Del click al tap

En el circuito cada vez más complejo de las relaciones humanos-tecnología surgen interacciones que modifican costumbres y provocan nuevos comportamientos en ambas direcciones. En la misma proporción que nuestras acciones les aportan otros sentidos y valores a las aplicaciones y herramientas que utilizamos, ellas a su vez se han desarrollado para inundar cada espacio con usos que las convierten en imprescindibles para el avance de la sociedad.

Usuarios de todas las categorías imaginables se han apoderado de los artefactos existentes y han impulsado el surgimiento de muchos otros. Casi pudiera hablarse de un equipo para acompañarnos en la mayor parte de nuestras acciones.

Para muchos de nosotros algunos son totalmente irrelevantes; sin embargo, nos es imposible prescindir de aquellos que suplen necesidades personales y consideramos útiles. Trabajo, entretenimiento, educación, constituyen algunas de las áreas donde más se han afianzado. 

Como parte de la inmensa corriente tecnológica que inunda nuestras vidas han llegado las pantallas táctiles, sobre todo en teléfonos móviles y monitores de computadoras. La posibilidad de dominar sus aplicaciones sin que medie otro atributo que nuestras propias manos las han convertido en el último objeto de deseo que ha revolucionado gran parte del mundo.

¿NECESIDADES CREADAS O FACILIDAD DE USO?

Desde que Samuel Hurst implementó las bases de la primera interfaz electrónica táctil, en 1971, estas se han desarrollado paulatinamente hasta lograr que el hardware y el software asociado alcance un punto de madurez suficiente, con un alto grado de fiabilidad. Actualmente, las pantallas táctiles pueden hallarse en aviones, automóviles, consolas, sistemas de control de maquinaria y dispositivos de mano de cualquier tipo. 

La ventaja de funcionar como mecanismo de entrada y salida de datos y ser capaces de sustituir a monitores, teclados y ratones las ha llevado a monopolizar el mercado de los teléfonos inteligentes y las tabletas. Uno de los ejemplos más internacionalizados resulta el ipad, tableta desarrollada por Apple en 2010 y el modelo a seguir por compañías similares. Estos equipos reconocen el contacto de las personas mediante la colocación de detectores de energía eléctrica que marcan el lugar preciso donde se ha realizado la conexión con los dedos.

La llegada del ipad ha estimulado la creatividad de los diseñadores gráficos, que ven en este tipo de dispositivos el entorno en el que finalmente podrán hacer realidad la interacción y los interfaces animados para la presentación de contenidos con gran riqueza visual. 

NUEVOS USOS “DESCUBIERTOS”

La variedad de aplicaciones que los propios usuarios le han atribuido a este dispositivo ha superado los pronósticos de sus creadores. Pero, sin dudas, los usos médicos y educativos constituyen los más singulares, por la importancia que revisten para cada individuo implicado.

Un estudio realizado en 2006 por Relime, revista latinoamericana de investigación en matemática educativa, señaló que los alumnos con síndrome de Down manifestaban verbalmente la respuesta correcta en un ejercicio de interacción con computadoras, pero erraban en la precisión con el ratón; tales dificultades les llevaban de manera mecánica a señalar la pantalla con el dedo. A partir de ese análisis comenzó en México la instalación de pantallas táctiles para los que presentaran dificultades en mejorar la precisión. 

Investigaciones similares han obtenido resultados satisfactorios en niños y jóvenes autistas, así como en escuelas de barrios marginales donde los estudiantes tienen problemas para concentrarse y permanecer todo el día en actividades educativas. Muchos de ellos han sido capaces de demostrar capacidades individuales, no exteriorizadas anteriormente. 

Por su parte, la plataforma Picaa, creada para niños con necesidades de educación especial, ofrece un aprendizaje individualizado y cooperativo con el objetivo de ayudar al desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y afectivas. Está disponible de forma gratuita a través de la tienda de aplicaciones de Apple (App Store).

Entre tantas frivolidades y actitudes superficiales ligadas a la tecnología, es reconfortante encontrar otras maneras de aproximarse a los últimos gadgets (dispositivo que tiene un propósito y una función específica, generalmente de pequeñas proporciones, práctico y a la vez novedoso; suelen tener un diseño más ingenioso que el de la tecnología corriente) de la industria. 

Cuando un médico utiliza el ipad para mostrar los detalles de una cirugía compleja o un niño con limitaciones intelectuales puede expresarse a través de él, se demuestra cuánto valor posee. La extensión de estos usos, aún limitados, potencialmente revolucionará la manera en que nos apropiamos de los avances en este sector.