Mujeres y niñas juegan un rol importante en el desarrollo del futuro del planeta. De ahí que se fomente su participación en labores innovadoras y fundamentalmente en el campo de las ciencias, mundo en el que la mayoría es masculina. Tan solo un 28% de todos los investigadores en el mundo son mujeres, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Todavía prejuicios y dificultades sociales impiden o hacen más trabajoso el acceso de las niñas a la educación, sobre todo a la formación científica, por ser erróneamente considerada más apta para el sexo masculino.
Estereotipos como que las mujeres deben ser maestras u ocupar plazas consideradas femeninas hacen que desde la familia y la sociedad no se apoye la vocación de las niñas y mujeres por la ciencia.
También existen problemas de visibilización y reconocimiento del trabajo de investigadoras. Solo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de física, química o medicina desde que Marie Curie lo obtuvo en 1903, en comparación con 572 hombres, afirma el estudio de la UNESCO.
Dentro de la población femenina en la educación superior a nivel mundial, solo alrededor del 30% elige disciplinas de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, conocidas como STEM por sus siglas en inglés.
Estos estudios son fundamentales para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidos, es por ello que la UNESCO considera que las mujeres son la población con mayor talento desaprovechado para convertirse en la nueva generación de profesionales STEM y que se celebre cada 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para promover el acceso y participación plena de este sector de la población en ese campo.
Fuente de datos: IEU 2014-2016
En nuestro país, desde 1959 las mujeres cuentan con políticas de inclusión social y de participación en el desarrollo científico, económico, social y político, que les han permitido estudiar y aspirar por una carrera científica y al postgrado, explicaba la Doctora Lilliam Álvarez Díaz, de la Academia de Ciencias de Cuba en un panel en el que intervinieron exitosas científicas cubanas como parte de las actividades en conmemoración al Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el pasado año.
“Por otro lado sufrimos discriminaciones “no tan obvias” como valorarnos más débiles o tratarnos de manera paternalista. Muchas veces no nos dan puestos de poder, o a la inversa, para, supuestamente, “protegernos”, continúo la doctora sobre el tema de las mujeres cubanas en la ciencia.
Infografía: Laydis Milanés/ Cubahora * Fuente: Declaraciones de Academia de Ciencias de Cuba, 2018 * Íconos: Freepik
Todavía la inclusión de mujeres en el campo científico, especialmente en las ciencias aplicadas, es minoritario. Aun así se han fomentado iniciativas para lograr una participación igualitaria de las féminas, desde la propia escuela, ya que el acceso a la educación, entrada a los Institutos Preuniversitarios de Ciencias Exactas (IPVCE) y concursos presentan igualdad de oportunidades para ambos géneros.
Desde la Academia de Ciencia de Cuba, según la Doctora Lilliam Álvarez, también se realiza labores de promoción. “También realizamos actividades de orientación y motivación vocacional con enfoque de género, ponemos en primeros planos las trayectorias de vida de mujeres científicas cubanas y extranjeras que han tenido importante aportes a la ciencia. De esta manera, las niñas y muchachas que sueñan con ser mujeres de ciencia tendrán modelos de rol y ejemplos de vida”.
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