaron 181 995,4 miles de pesos a la protección y recuperación de las especies y los hábitat.
¿Qué puedes hacer para ayudar? Ser respetuoso con la fauna y el medio ambiente silvestre. Evitar incendios forestales por negligencia humana y no contaminar.
Conoce sobre la preservación de los bosques en Cuba en este enlace.
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