Una piel resplandeciente requiere de constancia

Muchas son las personas que desean mantener su piel lo más suave y resplandeciente posible pero no están dispuestas a desarrollar y mantener toda una rutina de atenciones y cuidados para con ella. Amiga y amigo, claro que podemos lograr que nuestra piel muestre lo mejor de sí, mas para ello debemos comprometernos a dedicarle la atención requerida.

Si pretendemos trabajar en serio sobre la apariencia de la piel debemos saber que la combinación: limpieza, exfoliación, nutrición, hidratación y tonificación, constituyen una estrategia —enriquecida por la gimnasia y el masaje facial— para la firmeza de nuestros músculos faciales, la regeneración cutánea y al retraso del envejecimiento prematuro. A lo anterior no debemos olvidar la importancia del tipo de alimentación que llevemos.

Cuando la etapa adulta de la vida nos abre las puertas para que avancemos hacia ella y sus encantos, resulta de gran utilidad tomar acciones que permitan mantener ejercitada la musculatura facial. Así estaremos retrasando, entre otros efectos, la aparición de las indeseadas arrugas.

Algunas propuestas pueden ser, por ejemplo, masajear el cuello, pómulos, mandíbula, laterales de la nariz, la frente. Esto se debe hacer con las yemas de los dedos, desarrollando movimientos circulares en forma ascendente. A lo anterior le podemos sumar otra técnica útil y graciosa —según dice un amigo mío—, se trata de hacer muecas. Una que resulta de especial utilidad consiste en llenar de aire la boca y mover las mejillas por unos cinco segundos para después expulsar el aire lentamente.

El masaje o automasaje facial es otro de los maravillosos secretos para que el cutis resplandezca y con él nuestra imagen personal. Sin embargo, debido a la profundidad e importancia del tema, a dicha técnica estaré dedicando todo un artículo.

Sería un error de mi parte si no mencionara a la vaporización, sus beneficios e importancia en el cuidado de la piel. El vapor de agua ayuda a la purificación de la piel, aumenta su temperatura y la circulación periférica, dilata los poros y es un excelente aliado para tratamientos nutritivos.

De una manera u otra la mayoría de las personas hemos realizado vaporizaciones, sobre todo para la gripe. Su procedimiento es sencillo. Se pone a hervir un poco de agua a la cual se le puede añadir algunas gotas de aceite esencial o hierbas aromáticas.

Cuando comience a hervir el agua entonces la retiramos del fuego y la echamos en un recipiente apropiado. Cubrimos la cabeza con una toalla o paño para aprovechar la mayor parte del vapor. Nos acercamos a una distancia de unos veinte o veinticinco centímetros, no es necesario quemarse el rostro con el vapor, y permanecemos de diez a quince minutos. Es recomendable repetirlo cada semana.

Tras la vaporización es el momento ideal para aplicar una mascarilla, escogida según nuestro tipo de piel. Una buena mascarilla es la de plátano. Toma un plátano maduro y redúcelo a puré, lo mismo puedes hacer con fruta bomba madura.

Mientras el producto está en tu rostro descansa, preferiblemente acostada(o), con los pies un poco más alto que el cuerpo para favorecer la circulación sanguínea de retorno. Pasado unos veinte o veinticinco minutos retira con suavidad la mascarilla y enjuaga con agua bien fresca.

Si eres de las personas que tienen una piel mixta, es decir, una parte del rostro graso y otro seco, entonces puedes encontrar una buena alternativa en la utilización de un huevo. La parte grasa del rostro cúbrela con la clara del huevo mientras reservas la yema para la parte seca. Lo dejas unos quince minutos para luego enjuagar.

Otra alternativa de mascarilla que puedes hacer en casa y que resulta útil para todo tipo de piel es la siguiente: coge un poquito de leche, una cucharada de miel, una de harina de trigo y otra de yogur sin azúcar. Mezcla bien hasta formar una especie de pasta suave. Si queda muy espesa añade más leche y si queda muy clara añade más harina. Aplícala de manera uniforme en el rostro y el cuello, con los dedos o un pincel. Déjala por unos quince minutos. Cuando sientas que la mascarilla está seca entonces retírala con agua tibia. Te asombrará el resultado.

Recuerda que el cuello es el pedestal del rostro y debe ser incluido en las acciones de embellecimiento y cuidado. La piel del cuello suele alterarse con facilidad. Es una de las partes del cuerpo que no descansa sobre nada y está en constante actividad. Si no cuidamos de su piel entonces se deshidrata, se arruga y afloja.

Primero que todo, aplica al cuello tantos tratamientos y atenciones como haces con el rostro. No duermas con la almohada demasiada alta, de hacerlo estarás obligándolo a mantener una postura de inclinación constante. Cuando te sientes crea el hábito de hacerlo con la espalda recta. Al escribir, planchar, cocer o desarrollar cualquier otra actividad, intenta realizarla a una altura adecuada donde el cuello y la cabeza no tengan que inclinarse en exceso.

Amiga y amigo, nuestro propio hogar puede y ha de ser nuestro primer salón de belleza y bienestar, solo tenemos que adquirir buena información y tener la disposición para ocuparnos de nuestra belleza natural sin, como siempre digo, afectar nuestra salud y bienestar.

Espero que el artículo le resulte de utilidad y tenga la amabilidad de compartirlo con personas que no acceden a la red, porque compartir con los otros también contribuye a nuestro bienestar y, por tanto, realza nuestra belleza.

Yo me despido, pero antes dejo en el buzón de tu mente una linda invitación para que cada semana, a la hora que lo desees te encuentres en esta, nuestra Parada con Estilo, para seguir intercambiando sobre belleza, modas y estilos. Chao y suerte.