Los Oscar: El América-centrismo del cine y otras injusticias (+Fotos)

¡Parásitos ganó! Con cuatro estatuillas (película, guion original, dirección y película extranjera) es la gran ganadora de la 92 edición de los premios de la Academia. Este filme del surcoreano Bong Joon-Ho ha sido de punta a cabo el más reconocido del año, y con el Oscar cierra un año de ensueño... y al mismo tiempo, desata un debate interesante.

Parásitos es el primer largometraje no hablado en inglés en llevarse el gran galardón. La disyuntiva recae entonces en lo siguiente: ¿Los Oscar premian a la mejor producción estadounidense o del mundo? Por supuesto que no es 2019 el primero en 92 años donde la “mejor” película (si es que se puede manejar es e término) no es en inglés, por lo tanto, es una deducción obvia que la Academia pudo haberse dado cuenta antes de algo: a veces, las mejores obras no se hablan en inglés.

Los Oscar suelen ser polémicos. Muchas veces dejan sinsabores en sus elecciones. Por supuesto, los premios los otorgan seres humanos, y el arte es subjetivo; es normal que las decisiones sean complejas y no satisfagan a todos, más en este aspecto en específico, la Academia tiene que aclararse. Es irrespetuoso declarar que cada año de los Estados Unidos sale lo mejor del cine, aunque innegablemente, a veces sea así.

El reglamento de la Academia hace elegibles a todos los filmes que hayan sido exhibidos al menos por una semana en el circuito de salas del Condado de Los Ángeles, pero nada sobre nacionalidad o idioma.

Tampoco es que no existan precedentes. Más de 20 obras en otros idiomas han recibido galardones en disímiles categorías, desde que en 1945 el largometraje suizo Marie Louise ganó Mejor Vestuario hasta el año pasado cuando Roma se llevó Dirección y Cinematografía. Pero no pueden ser hechos aislados. O es cine en inglés o es todo el cine. No puede ser tan solo elegir cada años un filme internacional para competir en par de categorías con el todopoderoso cine norteamericano.

Ahí es donde reside el irrespeto. Diez obras han sido nominadas a Mejor del año también, pero no fue hasta Parásitos que se rompió el hechizo, o que el sentido común llegó a la Academia. Por poner un ejemplo no muy lejano, en 1999 La vida es bella fue nominada a Mejor Película, solo para perder ante Shakespeare in love. Creo que pocos, entre los que no me cuento, estarían de acuerdo con esa elección.

Que conste, no me opongo a que en los Oscar se premie al cine de su país, de hecho, eso tendría más sentido. Sin embargo, si cualquier largometraje, independientemente de su idioma y nacionalidad, puede ganar en todas las categorías, como su reglamento reconoce, cada año la Academia está deliberadamente ofendiendo al cine mundial.

Creo que si bien los Oscar pueden servir como uno de varios referentes para decidir a qué películas dedicar nuestro preciado tiempo, su papel como medidor para la calidad artística está completamente sobre valorado y su reconocimiento contribuye a incrementar aún más la jerarquía del cine norteamericano a nivel mundial, ya no en cuanto a arte, sino a nivel de mercado.

Sin extenderme más en el tema, acá les dejo tres ejemplos de la última década en que el Oscar, en mi humilde opinión, fue a la película equivocada. Pondré un ejemplo en habla no inglesa y una en inglés que merecían la estatuilla. Si fuéramos más atrás encontraríamos decenas de ejemplos, y en este mismo encuadre temporal también los hay. Los invito a debatir el tema y a poner sus propios ejemplos.

2018 LA FORMA DEL AGUA (GUILLERMO DEL TORO)

The Square (Ruben Ostlund) ganó la Palma de Oro en Cannes en 2017 (Tomada de cineoculto.com)

Este es quizás uno de los peores Oscar. Una historia de amor entre una limpiadora muda de una instalación secreta del gobierno y un anfibio con un trasfondo de la Guerra Fría. Si bien supone una obvia metáfora sobre la aceptación, aporta muy poco en cuanto a la historia y sus recursos narrativos. Sin embargo, en todos los aspectos técnicos es una magnífica película.

The Square (Ruben Ostlund), Palma de Oro en Cannes, es un filme mucho más singular que la premiada.  Esta sátira sueca es una de las mejores críticas al esnobismo artístico y la deshumanización de la sociedad moderna. Sobresaliente en todos los aspectos, su guion es una genialidad y se adentra de una manera siempre ocurrente en debates sobre temas como lo políticamente correcto.

Otras: Sin amor (Andrei Sviaguintsev, Rusia), El Insulto (Ziad Doueiri, Líbano).

Entre las mismas nominadas de ese año Call me by your name es una mejor historia de amor. Pero el Oscar debería haber sido de Three Billboards outside Ebbing, Missouri (Martin McDonagh). La historia de una mujer que renta tres carteles para denunciar la falta de acción de la policía local ante la violación y asesinato de su hija. Actuaciones geniales de Frances McDormand y Sam Rockwell, un guion espeluznante y atractivo... y en general una historia cruda que nunca cede a la tentación de los sentimentalismos y con uno de los giros dramáticos de cualquier personaje mejor construidos que he visto.

2016 SPOTLIGHT (TOM MCCARTHY)

El hijo de Saul (Laszlo Nemes) es una mirada diferente a la Segunda Guerra Mundial (Tomada de nuevarevista.net)

Esta es una muy buena película. Reconstrucción del trabajo de los periodistas del diario Boston Globe que expusieron cientos de casos de pedofilia por parte de sacerdotes en esa ciudad. Una reproducción fidedigna y justa de los hechos y muy bien contada, sin embargo...

El hijo de Saul (Laszlo Nemes, Hungría) es un monstruo de filme. Plano secuencia en primer plano y subjetiva que sigue a su protagonista a través del campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Debut de Nemes como director, es una narración aterradora. Te hace doler más por lo implícito que lo explícito. Historia necesaria y directa que trata el tema como nunca antes.

Dentro de las películas norteamericanas, Spotlight no es una mala elección, aunque creo que Room (Lenny Abrahamson) lo merecía más.

2013 ARGO (BEN AFFLECK)

Amour (Michael Haneke) ganó el Oscar a Mejor Película extranjera (Tomada de rfi.fr)

A ver, Argo no es una mala película, pero hasta su nominación me parece cuestionable. Basada en hechos reales, narra la extracción de seis diplomáticos estadounidenses d e Irán durante la revolución del ´79 en ese país. Como thriller funciona. Incluso tiene buenos momentos de comedia, pero hasta ahí. Por no mencionar que decide ignorar la geopolítica y toma un ridículo enfoque patriótico por momentos.

Nominada a Mejor Película estaba la grandiosa Amour del austriaco Michael Haneke. Amour es una de las mejores representaciones de la vejez que nos ha regalado el cine. A través de una pareja en el final de la vida es una de esas historias que parecen englobar la vida completa en la simple y compleja relación humana. Una obra maestra... pero dice la Academia que Argo era mejor.

No ahondare en ninguno de los otros nominados en inglés de ese año, aunque creo que cualquiera de ellas es mejor que Argo. Particularmente Lincoln (Steven Spielberg) y Life of Pi (Ang Lee).