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sábado, 21 de diciembre de 2024

De la moda al narcisismo

Investigaciones se han centrado en buscar la relación que existe entre la personalidad y la autofoto, y pretende ser que varios tipos de personalidades son más propensas a hacerse selfies que otras...

Yadira Méndez Méndez
en Exclusivo 24/09/2017
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Tenemos que aclarar que el hábito de los selfies no es ningún trastorno mental, no existe ninguna evidencia científica. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

El selfie es un vocablo del inglés, se emplea para referirse a una autofoto o autorretrato realizado con un teléfono inteligente o una cámara digital, para ser compartida a través de las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter. Se usa como mensaje, ya sea para llamar la atención de otras personas o simplemente por diversión, para así mostrar momentos especiales en la vida de una persona y comunicarlo.

Este término se popularizó a partir del siglo XXI con la masificación de las nuevas tecnologías de la comunicación. La palabra selfie es un sustantivo compuesto por las palabras self que significa auto e ie o i que se traduce yo o yo mismo.

Según los estudios de los psicólogos, el selfie puede constituir un mecanismo de autoafirmación donde se manifiesta cierta compulsión narcisista en el individuo. La exposición excesiva de la vida personal revela individuos con baja autoestima y con una necesidad de aprobación y aceptación. Estudios revelan que el selfie es más común en la juventud. Aunque no se puede generalizar.

Lo que ha hecho el fenómeno de los selfies y el narcisismo es enfocarse a la imagen. Se puede hacer de esto un círculo virtuoso, potenciando la imagen positiva o atractiva; o un círculo vicioso al resaltar una imagen negativa o al utilizarlo en exceso.

Por supuesto, no todo es negativo, los like recibidos de las imágenes puesta, es una manera de levantarle la autoestima a cualquier persona, ya que las palabras bonitas y muestra de cariño nunca están demás.  

Tenemos que aclarar que el hábito de los selfies no es ningún trastorno mental, no existe ninguna evidencia científica, lo que sí existen son determinados problemas emocionales o psicológicos que se pueden asociar al uso excesivo de los selfies.

Una persona narcisista puede que se haga muchos selfies y los cuelgue en las redes sociales, también puede encontrarse en una persona perfeccionista.

Tomarse selfie no tiene porqué ser algo malo ni grave, pues no es más que un fenómeno asociado a las nuevas tecnologías de la información y de la cultura de la imagen, jugando un papel importante en los valores de la sociedad que premia elementos como la estética o el espectáculo.

Nos encontramos ante un fenómeno que nos lleva a la necesidad de relacionarnos y proyectar una buena imagen de nosotros mismos. Por eso es necesario darle un uso responsable a esta modalidad ya que si no lo hacemos podemos estar ante un problema de obsesión.

No debemos dramatizar cuando una persona se haga algún que otro selfie y lo cuelgue. No es nada malo, es simplemente un fenómeno más, que viene de la mano de la inmersión que todos hemos hecho en las nuevas tecnologías.


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Yadira Méndez Méndez


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