Sentir ansiedad en algún momento de la vida es común, en especial cuando se atraviesan problemas o situaciones estresantes; se frustran metas o se poseen necesidades que resultan difíciles de satisfacer. Durante esta pandemia causada por la COVID-19, seguramente has sentido ansiedad en más de una ocasión pero, atento, pues la ansiedad se puede convertir en un rasgo patológico, y eventualmente en una enfermedad.
¿CUÁNDO LA ANSIEDAD SE CONVIERTE EN UN TRASTORNO?
Existen señales claras de que la ansiedad comienza a ser dañina. Aparecen síntomas fisiológicos como la dificultad para respirar, las náuseas y el malestar estomacal. También es frecuente la taquicardia, las sudoraciones, los temblores y la sequedad en la boca.
A nivel físico emerge el cansancio; la incapacidad para adentrarse en estados de relajación; la fatiga constante, incluso aunque no se realicen actividades físicas; además puede aparecer la tensión muscular.
A nivel cognitivo puede experimentarse un fuerte temor a perder el control, dificultades para concentrarse, se comienza al concebir el mundo como un lugar peligroso. Durante la noche pueden aparecer alteraciones del sueño tales como pesadillas, terrores nocturnos, insomnio, etc.
¿CÓMO TRATAR LA ANSIEDAD?
En primer lugar, intenta practicar ejercicios de relajación: puedes practicar la musicoterapia en casa, realizar ejercicios rítmicos, meditar, practicar yoga, respiración profunda u otras actividades que reduzcan los síntomas de ansiedad.
Si esto no funciona, visita a un profesional, o en el caso de las personas que viven en zonas aún en confinamiento, acude a grupos de orientación psicológica en Whatsapp, como lo es Psico-orienta Cuba.
En última instancia, está la opción de tomar medicamentos para combatir la ansiedad, aunque yo recomendaría tomar infusiones y emplear la medicina natural.
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