domingo, 29 de septiembre de 2024

Aquí estamos. Diario de un médico cubano en Perú XII

Para los brigadistas del Contingente internacional Henry Reeve, salvar la vida de los pacientes, uno a uno, resulta el mejor homenaje en jornada de la Rebeldía nacional...

Mario Héctor Almeida Alfonso en Exclusivo 27/07/2020
1 comentarios
Brigada cubana en Peru
Médicos cubanos en Zona Roja de hospital La Caleta, de Chimbote, Perú (Foto: cortesía de la brigada)

Hay preguntas que a diario nos hacen los colegas peruanos; si nos gusta su país o si ya estamos adaptados a su medio, son dos de ellas. Siempre respondo que sí aunque aclaro que es poco o nada lo que conozco del Perú. Cada zona tiene sus características y la adaptación al medio resulta algo muy personal donde influyen un grupo de factores.

En mi caso, por ejemplo, tener buena relación de trabajo con los colegas, médicos y enfermeros es fundamental. Ver que la labor sale y que con ello se salvan vidas representa el mejor regalo. Todo no es color rosa, pues la muerte siempre ronda y la pérdida de unos matiza de gris la alegría de dar de altas a otros pacientes de COVID-19.

Pensar si hicimos todo lo correcto o no en cada caso, intentar optimizar los tratamientos y aplicar toda la sapiencia colectiva acumulada en el poco tiempo de pandemia se nos antoja cual tarea diaria. Nuestro neumólogo, el doctor Sollet, nuestro clínico, el doctor Alain y yo, intentamos retroalimentarnos cada día de las experiencias. Llegar a “casa” y discutir temas de trabajo es algo tan común para nosotros como llamarnos a media mañana o media tarde y consultarnos. No hay razón ni tiempo para la mezquindad que el celo profesional puede llegar a imponer.

Les comentaba a algunos colegas sobre nuestros rasgos de neurosis; todos los médicos tenemos eso en común, porque, si bien nos sentimos mal cuando un diagnóstico o proceder resulta desafortunado para el paciente, nos alegramos cuando nuestro criterio acierta en el “juego”. Para homenajear a alguien solo tienes que decirle lo bien que hace su trabajo; estimular esa satisfacción personal que en prudentes dosis nos hace crecer como seres humanos.

Marita es una enfermera peruana con la que hay que contar. Nos ha hecho sentir muy a gusto en la emergencia y ha facilitado nuestro trabajo con su quehacer. Cubre todos los espacios del servicio, lo mismo está en trauma-shock, que en la sala de hospitalización, que preparando una paracentesis o una punción lumbar. La patología del paciente no importa, ella siempre aporta algo valioso en el intento de encontrar el mejor camino para un feliz desenlace.

“Chimbote es mi casa”, alega, mientras me cuenta cómo se hizo enfermera. Trabajaba por las tardes en una clínica limeña mientras estudiaba una preparatoria para irse al extranjero. Su padre la había enviado lejos para que no se casara, por eso ahora todos reímos al escuchar que no se fue del país y que además regresó casada. La vida…

Hace más de diez años labora en la emergencia del hospital La Caleta. Se identifica con la medicina preventiva y a ratos diserta sobre la importancia del control de enfermedades como la diabetes, pues asiste con más frecuencia de la que quisiera a sus complicaciones agudas y crónicas.

Marita me recuerda a las enfermeras y enfermeros de la terapia intensiva del hospital Mario Muñoz Monroy de la ciudad de Matanzas, donde trabajé por más de 20 años y me formé en el más amplio sentido de la palabra. A ellos y al resto de mis compañeros, quienes desempeñaron un papel fundamental en la atención a los pacientes con COVID-19 en la Atenas de Cuba, desde aquí, Chimbote, les felicito, agradezco y abrazo.

Con su encomiable labor, han honrado el nombre de la institución, al mártir colombino, médico también, que participó en la gesta que hasta hoy marca el día de la rebeldía nacional en Cuba.

Paciente dada de alta esta semana en hospital La Caleta tras superar Covid-19 (Foto: Cortesía de la brigada).

Esta semana, en la sala de atención a pacientes COVID, hemos dado cuatro altas: dos el lunes y dos el miércoles. Ello reviste importancia mayor cuando los pacientes que asistimos llegan en algún momento a la insuficiencia respiratoria. Tienen casi siempre otras enfermedades asociadas lo que dificulta aún más su manejo.

De dichas altas, un abuelo chimbotano con 83 años fue nuestra mayor victoria. Disciplinado, acató cada indicación con estoicismo. La posición de prono no resulta para nada cómoda y mucho menos por tiempos prolongados; él la hizo suya coadyuvando al tratamiento y logró, para satisfacción de todos, regresar a su hogar.

Otra de las altas fue una anciana de 77 años que ingresó desaturada y con un cuadro de dolor abdominal. Era portadora de litiasis renal (cálculos en los riñones), además de hipertensión arterial.

Juana, 58 años, llegó con insuficiencia respiratoria aguda y tuvo fluctuaciones en su evolución. En la sala le fue diagnosticada una diabetes que de a poco se pudo compensar. Es, además, hipertensa con una insuficiencia renal grado o tipo I. Su cuadro respiratorio complejo en ocasiones llevó al pesimismo médico, pero luego de más de 20 días de hospitalización, ganó esta batalla. Sin embargo, el Sars-Cov-2 le ha dejado ciertas secuelas que serán estratificadas posteriormente en las consultas de neumología.

La última de estas altas fue un paciente que también padece hipertensión a sus 62 años. Aunque igualmente presentó desaturación y requirió suplemento de oxígeno, evolucionó favorablemente y abandonó la carpa tras 7 días.

Este es nuestro modesto homenaje al día de la rebeldía nacional. Hoy el Moncada de los médicos, enfermeros y personal de salud cubano internacionalista en general radica en la lucha contra la pandemia en cualquier lugar del planeta donde haya un ser humano que nos necesite. Allí estaremos y aquí estamos.


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Mario Héctor Almeida Alfonso

Médico cubano miembro del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias "Henry Reeve" que colaboró en Perú . Actualmente se encuentra en Mozambique en el enfrentamiento a la Covid-19.

Se han publicado 1 comentarios


Josue Muñoz
 27/7/20 17:28

Es un enorme placer compartir con los médicos cubamos y peruanos la alegria de las altas médicas de cada uno de los pacientes que llegan hasta nuestro hospital La Caleta de Chimbote.

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