domingo, 19 de mayo de 2024

El verano eterno y el caro protector solar

¿Nos cuidamos en Cuba de los fuertes rayos del sol? ¿Qué pasa con el protector solar? ¿Existen vías alternativas para garantizar el cuidado de la piel?...

Andrés Yunior Gómez Quevedo
en Exclusivo 23/03/2014
4 comentarios
Cuidarse del sol en verano
La abusiva exposición del sol provoca varios tipos de lesiones en la piel. (Andrés Yunior Gómez Quevedo / Cubahora)

Cada vez que quería comprarme un protector solar se armaba una discusión en casa. Mi madre alegaba que ese era un gasto innecesario. “¿Y esa monería?”, insistía a modo de regaño concluyente, y yo contraatacaba con un “parece mentira que seas doctora”. Entonces llegaba el discurso de que existen modos alternativos para cuidarse del sol sin tener que gastar casi todo el sueldo en una cremita, y usaba el diminutivo peyorativamente. Mi discurso más certero para la ocasión era simple, “no estoy comprando una simple cremita, estoy comprando una medicina realmente necesaria teniendo en cuenta donde vivimos”.

En aquel entonces yo vivía en Santiago de Cuba, ya saben, la tierra caliente donde el sol colorea la piel de forma casi imborrable, y como desde niño siempre fui perspicaz, me llevé por el dicho “cuando veas la barba de tu vecino arder…”

Sucede que mi bisabuelo, español emigrado que trabajó duramente la tierra mañana y tarde, había muerto por complicaciones de un cáncer de piel. Obviamente las rencorosas células de su epidermis decidieron vengarse del maltrato al que el gallego las había sometido durante tantos años bajo el sol. También mi abuela ya había sido operada de un carcinoma basocelular en la cara, esto me alarmó muchísimo, porque soy fiel a mi educación preventiva, siempre es más difícil (por no decir imposible) reparar.

En nuestro país, con un verano constante, y últimamente agudizado por el calentamiento global, es casi obligatorio el uso del protector solar, así como la ropa de algodón, lino, seda y algunos tejidos transpirantes. Pero desgraciadamente decir esto trae como consecuencia una catarsis sazonada por argumentaciones objetivas que apuntan en un 99,9 por ciento hacia el factor económico. No alcanza el dinero para comprar ropas con esos tejidos y mucho menos para un protector solar. Recuerdo que la última vez que me asomé a una tienda para ver los precios de la cremita, constaté que la mayoría son de la marca Nivea, ¡y ni-vea el precio!

Sobre este tema, Cristina Sánchez, vendedora de una de las tiendas pertenecientes a la red Cubalse, comentó al respecto: “¿Protector solar? carísimo, pero además, el más barato vale dos cuc y nada más tiene factor FPS 2, que para ser claros, no hace nada si te pones a mirar el sol que hace en este país”.

El mes pasado se llevó a cabo una campaña nacional de educación y pesquisa de lesiones malignas y premalignas de piel con motivo del 4 de febrero, día mundial de la lucha contra el cáncer, precisamente por la cantidad de casos que tiene el país reportado en cuanto a cáncer de piel. 

Me parece que hay muchísima información acerca de las vías de prevención para estos males, pero no creo que se hayan tomado medidas certeras para hacer más asequible a la población la compra del protector solar. Es importante considerar que la venta de este producto resulta muy necesaria en nuestro país, por las características climáticas que inciden en nuestra salud y de igual modo en nuestra estética.

Muchas personas que vienen de otros países alegan que tenemos la piel curtida de sol, lo cual tiene variedad de interpretaciones. Para Gabriel Magaña, estudiante universitario, la coloración que adquiere la epidermis  ante el abuso de la exposición a los rayos ultravioletas da la sensación de falta de higiene, pues aunque se esté limpio y perfumado ya no es el color natural de la persona, sino toda esa quemadura que puede acarrear daños a la salud.  Yo concluyo las palabras de Gabriel con un genial slogan  mundialmente reconocido “Salud es belleza”.

Los cubanos han adquirido un poco más de cultura en el cuidado de la piel, pero aun así muchas personas prefieren no ponerse bloqueador solar porque, según ellos, es graso, provoca sudoración y resulta pegajoso al tacto. Ya eso es una decisión personal y va en dependencia de la reacción que este compuesto químico tenga sobre cada individuo, se sabe que no todos los organismos son iguales.

América Torres es la abuela de un amigo cuya belleza, a pesar de la edad y los severos daños cutáneos, se mantenía. Esta mujer de joven fue mucho a la playa porque le gustaba, también al solárium del Hotel Nacional y presumía de bronceado en todos los círculos sociales que frecuentaba. Me contó que mezclaba mantequilla y yodo en pequeñas cantidades  para dorarse la piel, también se exponía al sol con aceites, cerveza, entre otros productos que me corroboraron por qué tanta lozanía de la noche a la mañana se transformó en un conjunto de arrugas. Ya con el tiempo también se le diagnosticó un carcinoma vasocelular, y ha sido operada dos veces de la que llaman “una bolita que me ha salido en la cara”.

Confronté criterios de varios especialistas en piel y anatomía patológica, y la conclusión fue la siguiente: “La abusiva exposición al sol provoca varios tipos de lesiones tanto benignas como malignas. Entre las benignas encontramos la Queratosis Actínica y el más común que es el Epitelioma Vasocelular. Ya los Carcinomas Vasocelulares con sus diferentes variedades, así como los Carcinomas Epidermoides puros, son malignos… lo que sucede con el cáncer de piel es que como generalmente no hace metástasis, algunas personas no se alarman tanto, pero de igual modo afecta el físico y la integridad de la piel y de algunos órganos de la cara. Las personas de piel blanca deben cuidarse muchísimo más por tener menos concentración de melanina, ya sea usando protector solar, sombrilla, pamelas, sombreros, gorras, camisas que cubran bien, y evitando exponerse en los horarios de más incidencia solar. Además de la correcta higiene por supuesto.”

Por ser muy blanco algunas personas me han aconsejado tomar el sol,  “a ver si coges colorcito”, pero mi respuesta es negativa, los blancos nos ponemos colorados con el sol, es una reacción normal, y si mi piel es pálida, bueno, su estado de salud óptima se notará mientras siga pálida. La piel negra soleada se ennegrece aún más, los trigueños se doran como papas fritas, pero eso va en dependencia del gusto personal y de la responsabilidad de cada quien.

Una dosis pequeña de sol siempre es buena, no por gusto hasta a los bebés se les da un rato de sol cada día; pero como en todo, el exceso es el que rompe la línea entre lo sano y lo maligno. Una piel limpia y cuidada siempre despertará admiración incluso en quienes no son asiduos al cuidado celoso del físico y la apariencia.

¿Que son caros los productos? Lo importante es buscar vías alternativas para garantizar su protección, piense en su salud. Recuerde que la piel es un órgano rencoroso, y quizás ahora no se haya vengado, pero tampoco abuse, no vaya ser que un día se pare en el espejo y se pregunte qué pasó, y ya sea muy tarde.

 


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Andrés Yunior Gómez Quevedo

Se han publicado 4 comentarios


Otra Y
 24/4/14 6:52

Andrés, permíteme felicitarte pués de casualidad me enteré de esta revista y me "enganché" a tus artículos siempre con variedad de opiniones y consejos útiles dirigidos a la sociedad cubana. Me decidí a comentar este pués me toca muy de cerca en Cuba de adolescente quería adquirir un poco de tonalidad cutánea y es exactamente como tu describes solo logré ponerme roja y luego con manchas en la piel. Creo que se debería hacer una buena campaña para el uso de protectores solares y que líneas de maquillaje cubanas desarrollaran una fórmula criolla alternativa a las grandes marcas. Debemos respetar la diversidad de colores tan ricas de nuestro país pero cuidándolas. Un saludo afectuoso.

Andrea
 25/3/14 8:38

Muy bueno tu tabajo Andrés. Es cierto que los protectores solares son muy caros y de difícil acceso, no solo por el tema económico sino porque no los encuentras en todas las tiendas. Pero coincido contigo en que hay que buscar mecanismos alternos para cuidarnos la piel; sobre todo si tenemos en cuenta que el cáncer de piel ha aumentado en Cuba.

Alejandra Obando
 24/3/14 20:03

Soy colombiana, y hace menos de un año estuve en Cuba. Me da mucha tristeza saber que un producto que ya las personas de este país consideran como de la "canasta familiar" sea tan inaccesible para personas tan humanas como las cubanas. Añoro volver a Cuba...

santiaguero
 22/3/14 10:21

Muy buen artículo, mis padres también se alarman cada vez que salgo a las calles de mi Santiago cuando los visito en vacaciones, y siempre me aconsejan salir con gorra y no coger tanto sol, y más en estos tiempos después del Sandy pues casi no hay árboles que protejan del ¨rubio¨, inclusive conversé con dermatólogos que comentan que debido a esta situación es probable que aumenten los casos de enfermedades de la piel asociadas con la elevación de las temperaturas en superficie, agravadas por la incidencia más directa de los rayos solares. El tema económico es el decisor pues son privilegiados los bolsillos que puedan adquirir un protector solar adecuado, espero que su artículo encuentre oídos receptivos.

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