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jueves, 19 de diciembre de 2024

Masaje Krorugi, una rutina de belleza para tu cutis

Incluir las técnicas de masaje Korugi en nuestra vida como rutina de belleza es una decisión inteligente...

Luis Manuel García Olivera
en Exclusivo 31/01/2021
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Masaje Krorugi-mejillas
Haz puños con las dos manos. Afloja todo el rostro y procede a presionar cada puño contra el pómulo correspondiente. (Tomada de genial.guru).

Que bueno cruzar una vez más mis pasos con cada una de las maravillosas personas que visitan este blog, personas que andan, al igual que yo, por los senderos de la belleza saludable; senderos donde el cultivo de la belleza va de la mano con el cultivo del bienestar.

La semana pasada comenzamos a compartir sobre un tema maravilloso y digo maravilloso porque todo aquello que pueda devenir en herramienta favorable al cultivo de nuestra belleza natural es, sin duda alguna, maravilloso y ha de ser compartido.

En aquel momento abordé de manera general unas técnicas de masaje facial que tienen por nombre masaje Korugi. Esta vez estaremos entrando ya en la descripción de sus principales manipulaciones para que, quien así lo desee, pueda practicar y beneficiarse de dicho masaje.

Lo primero es siempre limpiar el rostro y el cuello, después debemos aplicar un poco de aceite sobre la piel de esas zonas para que no resulte dañada con las fricciones, presiones y movimientos de este peculiar masaje. Comencemos entonces con las técnicas:

  • Comienza sentándote cerca de una mesa de manera tal que puedas colocar los codos sobre ella. Haz puños con las dos manos. Afloja todo el rostro y procede a presionar cada puño contra el pómulo correspondiente. Mantén esa postura por un tiempo de unos cinco segundos para luego aflojar la presión pero sin perder el contacto. Haga cinco repeticiones de este ejercicio. Ayudará a tonificar y remodelar la zona de los pómulos y las mejillas.
  • Para el segundo ejercicio, lleve la cabeza un tanto hacia atrás y, al igual que en la técnica anterior, cierre ambas manos formando puños cerrados. Junte ambos puños, uno al lado del otro, a ambos lados del centro de la frente de manera que queden los nudillos de los dedos sobre la línea de nacimiento del cabello. Comience a deslizar los nudillos en dirección a las sienes, de ahí hacia los lóbulos de las orejas.

Allí abra ambos puños y, con lentitud, mueva sus dedos por los costados del cuello hasta llegar a la zona de las clavículas.

  • Ahora junte las palmas de sus manos y entrelace sus dedos dejando los pulgares juntos pero estirados. Ahora coloque la parte superior de su pulgar derecho por debajo de su ojo izquierdo y por el lado más cercano a la nariz, es decir, que quede debajo del ángulo interno del ojo.

Proceda a deslizarlo por todo lo largo del pómulo en dirección al oído. Al llegar a la zona del lóbulo de la oreja, haga como en el ejercicio anterior, deslice por los lados del cuello hasta la zona de la clavícula. Haga dos repeticiones de este movimiento en cada lado.

  • Para la cuarta técnica vuelva a cerrar los puños y colóquelos sobre las cejas. Realice un movimiento de deslizamiento de los nudillos de los dedos en dirección ascendente hasta llegar a la línea del cabello. Después deslice hacia abajo y ligeramente hacia un lado, esto lo hará con movimientos circulares en dirección hacia las cejas. Este ejercicio puede repetirlo cinco veces.
  • Para el próximo ejercicio volveremos a cerrar los puños y colocará el dedo ylos nudillos del índice en la ceja derecha en su extremo interno, cerca de la nariz. Comience a deslizarlo por la ceja hacia el otro extremo. Este movimiento puede ser repetido cinco veces también para pasar a la ceja contraria con igual procedimiento.
  • El sexto ejercicio consiste en tomar el puño derecho y deslizarlo desde la barbilla en dirección a la derecha y hacia arriba de tal manera que vaya contorneando el rostro hasta llegar a las sienes y de ahí regresar a la barbilla. En el caso de esta técnica puede ser repetida ocho veces y luego igual número de veces en el lado izquierdo.
  • Para terminar el masaje, abre las manos y coloca los dedos sobre la frente para luego deslizarlos hacia la zona de las sienes. Después levántelos para llevarlos a la zona de las mejillas para deslizarlos desde allí hasta los lóbulos de las orejas y desde allí bajar por los lados del cuello hasta finalizar en las clavículas.

Y ahí está, amiga y amigo, ahí tiene usted una rutina de masaje Korugi. Una rutina simple que le robará poco tiempo y le reportará muchos beneficios si la realiza una vez a la semana. Eso sí, recuerde que tiene sus contraindicaciones descritas ya en el artículo anterior, por favor, no las viole.

Cumplida ya la promesa, llega el momento de recordarles que por ahora hemos terminado este maravilloso encuentro pero que la próxima semana estaremos compartiendo una vez más sobre belleza y bienestar. Hasta entonces, chao y suerte.


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Luis Manuel García Olivera

Estilista


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