Mezcla de las cualidades de su geografía, la cordialidad de su gente, su cultura…La Habana se presenta ante el foráneo como una especie de paraíso raro, único y tan seguro como pernoctar en los muros de un malecón que nunca duerme.
Bien sabe, esta mujer de 500 años lo que es renacer de las cenizas. Sobrevivir a los ataques de corsarios y piratas, que en aquellos tiempos, como en estos han querido verla maltrecha y ultrajada.
Conoce del azote de fenómenos meteorológicos, del recrudecimiento permanente de una política dirigida a obstaculizar los viajes, el comercio y las inversiones.
Pero no importa cuales sean los estorbos, La Habana abre sus puertas y ventanas...
Seny
6/6/19 20:23
Qué notalgia, que bella la habana, cómo la disfruté hace par de meses..quiero volver ya.
Marta
6/6/19 8:55
Muy lindas las fotos. Felicidades al autor.
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